Los maristas piden perdón a las víctimas de abusos en Vigo sin revelar el historial de los pederastas
La orden no da detalles sobre cuántos años pasaron los religiosos acusados en el centro ni de los destinos que tuvieron en su carrera
Los maristas pidieron el martes perdón a las ocho víctimas de pederastia en el colegio de El Pilar, de Vigo, en los años sesenta, que denunciaron los abusos a través de EL PAÍS. “Condenamos lo ocurrido, lamentamos profundamente esta situación y les pedimos perdón por haberles fallado y no haberles protegido”, dijo en un comunicado la Provincia Marista Compostela. La orden reiteró que ha abierto una investigación, se puso a disposición de las víctimas y recordó el correo electrónico al que pueden escribir las personas afectadas, también de forma anónima: contigo@maristascompostela.org.
No obstante, los maristas continúan sin dar información sobre el historial de los cuatro religiosos acusados: ni de cuántos años estuvieron en el colegio vigués, ni por qué otros centros maristas pasaron antes y después, a lo largo de su vida. Los exalumnos que han revelado los abusos aseguran que las víctimas pueden ser cientos, solamente en el colegio de Vigo, y estos datos son decisivos para conocer la verdad y ayudar a que otros posibles afectados reconozcan a sus agresores y salgan a la luz. Estos exalumnos afirman que los abusos eran un secreto a voces y hasta se hacían burlas entre alumnos.
La congregación se remite por el momento a su breve comunicado mientras lleva a cabo su investigación interna, que de todas maneras aún no sabe si hará pública. Tampoco revela el número de mensajes de otras posibles víctimas que ha recibido en su correo electrónico tras la publicación de la noticia. Por último, no aclara la identidad real de los cuatro acusados, pues los maristas adoptan un nombre religioso por el que son conocidos por los alumnos, que a menudo desconocen el verdadero.
De los cuatro maristas acusados por ocho exalumnos solo hay datos precisos de uno de ellos, el que fue director del colegio entre 1964 y 1969, Agustín Antón del Cueto. Tenía el nombre religioso de hermano Pablo y era apodado El Cerilla, porque tenía el pelo blanco y con la sotana negra su aspecto era como el de los fósforos de entonces. Según la información de la orden, pasó por centros de A Coruña, Segovia, Oviedo, Santiago de Compostela y León. Falleció en 2006 en Valladolid a los 79 años, tras 63 de vida religiosa. Un segundo profesor, el hermano Miguel, era muy conocido en Vigo porque fue uno de los fundadores, en 1969, del histórico equipo de voleibol Club Vigo. De los dos últimos apenas hay datos: el hermano Luis, llamado El Chosco (tuerto, en gallego), y el hermano Castañón, que según los testimonios recabados fue enviado a León y también pasó por Ourense.
El colegio marista de El Pilar de Vigo ya registró un caso de abusos en 2009, un religioso de 69 años, Fernando Vecino, que se ocupaba de labores de secretaría, fue condenado a dos años de cárcel y al pago de 14.000 euros de indemnización por realizar tocamientos a dos niñas. No obstante, con el proceso ya en marcha, el colegio le hizo un homenaje por sus “50 años al servicio del Señor”. Finalmente, condenó los abusos tras la sentencia.
Los maristas recuerdan que a partir de 2011 activaron en todos sus colegios un protocolo de protección del menor. Es la orden religiosa española que ha afrontado uno de los mayores escándalos de pederastia en la Iglesia española, el de un colegio en Cataluña. El pasado mes de diciembre la congregación acordó una indemnización de 400.000 euros a 25 víctimas, aunque los casos ya habían prescrito. Acusaban a 18 profesores, tanto religiosos como seglares.
El caso de los maristas de Vigo eleva el total de los conocidos en la Iglesia en España a 316, con 825 víctimas, según la contabilidad que lleva EL PAÍS, ante la ausencia de datos oficiales.
Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es
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