Un tendido de 2.000 kilómetros de fibra óptica llevará Internet a la Antártida en 2009
Una fundación estadounidense invertirá 250 millones de dólares en el proyecto
Un cable de fibra óptica de casi 2.000 kilómetros de largo será tendido en la superficie polar para que la red de Internet pueda llegar al otro extremo de la Tierra, según ha informado la BBC. La Fundación Científica Nacional estadounidense ha decidido emprender "el mayor desafío de la ingeniería" en la Antártida para revolucionar las comunicaciones con el Polo Sur.
La fundación empleará varios años en el diseño y la construcción de este cable de fibra transantártico, aunque se han fijado una meta: principios de 2009.
El Polo Sur es el único lugar permanentemente habitado de la Tierra que no está incluido en "la ruta" de los satélites geoestacionarios que rodean el planeta, lo que restringe de forma mayúscula las comunicaciones. Para entrar en contacto con la estación científica ubicada en ese recodo del mundo se utilizan viejos satélites que son sacados de su órbita para que, al menos durante una parte del día, sean visibles desde la base polar.
Una fibra óptica resolvería todos los problemas. El cable permitiría alta velocidad y acceso confiable a Internet. Los científicos podrían transmitir información y los investigadores controlar experimentos en la Antártida desde otras regiones. Además, ésta será la primera vez que se establezca contacto telefónico directo con aquellos remotos 90 grados de latitud sur.
Cable helado
El cable, que tendrá una distancia de 1.670 kilómetros, será tendido entre el Polo Sur y la base antártica francesa Concordia, ubicada en la región denominada Dome C. Concordia se encuentra a 75 grados latitud sur y en línea directa con los satélites geoestacionarios.
El cable se tenderá en la planicie polar, uno de los lugares más inhóspitos del planeta. La altura media es de 3.000 metros sobre el nivel del mar y el hielo tiene un grosor de cuatro kilómetros.
Los problemas más graves serán el frío al que estará sometido el cable de fibra óptica (cubierto por hielo, puede tener que soportar temperaturas de hasta 50 grados bajo cero), las rajas en la superficie helada y la tensión del cable, amenazada por los movimientos del hielo. El coste del proyecto ascenderá a 250 millones de dólares.
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