Bertelsmann evita el cierre de Napster con una inyección de 8,85 millones
Los máximos directivos de la empresa de intercambio de música habían dimitido hace tres días porque la compañía se dirigía "a la bancarrota"
El popular servicio de intercambio de ficheros musicales Napster agonizaba hasta ayer sin usuarios y al borde de la bancarrota. Ahora, tres días después de la ruptura de las negociaciones con Bertelsmann y de la dimisión del presidente y del fundador de la empresa, la compañía alemana ha decidido acudir al rescate de la compañía de Internet inyectando ocho millones de dólares (8,85 millones de euros) para cubrir sus deudas pendientes, según anunció ayer en un comunicado.
Napster saltó a la fama hace unos años al reunir a millones de usuarios que intercambiaban canciones en formato mp3 entre ellos. Sin embargo, el acoso judicial de las compañías discográficas, que descubrieron con esta empresa el peligro de Internet para su cuenta de resultados, obligó a Napster a arrojar la toalla.
Tras instalar una serie de filtros poco efectivos para evitar el tráfico de canciones protegidas por derechos de autor, lo que no satisfizo a las discográficas, la empresa se vio obligada a convertirse en un sistema de pago para descargarse música pagando una cuota a las compañías de discos.
La traición de Napster
Este cambio a la acera legal se realizó de mano del gigante alemán de la comunicación Bertelsmann, propietario de la discográfica BMG, que compró la compañía inyectando 85 millones de dólares (más de 94,1 millones de euros) para construir un sistema de suscripción legal al servidor.
Sin embargo, para entonces Napster ya había perdido a la gran mayoría de sus usuarios, decepcionados por lo que consideraban una traición al espíritu libre de Internet. El servidor dejó de funcionar el pasado mes de julio, supuestamente para realizar el cambio al sistema de pago. Sin embargo, esta nueva etapa nunca vio la luz, y los internautas huyeron a las decenas de servidores clónicos gratuitos que surgieron tras la muerte del original.
Penar por la Red
Desde entonces la empresa ha penado por la Red, acumulando deudas hasta que, hace unos días, las negociaciones con Bertelsmann para que asumiese el pago a los acreedores se cortaron abruptamente . Fue entonces cuando el fundador de la empresa y presidente ejecutivo, Shawn Fanning, y su presidente, Konrad Hilbers, abandonaron la empresa junto al resto de altos directivos, tras anunciar que no estaban dispuestos a seguir en un barco "al borde de la bancarrota".
Bertelsmann había ofrecido hace dos semanas pagar 16,5 millones de dólares (18,27 millones de euros) para tomar el control total de Napster, pero el consejo de administración de la empresa rechazó la operación porque el gigante alemán no aceptó la condición de indemnizar a dos grandes accionistas contra posibles demandas de las compañías discográficas. Poco después, la empresa hizo otra oferta, de tan solo 5 millones de dólares (5,53 millones de euros), que también fue rechazada.
Ahora los directivos huidos han vuelto y las deudas más acuciantes han sido satisfechas, pero el destino de Napster sigue siendo incierto.
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