La lava del volcán de La Palma sepulta casi por completo la playa de Los Guirres

Nuevo hito del volcán de La Palma en su destructivo avance. La lava expulsada desde Cumbre Vieja ha alcanzado este mediodía las 998,4 hectáreas de terreno y ha sepultado casi por completo la playa de Los Guirres. El magma ha arrasado o afectado 2.724 edificaciones y unas 290 hectáreas de cultivos, fundamentalmente de plataneras. Dos coladas permanecen activas desde el 19 de septiembre, una de ellas ha alcanzado el mar en la mañana de este miércoles y ha entrado en contacto con la fajana que se formó a partir del 28 de septiembre.

Las nueve lenguas restantes siguen paralizadas, sobre todo las denominadas 8 y 11, que amenazan, respectivamente, las localidades de La Laguna al norte del frente lávico y el Camino Aniceto, al sur.

La sismicidad ha vuelto a dejar huella en la isla en las últimas horas. La portavoz del comité científico, María José Blanco, ha resaltado en su comparecencia que la profunda, la que se ubica a más de 20 kilómetros de la corteza terrestre, ha vuelto a repuntar tras varios días de retrocesos. Los terremotos más alejados fueron los primeros que cesaron en la erupción de El Hierro hace 10 años, por lo que se consideran un baremo del comportamiento futuro del volcán.

Este aumento de la sismicidad en las últimas horas podría ser el presagio de un repunte de la actividad volcánica, como ha sucedido en otras ocasiones durante el proceso eruptivo, aunque aún es “pronto” para sacar conclusiones, según el Instituto Geográfico Nacional (IGN). Itahiza Domínguez, sismólogo de la organización estatal, señala que conviene aguardar al análisis del resto de variantes. “Hay que tomarlo con cuidado”, ha advertido. “Pudiera ser un síntoma de reactivación de los reservorios” de magma profundos o tener “otras implicaciones”, como, por ejemplo, que el sistema se esté “reajustando de golpe” por un vaciado que “ya se produjo”. Así las cosas, el terremoto de mayor magnitud ha sido uno de 4,8, registrado a 34 kilómetros de profundidad en Villa de Mazo a las 11.10 (hora local), y ha sido sentido en toda La Palma y en islas vecinas como El Hierro con una intensidad de IV en una escala del I al XII.

La sismicidad no es la única variable que ha empañado las esperanzas de un pronto cese de la erupción. Las emisiones de dióxido de azufre, una variable que barema la fortaleza del volcán, han vuelto a elevarse en las últimas horas y han alcanzado unos valores entre 31.000 y 43.000 toneladas diarias, frente a la horquilla de 9.000 y 13.000 medidas este martes, cuando los científicos observaron que la erupción entraba en una “fase estable”. En todo caso, María José Blanco recalcó que el análisis de imágenes satelitales sí refleja una tendencia descendente desde el pasado 23 de septiembre, cuando se registraron máximos superiores a las 50.000 toneladas diarias de este gas.

La calidad del aire ha permitido este miércoles que se reanuden las clases presenciales en los centros educativos de Los Llanos de Aridane, El Paso, Tazacorte, Puntagorda y Tijarafe, tras siete días de enseñanza por internet. La Consejería de Educación ha tomado esta decisión tras la mejora en la calidad del aire en los cinco municipios, que pasa de extremadamente desfavorable a desfavorable. No obstante, aconseja trasladar la actividad del exterior al interior y reducir el esfuerzo físico a 30 minutos.

Barcas para riegos

Los regantes del suroeste de la isla contarán con la ayuda de un barco de La Armada española para poder acceder por vía marítima a sus fincas de plátanos, con el objeto de que puedan realizar labores de mantenimiento pese a los cortes de carreteras. Este ha sido un procedimiento largamente usado en épocas pasadas por los granjeros isleños.

Actualmente, los agricultores de la importante comarca platanera de Puerto Naos y La Bombilla (suroeste de la isla) tardan más de hora y media en llegar a sus cultivos por carretera, ya que las vías habituales han sido sepultadas por las coladas del volcán. Con esta operación solicitada por el Cabildo de la Palma, la Armada garantizará el transporte entre las cinco millas que separan el puerto de Tazacorte y la playa de Puerto Naos en 20 minutos, y se prevé realizar una media de tres viajes al día.

No es esta la única nueva medida respecto de la actividad agrícola de la isla. Los plátanos locales dañados por la ceniza podrán comercializarse a partir del jueves gracias a una orden que ha publicado este miércoles el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y que permite una exención temporal de determinados requisitos de la norma de comercialización de estos productos.

Los agricultores palmeros se han quejado en innumerables ocasiones de que la ceniza afecta a la epidermis de la fruta, pero deja intacta la pulpa. Estos plátanos dañados superficialmente no podrán ser vendidos en grandes superficies, pero sí podrán ser servidos en restauración y en distribuciones gratuitas de alimentos.