Montero, ante quienes intentaron reventar su acto: “Hay que respetar a todas las mujeres”
La ministra de Igualdad conmemora el 8-M con una tertulia de mujeres jóvenes, rodeada de su equipo y sin la presencia del presidente del Gobierno
―Pam, Pam.
La diputada de Esquerra Republicana de Catalunya Pilar Valluguera, que el martes echó un rapapolvo al Gobierno desde la tribuna del Congreso de los Diputados por la reforma de la ley conocida como del solo sí es sí, llama a la secretaria de Estado de Igualdad, Ángela Rodríguez, Pam, que esperaba a la ministra Irene Montero en el patio de entrada del Teatro Pavón de Madrid. Valluguera, inquieta, a las puertas del teatro, no obtiene respuesta. Insiste:
―¡Pam, Pam! ¿Qué hago?
Pam se da cuenta. Sonríe. Se acerca a Valluguera. “Pues entrar, ¿qué vas a hacer?”. El Ministerio de Igualdad ha organizado este miércoles su acto central por el Día Internacional de la Mujer con una conversación de mujeres sobre el sexo en el Teatro Pavón de Madrid. El evento, titulado Ahora que ya nos veis, hablemos de todo, ha contado con la presencia del ministro de Universidades, Joan Subirats, y el secretario Estado de Derechos Sociales, Nacho Álvarez. No ha acudido ningún diputado socialista. Tampoco ningún ministro socialista. Un síntoma de la división que afronta el Gobierno tras el primer paso para la reforma de la ley del solo sí es sí del día anterior en el Congreso. El pasado año, Pedro Sánchez sí acudió al acto organizado por Montero. Este 8 de marzo, y antes de la foto oficial, Sánchez ha diseñado uno propio en La Moncloa. En el Teatro Pavón, eso sí, se ha producido una conversación cordial entre el ministro Subirats y Pam, la secretaria de Estado de Igualdad. “Mañana aprobamos la ley”, le ha dicho Subirats (en referencia a la Ley Orgánica del Sistema Universitario), minutos antes de la entrada de Montero al acto. La secretaria de Estado, irónica y sonriente, le ha soltado:
―¡Qué bien! Ojo, que igual te la tiran.
Diez minutos después, con las más de 600 butacas ocupadas por alumnos de dos institutos públicos de Madrid, además de público en general ―mayoritariamente femenino y joven―, ha comenzado el acto, que ha tratado de ser un programa de televisión en directo, moderado por la presentadora de Telecinco Carlota Corredera. Pasados los primeros 45 minutos, dos mujeres jóvenes de unos 20 años se han levantado de sus butacas desde las últimas filas del teatro:
―¡Manipular el feminismo perjudica a las mujeres! ¡El feminismo es de todas!
El acto se ha interrumpido de inmediato. Gran parte del público ha sacado los móviles para grabar el momento. Montero ha tomado entonces la palabra: “Si queréis, subid”. Una de las jóvenes ha asentido entre gritos y silbidos del público. Corredera le ha dado entonces el micrófono a la joven que ha cortado el acto, que se ha ubicado a la altura del escenario, muy cerca de las escaleras:
―¿Ministra, qué es una mujer?
Montero ha sido tajante: “Las mujeres, por el hecho de ser mujeres, tenemos riesgo de sufrir violencia”, ha observado. “Hay que respetar a todas las mujeres. Ser mujer es eso”. La joven, visiblemente nerviosa, ha insistido. “Es lo mismo de siempre. No responde. Yo pregunto qué es ser una mujer. Si no sabes definir lo que es ser una mujer, haced caso a las asociaciones feministas”. Una mujer ha gritado desde su butaca:
―¡No hables en nombre de todas!
Una más se ha sumado: “¡No, guapa, no!”.
Montero ha tomado entonces la palabra: “Se pueden tener visiones diferentes, pero mi obligación es hacer cumplir los derechos. Decir que una mujer trans no es una mujer, es ir en contra de los derechos fundamentales. Lo que amenaza a las mujeres es la falta de educación sexual, los agresores sexuales. Que viva la lucha feminista”. El público ha aplaudido entre vítores: “¡Brava, Irene!”. Corredera, la presentadora, ha seguido con el acto, con cierta guasa: “Pues se ha quedado una buena mañana”.
La polarización del movimiento feminista se ha evidenciado en el acto. La ruptura no es nueva. En 2022, por primera vez en la historia, el feminismo marchó separado. Volvió a suceder en el Día Internacional contra la Violencia de Género, el 25 de noviembre, y ocurrirá de nuevo esta tarde. Y aunque se hable de división, no es a partes iguales. La realidad responde más a la escisión de una parte del movimiento a raíz de la ley trans.
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