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La mejora del diagnóstico, clave para que España deje de estar a la cola de Europa en supervivencia de leucemia infantil

Una campaña reclama que los hospitales incorporen un nuevo protocolo que ya se usa en 14 países para afinar el tratamiento a un cáncer que es la primera causa de muerte en niños

Leucemia infantil
Una enfermera revisa la quimioterapia en el hospital Sant Joan de Déu de Barcelona.Albert Garcia
Pablo Linde

España siempre ha estado rezagada respecto a sus vecinos europeos en la supervivencia de la leucemia linfoblástica aguda infantil, el cáncer más frecuente en niños, la primera causa de muerte de menores de 15 años. En los últimos años, las terapias han avanzado y la gran mayoría de los niños (84,7%) se cura, pero el país sigue lejos de los países del continente con mejores resultados. Ocupa el decimotercer puesto en el continente, algo que la Fundación Unoentrecienmil denuncia desde este jueves con la campaña “Leucemia, vete ya”.

“Cuando sufres leucemia infantil, cuesta más sentirse orgulloso de ser español”, reza la campaña, que demanda generalizar la incorporación en los hospitales españoles de un protocolo europeo que, aunque está en fase de ensayo, ha demostrado mejorar la supervivencia. La aspiración: conseguir lo que ya han hecho países como Finlandia, donde el 95% de los niños diagnosticados se curan con tratamientos de primera línea.

“Los 10 puntos que separan a España de Finalandia pueden parecer pocos, pero supondría salvar 30 vidas al año en España [que registra unos 350 casos anuales]”, asegura José Carnero, presidente de Unoentrecienmil, que con una donación de un millón de euros ha puesto en marcha un proyecto piloto para implantar el protocolo europeo en dos hospitales: el Niño Jesús de Madrid y el Sant Joan de Déu de Barcelona.

El protocolo, al que se han incorporado 14 países, consiste en mejorar los diagnósticos a base de pruebas más precisas que permiten afinar los tratamientos: dar menos a los niños que no necesitan tanto, disminuyendo la toxicidad y los efectos secundarios; más a los que lo precisan; o detectar antes si no está haciendo efecto para progresar a procedimientos de segunda o tercera línea. Es decir, no se trata de aplicar nuevos medicamentos, sino de mejorar la dosificación de la quimioterapia que ya se utiliza para curar a ese 84,7% de niños que consiguen salir adelante tras el diagnóstico.

Es un proyecto europeo bajo el nombre Alltogether, al que los hospitales españoles han conseguido sumarse recientemente tras acreditar la capacidad para realizar estas pruebas. Dada la escasa incidencia de este cáncer (que por su prevalencia es equivalente a una enfermedad rara), no todos los centros pueden hacerlas y los de Madrid y Barcelona centralizarán buena parte de las de todo el país.

El Ministerio de Sanidad explica, a través de una portavoz, que las pruebas necesarias para este protocolo ya están en la cartera de servicios del Sistema Nacional de Salud. Esto quiere decir que las comunidades autónomas, a través de sus hospitales, deben garantizar el acceso a todos los usuarios de la sanidad pública.

“Para impulsar la implementación en el sistema sanitario público del catálogo de forma efectiva, homogénea, equitativa y de acuerdo con criterios de calidad, el Ministerio de Sanidad ha distribuido cerca de 90 millones de euros entre las comunidades autónomas para ayudar a dotarse de los recursos necesarios para realizar las pruebas genéticas del catálogo (entre los que están incluidos los del protocolo) y disponer de un sistema de información común”, añade la portavoz.

La mayor dificultad para la generalización de estas pruebas, coinciden Sanidad y los profesionales que las realizan, es la capacidad técnica de los hospitales para realizarlas, algo que tiene que ser gestionado y organizado por las comunidades autónomas. “Como ocurre con otras actividades incluidas en la cartera común que no se llevan a cabo en todos los hospitales, los centros o comunidades autónomas que no realizan estas pruebas por ellas mismas pueden derivar su realización a otros centros del SNS donde sí se realizan”, concluye el ministerio.

Blanca Herrero, médica a cargo de las terapias oncológicas avanzadas en el Niño Jesús, está convencida de que la generalización de este protocolo mejorará la supervivencia, pero defiende los progresos que se han hecho en los últimos años. En 2013, los hospitales españoles impusieron un protocolo propio que, según datos preliminares, todavía no publicados, han logrado mejorar las cifras.

“El mensaje que a mí me gustaría transmitir, porque tenemos muchas familias que se están tratando con nuestros protocolos ahora mismo, es que nuestros pacientes, los pacientes españoles, están teniendo los mejores tratamientos que hay disponibles. La inclusión del protocolo [Alltogether] es que tiene que ser paulatina, porque solo hay dos laboratorios de referencia que tienen que dar servicio a todos los hospitales. Estas semanas van a empezar a aplicarlos otros dos hospitales y la idea es que esté muy rápidamente disponible en todos los centros”, explica Herrero.

Sumarse a esta iniciativa no solo redunda en el beneficio de los pacientes a los que se les aplique, sino que también contribuye a mejorar los tratamientos futuros. Al ser la leucemia infantil una enfermedad con una baja incidencia, es necesario unir casos de muchos países para sacar conclusiones sólidas de las terapias que se aplican. Y esto es precisamente lo que hace Alltogether.

Aun así, algunos tratamientos seguirán fallando. Y, para los niños afectados, están los tratamientos de segunda línea, los trasplantes de médula o las nuevas terapias celulares CAR-T, basadas en inmunoterapia, que se emplean cuando todas las demás técnicas han fallado.

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Sobre la firma

Pablo Linde
Escribe en EL PAÍS desde 2007 y está especializado en temas sanitarios y de salud. Ha cubierto la pandemia del coronavirus, escrito dos libros y ganado algunos premios en su área. Antes se dedicó varios años al periodismo local en Andalucía.
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