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Vídeo | Lecciones desde Islandia para la reconstrucción de La Palma

Un mes y medio después del apagón del volcán, los vecinos afectados comienzan una reconstrucción que tiene paralelismos con lo que fue la erupción del Eldfell islandés

Foto: Alvaro de La Rúa | Vídeo: Belén Fernández, Alvaro de La Rúa

Hace más de un mes que el volcán de Cumbre Vieja se apagó. Muchos de los afectados aseguran que lo peor empieza ahora, en la reconstrucción. Los vecinos de los barrios más golpeados, tienen muchas preguntas y la administración, por ahora, pocas respuestas. Roberto Leal, presidente de la Asociación de vecinos de Todoque, el barrio que desapareció bajo la lava, no cree que sea viable reconstruir los vecindarios tal y como estaban antes pero demanda un plan urbanístico concreto en un futuro próximo “para que podamos, por lo menos, tener la ilusión de recuperar nuestro hogar“. Las asociaciones vecinales demandan respuestas a estas y otras preguntas: ¿Se podrá construir algo sobre la lava?, ¿qué parte de la colada va a ser espacio natural protegido?, ¿en qué terreno podrán los vecinos afectados planificar sus nuevos hogares? o ¿cambiará la ordenación urbanística de la isla en un futuro?.

En el vídeo que acompaña esta noticia, Manuel Perera, concejal de Urbanismo de Los Llanos de Aridane, uno de los municipios más afectados, contesta a EL PAÍS estas cuestiones y analiza el proyecto de reconstrucción que se llevará a cabo en la isla. “Entendemos las quejas de los vecinos pero tenemos que cumplir la ley de forma escrupulosa, todo lleva su tiempo y no hay una normativa diseñada para este tipo de catástrofes”, explica el concejal. En breve, el gobierno canario aprobará un decreto ley para recalificar suelo rústico en la zona destinado a cubrir la emergencia de las personas que se quedaron sin casa.

De la angustia vecinal nace el proyecto “Revivir el valle”, impulsado por el Cabildo, los ayuntamientos afectados y la Universidad de la Laguna, que propone dar una respuesta coordinada a la participación ciudadana para apoyar el proceso de recuperación tras la erupción. Lo hacen mediante reuniones semanalas donde escuchan a los afectados, sus quejas, peticiones y reflexiones que ha dejado esta crisis. Azucuhae del Rosario Martin, uno de los promotores de la iniciativa, cree que no se puede reconstruir La Palma sin mirar a los vecinos: “Hay que ser transparentes con ellos y decirles la verdad”.

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