La huelga académica más grande de Estados Unidos llega a su fin tras cinco semanas de protesta
Casi 50.000 trabajadores de la Universidad de California deben votar la próxima semana la propuesta de mejora salarial para volver a clases
Hay un principio de acuerdo en la Universidad de California. Unos 48.000 trabajadores académicos pararon sus actividades durante cinco semanas para exigir un incremento de salarios y una mejora de condiciones en uno de los centros educativos públicos más importantes de Estados Unidos. Los líderes del movimiento han anunciado la tarde del viernes que hay condiciones para levantar la huelga —la más grande vista nunca en un campus escolar de EE UU— si los sindicalizados aprueban las condiciones ofrecidas por la institución.
La huelga, iniciada el 14 de noviembre, había interrumpido las clases en las 10 instalaciones que tiene la universidad a lo largo del Estado, un sistema que alberga a 280.000 estudiantes de todo el mundo. El paro de actividades fue convocado por los profesores ayudantes que estudian el doctorado, los académicos postdoctorales y los investigadores doctorandos.
Los investigadores y los académicos postdoctorales habían llegado a un acuerdo tentativo a principios de diciembre que mejoraba la situación de sus contratos, colocando el salario mínimo en 70.000 dólares, uno de los más altos en Estados Unidos. Pero ambos grupos habían acordado seguir la huelga hasta que existiera un acuerdo para los profesores ayudantes, el grupo más vulnerable y sobre quienes pesaba la mayor carga laboral en la vida universitaria. Estos son estudiantes del doctorado, quienes también trabajan en diferentes facultades ayudando a los profesores titulares en sus clases. Estos veían como las altas rentas de California, donde una habitación puede costar 2.100 dólares mensuales, consumía la mayor parte de sus salarios.
La oferta de la universidad, que tendrá que ser secundada por los trabajadores (sindicalizados dentro de una organización de empleados de la industria automotriz), ofrece una subida del 47% para los estudiantes/trabajadores que menos ganan. Estos pasarían de ganar 23.250 dólares a 34.000 dólares por nueve meses de trabajo de medio tiempo. El monto es inferior a los 54.000 dólares que solicitaban inicialmente. De ser respaldado, el contrato permitiría una renegociación en mayo de 2025.
“Esta ha sido una huelga histórica y ganamos un acuerdo histórico que alza el listón para la educación pública en todo el país”, ha señalado esta tarde Rafael Jaime, el presidente de la sección 2865 del Sindicato de Trabajadores Automotrices.
El voto que debe ratificar el fin de la huelga se llevará a cabo la próxima semana. Si la oferta es rechazada, la huelga continuará y pondrá en aprietos a la Universidad, que está en plena época de exámenes finales y fin de semestre. Si 2022 cierra con un paro, el arranque escolar del siguiente ciclo, donde ya están matriculados decenas de miles de estudiantes, resultará afectado.
La tensión de la huelga ya era percibida por los profesores titulares, quienes secundaron la protesta de los colegas que ayudan con la mayoría de las tareas cotidianas en las aulas. Alex Saum-Pascual, quien lleva once años como académica en el Departamento de Español y Portugués de Berkeley, afirmaba esta semana que la Administración jugaba sucio. La cúpula universitaria sugería al profesorado debía asumir muchas de las tareas de sus ayudantes en el tramo final del semestre. “Se nos obliga a hacer un trabajo que no nos corresponde y que no es remunerado”, afirmaba Saum-Pascual vía telefónica.
El acuerdo también incluye mejoras en los apoyos monetarios y subsidios para el personal académico que es madre o padre, una extensión de la baja por maternidad o paternidad y de los planes de seguros de salud para los dependientes, además de subsidios de movilidad. La universidad también se hará cargo de hasta tres años de colegiatura extra para algunos estudiantes extranjeros.
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