España presiona a las tecnológicas con una solución pionera que bloquea el acceso de los menores a webs violentas
La Agencia Española de Protección de Datos trabaja en una herramienta de verificación de la edad en Internet que prevé lanzar el próximo verano como respuesta a la negativa de las plataformas a desarrollar estos controles
España quiere liderar la incipiente batalla que se está librando en otros países europeos y desde la propia Unión Europea para obligar a las plataformas online a que tomen partido y se impliquen en el bloqueo del acceso a contenidos inapropiados por parte de menores. Este posicionamiento, que se ha materializado con la presentación este jueves por parte de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) de una nueva herramienta “efectiva” de verificación de edad que estará lista en el verano de 2024, llega en un momento de hartazgo y crispación por el impacto que ciertos contenidos violentos están causando en la salud mental de los adolescentes e incluso en la aparición de conductas sexuales distorsionadas.
Mientras el Reino Unido es el único país europeo que ha aprobado una ley específica que obliga a las plataformas a comprobar que las personas que intentan acceder tienen la edad legal para hacerlo mediante diferentes herramientas como la verificación biométrica, los proveedores de contenido online siguen eludiendo su responsabilidad con el pretexto de que técnicamente no es viable sin incurrir en procesos intrusivos que acumulen datos excesivos de los usuarios.
El proyecto presentado por la AEPD consiste en una herramienta que están desarrollando junto a la Fábrica Nacional de Moneda y Timbre ―entidad que expide, por ejemplo, la certificación de firma electrónica― cuyo formato está todavía por definir (no está claro si se materializará como una app, como un código QR o como un certificado digital). “Se trata de una solución práctica, respetuosa y pionera en Europa que va a permitir bloquear contenidos en función de la edad, sin revelar datos de la identidad de la persona a la web proveedora del contenido”, ha explicado Mar España, la directora de la agencia.
Los sistemas de verificación de edad que emplean actualmente las plataformas presentes en internet son muy laxos y en muchos de los casos se basan en espacios que el usuario rellena al registrarse o, en el caso de las redes sociales, al abrirse una cuenta, en los que solo tienen que marcar una casilla en la que afirma superar una determinada edad (en el caso de TikTok, la edad mínima para registrarse son 13 años, 16 en el de Whatsapp), sin ningún tipo de mecanismo que corrobore la autenticidad de esa información. En palabras de Mar España, esos sistemas ―basados habitualmente en autodeclaraciones―, han demostrado “riesgos claros”, como la localización de menores con fines comerciales o de explotación sexual; exposición de la identidad en la red; o recopilación y tratamiento de datos no necesarios.
Algunos expertos, como el abogado especializado en derecho digital Borja Adsuara, pronostican que en los próximos meses habrá un boom de herramientas de verificación de la edad y que las plataformas tendrán que aceptar alguna de ellas por la presión social y de las autoridades o desarrollar una propia. “Las plataformas alegan que no hay una tecnología disponible suficientemente fiable, no lo dicen públicamente, sino en conversaciones a puerta cerrada. Se empieza a poner dura la cosa no solo en España, sino en otros países como Francia, porque ya empiezan a surgir soluciones”. Él también está trabajando desde hace tiempo en una solución con un “tercero de confianza”, por la que una persona autoriza a una entidad (pública o privada) a que certifique digitalmente que cumple la edad requerida para poder acceder a un servicio o contenido, de forma que las compañías no tienen acceso a datos de carácter personal. “Nos hemos dado cuenta de que muchas plataformas, como las de car sharing, solicitan el DNI para autorizar el uso, luego esos datos pueden filtrarse y acabar en una estafa... si un tercero de confianza lo acredita y certifica que cumples, es más seguro”.
El objetivo del sistema de verificación de edad presentado por la AEPD es proteger al menor del acceso a contenidos para adultos y que estos contenidos, a su vez, puedan ser accesibles para los usuarios que puedan demostrar su edad sin necesidad de hacer visible su identidad. “No se trata de que los proveedores de contenidos conozcan que la persona que está intentando acceder es menor de edad, puesto que eso supondría una exposición o señalamiento y se multiplicarían los riesgos, sino que exista una garantía de que ha demostrado su condición de persona autorizada para acceder”, ha expuesto la directora.
