Francia prohíbe fumar en playas, parques y espacios públicos a partir del 1 de julio

Francia quiere tener “la primera generación sin tabaco” y, para avanzar en ello, prohibirá fumar desde el próximo 1 de julio en espacios al aire libre como playas, jardines, parques o en las paradas de autobús. También en los alrededores de los colegios, institutos e instalaciones deportivas. La prohibición no afecta de momento a las terrazas y tampoco al cigarrillo electrónico.

La medida la ha anunciado la ministra de Salud, Catherine Vautrin, en una entrevista al periódico regional Ouest-France, con motivo del Día Mundial sin Tabaco, que se celebra el 31 de mayo. “El objetivo es que el tabaco desaparezca totalmente en los lugares donde hay niños”, ha señalado la ministra. La multa para los que infrinjan la prohibición será de 135 euros y los policías municipales serán los encargados de vigilar que se cumpla.

En realidad, el Gobierno extiende a nivel nacional una medida que ya existe en parte del territorio. En Francia hay alrededor de 7.000 espacios sin tabaco, según cifras de la Liga contra el Cáncer, en más de 1.500 municipios, que han validado esta prohibición por decreto en los últimos años. La iniciativa se anunció en 2023, cuando el entonces ministro de Sanidad, Aurélien Rousseau, presentó el plan nacional contra el tabaquismo para el periodo 2023-2027.

El 78% de los franceses está a favor de esta extensión de los espacios libres de humo. Desde 2007 está prohibido fumar en lugares cerrados y ya entonces se planteó como objetivo censurar el tabaco en algunos espacios abiertos. Según los datos del Observatorio de drogas y tendencias adictivas (OFDT, en sus siglas en francés), el 23,1% de los adultos declara ser fumador habitual, el nivel más bajo desde los años 90, y las ventas de tabaco cayeron un 11,5% el año pasado con respecto a 2023.

Entre los jóvenes ha caído el consumo: en 2017 un 25% de menores de 17 años declaraba fumar, frente al 16% en 2022, según cifras de este observatorio. Lo que ha aumentado es el cigarrillo electrónico. Un 6,1% de franceses asegura fumarlo a diario, frente al 2% de 2017.

En Francia el tabaco es la principal causa de muerte evitable. Se le atribuyen uno de cada 10 decesos al año (75.000). Son unas 200 muertes por día, el 60% por cáncer y otro 18% por enfermedades cardiovasculares. “Una vida no tiene precio, pero el cáncer cuesta al estado 150.000 millones de euros al año, que es una cifra importante cuando pensábamos en la situación financiera de nuestro modelo social. El tabaco no es un problema individual, sino de todos”, ha denunciado Catherine Vautrin.

El Comité Nacional contra el Tabaquismo ha aplaudido la medida, aunque cree que la prohibición debería extenderse también a todas las terrazas, pues son espacios donde hay menores. Es justo lo que quiere prohibir el Ministerio de Sanidad en España. Vautrin ha justificado su no inclusión en Francia: “Nuestro objetivo es concentramos en los espacios donde hay más niños, no estamos aquí para dar lecciones de moral, sino para trabajar la prevención”.

Con respecto al cigarrillo electrónico, la ministra de Salud ha anunciado que se está estudiando bajar la tasa de nicotina permitida y también reducir los aromas “más atrayentes” de los mismos. La idea es que las medidas entren en vigor antes del primer semestre de 2026.

Los vapeadores están desde hace tiempo en el centro del debate, pues el Gobierno considera que es “una puerta de entrada al tabaco”, sobre todo entre los jóvenes. La ex primera ministra, Elisabeth Borne, fue muy criticada por vapear constantemente en la Asamblea Nacional, durante los debates parlamentarios. En 2023, una diputada la reprendió por usar su cigarrillo electrónico en el Hemiciclo justo el día después de que el ministro de Salud de su Gobierno presentase el plan de lucha contra el tabaquismo.