Luis Argüello abandonará el cargo de secretario general de la Conferencia Episcopal tras ser nombrado arzobispo de Valladolid

El papa Francisco ha nombrado arzobispo de Valladolid al actual secretario general y portavoz de la Conferencia Episcopal Española (CEE), Luis Argüello, según ha informado este viernes la CEE en una nota de prensa. Argüello, que ya era obispo auxiliar de dicha diócesis, sustituirá al arzobispo Ricardo Blázquez, presidente de la Conferencia desde 2008 hasta 2011 y entre 2014 y 2020. Argüello ha comunicado, en una rueda de prensa en Valladolid, que instará a ser relevado en su puesto como secretario y portavoz de los obispos. “En la próxima Plenaria los obispos habrán de elegir un nuevo secretario, pues no parece factible compartir ambas responsabilidades”, ha asegurado en una entrevista al diario Religión Digital. Argüello fue elegido para desempeñar dicho cargo desde noviembre 2018 hasta 2023. La Comisión Permanente de la CEE se reúne el próximo martes en su segunda cita anual, en la que, previsiblemente, Argüello presentará su renuncia. La siguiente plenaria de los obispos está prevista para finales de octubre o principios de noviembre.

El mandato de Argüello ha estado marcado por el escándalo de la pederastia en la Iglesia española. Su papel como la voz de los obispos ante la sociedad y los medios no ha gustado a muchas diócesis españolas, especialmente por sus declaraciones negacionistas ante el problema de los abusos. “Son solo pequeños casos”, dijo; “No realizaremos un informe. No hay datos. ¿Qué hacemos? ¿Coger un túnel del tiempo?”; “Quizá en la sociedad española, por la misma manera de vivir de los sacerdotes en la vida parroquial, es que el número de abusadores eclesiásticos ha sido menor”.

A los abusos se les han sumado otros temas de actualidad relevantes, como la ley de eutanasia, la de educación, las inmatriculaciones de la Iglesia, la identidad de género o las terapias “de conversión” a homosexuales. Sobre la orientación sexual y la elección de sacerdotes, dijo a los pocos días de ser elegido: “Pedimos candidatos que sean enteramente varones, o sea, heterosexuales”. Frase por la que tuvo que pedir disculpas públicamente.

Su ambigüedad en la forma de responder a la prensa le valió una pequeña broma del papa Francisco durante la visita del prelado al Vaticano en 2020: “Cuando te jubiles tienes que venir a Roma para participar en el equipo de fútbol, porque gambeteas [regateas] muy bien a los periodistas”.

El discurso de Argüello también ha estado enfocado durante estos casi cuatro años en la necesidad social de ayudar a los pobres, a los refugiados y, especialmente, a los enfermos con cuidados paliativos. “Los desafíos de un mundo en guerra, mercantil y militar, exigen grandes acuerdos. El evangelio de hoy nos da claves: soltar las piedras de las manos y no pecar más. Buscar juntos el bien común y abandonar luchas por el poder e ideologías que prescinden de los hechos y de los pobres”, escribió en su cuenta de Twitter el pasado abril.

El nuevo arzobispo de Valladolid nació en mayo de 1953 en Meneses de Campos, Palencia. Su vida ha estado estrechamente relacionada con la ciudad vallisoletana. Se trasladó allí de niño para estudiar en el colegio de Nuestra Señora de Lourdes, gestionado por los Hermanos de La Salle. Estudió Derecho en la universidad de la localidad, donde fue profesor de Derecho Administrativo. Estudió Teología y Filosofía en el Estudio Teológico Agustiniano. Fue ordenado en 1986 por el entonces arzobispo de Valladolid José Delicado. Entre 1997 y 2011 fue rector del Seminario Diocesano de Valladolid. También ocupó otros cargos relevantes en el episcopado, como vicario episcopal de la ciudad, miembro del Consejo y, nombrado ya por Blázquez, vicario general entre 2011 y 2016. En abril de ese año fue designado por el Papa obispo auxiliar de Valladolid.