La AEPD ha sancionado recientemente a dos empresas españolas de distribución de pornografía online con multas de 525.000 y 75.000 euros por “la falta de exactitud en la verificación de la edad y de privacidad desde el diseño”. “Si bien había presentes mecanismos para declarar la edad, no existía ninguno para comprobarla ulteriormente, ni ninguno para verificarla”, señala la agencia en un documento. Hasta la fecha, son los únicos precedentes de sanción por incumplimiento de verificación de edad en España.
Normativas estatales y europeas
Desde hace años, diferentes normativas nacionales y europeas han exigido a las plataformas esos mecanismos de verificación, que se han incumplido reiteradamente de forma manifiesta. En el caso de España, leyes como la Ley General de Comunicación Audiovisual (aprobada en 2010 y cuya última actualización es de julio de 2022) obliga a las plataformas de intercambio de vídeos a establecer sistemas de verificación de edad en aquellos contenidos nocivos que puedan perjudicar a los menores, como la violencia o la pornografía.
En el plano europeo, es la Ley de Servicios Digitales ―que entrará en vigor el 17 de febrero del 2024― la que prevé mecanismos de verificación de edad para menores para acceder a contenidos inapropiados. “Será la primera norma del mundo en el ámbito digital que obliga a las empresas de servicios digitales de toda la UE a rendir cuentas por los contenidos publicados en sus plataformas”, señala Laura Ballarín, eurodiputada del PSC-PSOE. En su artículo 35, esa ley contempla la adopción de medidas específicas para proteger los derechos de los menores, incluidas herramientas de verificación de la edad y de control parental, así como herramientas destinadas a ayudar a los menores a señalar abusos u obtener ayuda. Ballarín, que considera que el establecimiento de mecanismos de verificación de edad a través de sistemas no invasivos y que respeten sus derechos, especialmente su privacidad, son clave, remarca, sin embargo, que esta ley se centra únicamente en grandes plataformas y motores de búsqueda. “Debería haber ido más allá y ser exigible también para todas las plataformas y canales de mensajería, independientemente de su tamaño”, remarca la eurodiputada, que considera que todas estas herramientas de control deben ir acompañadas de políticas públicas de educación digital y sexual afectiva dirigidas tanto a menores como a sus familias.
Javier Zarzalejos, eurodiputado del PP y ponente del nuevo proyecto de reglamento de lucha contra el abuso sexual infantil en la red (pendiente del acuerdo del Consejo para negociar el texto definitivo), señala que esa normativa prevé de forma específica que se tendrán que adoptar procedimientos eficaces de verificación de edad para impedir el acceso de menores a plataformas cuyo objetivo fundamental sea la distribución de pornografía. “Con todo el marco normativo que hay sobre la mesa, cabe esperar que esos mecanismos se van a poner en marcha, teniendo en cuenta que luego son las agencias de protección de datos las que tienen que velar para que la verificación de edad cumpla con requisitos no intrusivos”, explica. Hay varios sistemas de este tipo, desde los llamados terceros de confianza hasta aplicaciones que puedan incorporar las propias compañías. “Lo importante es que se la verificación de la edad no conlleve el procesamiento de datos personales”, indica Zarzalejos.
El eurodiputado del PP critica que siempre que se ha planteado esta regulación, las compañías ofrecen dos argumentos. “Por un lado, te cuentan que pueden llevar a cabo la verificación de la edad, pero con procesos intrusivos, desde la lectura del iris hasta el reconocimiento biométrico. Por otra parte, pueden hacer uso del procesamiento masivo de datos: por ejemplo, las redes sociales pueden analizar qué amigos tienes o a qué colegio vas para verificar la edad”. El Parlamento Europeo ha introducido una cláusula en la que se descarta la captación de datos biométricos para la verificación de edad. “Un control de la edad puede afectar al modelo de negocio y por eso hay algunas plataformas reacias”, zanja el eurodiputado.
Preguntado por este periódico, fuentes de Google señalan que llevan desarrollando desde hace años plataformas, herramientas y funcionalidades para que los pequeños, jóvenes y las familias puedan tener una relación con la tecnología segura. Además de la actualización de las cuentas para cumplir requisitos de edad, disponen de más de 14 herramientas para el control y la limitación del consumo que hacen los menores como Family Link o YouTube Supervised Experience.
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