El Gobierno de Johnson teme que la variante india del virus frene sus planes de desescalada
Downing Street sufre la presión de la industria turística para sacar a los destinos europeos, España incluida, de la llamada “lista ámbar”
El Gobierno de Boris Johnson se aferra desesperadamente a los planes de relajación del confinamiento que esbozó a principios de año, que han comenzado a devolver a los británicos una anhelada libertad de movimientos. La irrupción en varias zonas de Inglaterra de la llamada variante india del virus amenaza sin embargo con la posibilidad de que Downing Street se vea obligado a echar el freno en la desescalada, para evitar una nueva crisis sanitaria. El número de casos confirmados de enfermos por covid-19 a consecuencia de la nueva mutación ha aumentado en un 160% durante la última semana. De jueves a jueves, según datos de Public Health England (PHE, en sus siglas en inglés), el organismo que gestiona la sanidad pública en Inglaterra, la cifra de enfermos por la nueva variante B.1.617.2, localizada originariamente en el subcontinente indio, ha saltado bruscamente de 1.313 casos a 3.424.
La subida es muy pronunciada, pero hay que tener en cuenta que todavía el impacto sobre el desarrollo global de la pandemia en el país es pequeño. En total, Reino Unido ha diagnosticado casi 250.000 casos de covid, y aun ahora, con una incidencia de menos de 50 casos por 100.000 habitantes en 14 días, comunica unos 2.200 al día, que son menos que los que reporta España (2.800 el jueves), que tiene el 70% de población.
Algunos científicos, como Paul Hunter, profesor de Medicina en la Universidad de East Anglia, han asegurado que la mutación lleva camino de sobrepasar a la variante de Kent, conocida en el resto del mundo como la variante británica, que fue la principal causante de la fuerte virulencia de la última ola del Reino Unido. Según los datos manejados por Christina Pagel, directora de la Unidad de Investigación Clínica de la University College London, un 30% de las muestras del virus recogidas por toda Inglaterra hasta el 8 de mayo respondían a la nueva variante. “La mayoría de casos siguen siendo predominantes en la región del noroeste de Inglaterra, particularmente en Bolton, pero también en zonas de Londres. Y estamos comenzando a observar nuevos estallidos en otras regiones del país”, ha comunicado PHE.
El Gobierno de Johnson mantiene oficialmente su empeño en regresar a la plena normalidad el día 21 de junio, la fecha en la que está previsto que comience la cuarta y última fase de la desescalada. Un portavoz de Downing Street, sin embargo, ha admitido este jueves que todos los planes son revisables: “La variante identificada en India puede suponer una seria alteración del progreso en curso, y hacer que sea más difícil alcanzar la fase 4. Tomaremos las decisiones con base a los últimos datos científicos, y hacerlo con el tiempo necesario antes de dar a conocer la decisión”.
Los británicos han comenzado ya a regresar a las tiendas, bares y restaurantes que han permanecido cerrados durante cuatro meses, y el Gobierno de Johnson se enfrentaría a una seria revuelta si echara marcha atrás en sus planes de liberación. “¿Cuándo asumirá este Gobierno un mínimo riesgo y permitirá a la gente reanudar sus vidas?”, desafió Huw Merriman, el diputado conservador que preside la comisión parlamentaria de Transportes, al ministro de Sanidad, Matt Hancock, durante su comparecencia del pasado lunes ante la Cámara de los Comunes.
Downing Street sufre además la presión de la industria turística, que no comprende la decisión de incluir a la mayoría de los destinos europeos, España incluida, en la llamada “lista ámbar”. Los viajeros que regresen de esos países deberán someterse a una cuarentena de diez días y contratar un total de tres PCR, que añadirían un coste de casi 400 euros más a sus planes de viaje. Necesitan una PCR hecha 72 horas antes de viajar, y contratar previamente dos más, que se hacen los días 2 y 8 de la cuarentena. Los viajeros pueden elegir dónde hacer la primera, las dos siguientes las impone el Gobierno británico.
Además, distintos ministros del Gobierno y el propio Johnson han dejado claro que los países de la lista ámbar no deberían ser considerados posibles destinos vacacionales, y que se incrementarán considerablemente los controles domésticos para que nadie esquive el obligado aislamiento a su regreso. El primer ministro ha dejado claro además que el listado de países, revisable cada tres semanas desde su anuncio el pasado 17 de mayo –la próxima toca el 7 de junio–, no experimentará cambios “en un futuro inmediato”.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.