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La gran 'Kedada' valenciana

4.500 participantes. Una semana. La ciudad de las artes y las ciencias acoge Campus Party, la gran fiesta en red.

La semana anterior al torneo, Antonio entrenará de tres a cuatro horas diarias. Es de Huesca, tiene 20 años y estudia teleco. Pero ante la pantalla de su ordenador es Typhoon, el astro del balón. El año pasado ganó "medio kilo" en la Campus Party jugando al FIFA. El próximo 26 de julio volverá a Valencia para repetir la hazaña.

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Jugones seudoprofesionales, tecnófilos, chateadores compulsivos, geeks, gente que hace modding, diseñadores, programadores, hackers, hacktivistas, roleros, los que no hacen más que bajarse pelis, foreros, informáticos… Así hasta 4.500 almas tomarán la Ciudad de las Artes y las Ciencias durante una semana para celebrar la octava edición de la Campus Party, "el mayor evento de entretenimiento electrónico en red del mundo", según su web.

"Es como una concentración de moteros", dice su directora, Belinda Galiano, "una reunión de gente que viene con sus cacharros para realizar actividades relacionadas con las nuevas tecnologías". Véase: jugar durante horas, compartir información, asistir a conferencias y talleres. Pero también y sobre todo es una fiesta. "Una gran kedada", explica Alejandro, de 23 años, proyecto de ingeniero, padre de una web de música house y moderador del foro de la Campus Party: "Por fin ves cara a cara a la gente con la que llevas todo el año hablando por Internet". Él en la Red se llama [K]si y ha hecho muchos amigos. Vive en la misma Valencia, a veinte minutos del aparcamiento convertido en el cámping donde plantará su tienda: "No te puedes ir a casa, la Campus hay que vivirla. Hay mucha gente que no duerme en tres días. Las noches son muy movidas". Por el día participará en los concursos de diseño de páginas web ("yo no soy de juegos", confiesa), pero la competencia es dura: "Hay nanos de 13 años que hacen maravillas".

Y es que la Campus provee para todos. Además de las clásicas competiciones de juegos (que este año, por primera vez, incluyen un torneo para 500 consoleros con su PlayStation 2), hay conferencias de gurús del software libre, talleres específicos sobre herramientas de programación, otros en los que se construirá un telescopio o un robot, exposiciones de diseñadores y músicos, jinkanas… En algunas de las actividades podrán participar los visitantes no inscritos, y por Internet cualquiera podrá seguir, vía webcam, todo el cotarro en directo.

El perfil del campusero que da la organización es bastante predecible: gente muy técnica, el 80% entre 18 y 26 años, y de los 4.500, unas 400 mujeres. Leticia, de 20 años, estudiante de informática de Lugo, es de las pocas. Firma sus mensajes del foro con un reivindicativo "¿Dónde estamos las chickas de la CampusParty 2004?".

"Claro que hay machismo", se queja, "se supone que si eres chica no tienes ni idea. Y no ayuda que haya tan poquitas, y que muchas vayan acompañando al novio porque aquí hay sol y playa". Ella va sobre todo a aprender. El año pasado se lo pasó pipa en la conferencia que dieron juntos "el de Linux y el de Microsoft", y estuvo "probando cosillas" de software libre y de Flash. Va con un grupo de amigos, su "clan" en lenguaje campusero, de nombre Error 404. Aunque sabe que allí conocerá mucha gente. "El ambiente es lo mejor", comenta, "aunque depende de la zona; por ejemplo, los de Linux tienen muy buen rollito, más abiertos, siempre te ayudan, pero los gamers están más metidos en su mundo".

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