Irene Montero: “El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género”
El relato de la hija de Rocío Jurado sobre los malos tratos sufridos durante su primer matrimonio despierta el apoyo de políticos de distinto signo
La ministra de Igualdad, Irene Montero, ha entrado en el debate generado durante la emisión del documental en el que Rocío Carrasco, hija de Rocío Jurado, contaba en la noche de este domingo los malos tratos sufridos durante su matrimonio con Antonio David Flores. “Siempre vamos a estar ahí cuando una mujer se atreve a dar el paso de denunciar una situación de violencia machista”, ha dicho Montero en una entrevista en el programa de Telecinco Sálvame.
“Sé que hay muchas mujeres siguiendo este programa, muchas mujeres hablando de este tema con sus familias, con sus hermanas, con sus amigas. De media, una mujer que sufre violencia machista tarda en denunciar ocho años y ocho meses. Es una barbaridad. Tienen miedo de no ser creídas. Por eso es tan importante el grito “hermana, yo sí te creo”, que ayer [por el domingo] se volvía a repetir con Rocío Carrasco”, ha añadido en el programa de Telecinco Montero, que ha destacado la importancia de que “miles de mujeres” puedan verse identificadas en el relato de Carrasco: “Quizá por primera vez se vean reflejadas en las experiencias que ella cuenta. Tienen que saber que hay un teléfono, el 016, con una voz al otro lado para ayudar”.
La ministra de Igualdad ha incidido en el mismo mensaje que lanzó el domingo durante la emisión del documental: “El testimonio de Rocío Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo”, escribió en Twitter, con la etiqueta #RocioYoSiTeCreo. También la portavoz socialista en el Congreso, Adriana Lastra, dio su apoyo a Carrasco: “Es una mujer valiente, una superviviente. Su testimonio tiene un gran valor para visibilizar la violencia de género. No pararemos hasta que la vida sea segura y libre para todas las mujeres”, tuiteó, con la etiqueta #RocioVerdad1.
En Rocío, contar la verdad para seguir viva, Carrasco habla por primera vez en dos décadas en público sobre la relación con su exmarido, quien durante todos estos años ha aireado su versión en revistas y programas de prensa rosa. Los dos primeros capítulos, emitidos anoche, despertaron una gran expectación que se tradujo en 3,7 millones de espectadores pegados a los televisores, con una cuota de pantalla del 33,2% para el programa de Telecinco. La hija de Rocío Jurado relata, en una larga entrevista, a ratos serena, a ratos rota, cómo conoció al ex guardia civil en 1994, con 17 años en Chipiona (Cádiz), y la oposición de sus padres a que se fueran a vivir juntos. Cómo la historia de amor dio paso a episodios de violencia psicológica y física; a las amenazas de volver en su contra a sus hijos, con los que ella no tiene relación desde hace años; al dolor ante el linchamiento televisivo y popular al que fue sometida como “mala madre” a raíz de los relatos de Flores.
El testimonio de Rocio Carrasco es el de una víctima de violencia de género. Cuando una mujer denuncia públicamente la violencia puede ser cuestionada o ridiculizada. Por eso es importante el apoyo. #RocioYoSiTeCreo
— Irene Montero (@IreneMontero) March 21, 2021
“Recuerdo agresiones verbales de ‘inútil, no sirves para nada, estás gorda’. Puede ser una tontería, pero no es la palabra, es la forma”, describe, sobre unos meses en los que estuvo recuperándose de una operación tras un accidente en moto. “En ese momento no te das cuenta de la gravedad que eso tiene. Llega un momento en que lo normalizas. Hubo un momento que me tiró del pelo hacia abajo. Me dio con la cabeza en la mesa. Me echaba la culpa de todo lo que le ocurría. Solo sentí que quería irme, pero no lo hacía”, relata. “Yo en ese momento justificaba todo. Lo dejaba pasar. Me dijo que me fuera con mi madre y que era una hija de puta. Después de eso llega el llanto, el ‘perdóname, estoy nervioso, me crucifican por algo que no he hecho’. Y yo lo justificaba y lo disculpaba”. Finalmente, la pareja se separó en 1999, cuando su hija, Rocío, tenía tres años y hacía pocos meses que había dado a luz a su hijo, David.
Tras la ruptura, Carrasco cuenta cómo Flores la amenazó con volver en su contra a los niños. “Mi hija quería estar conmigo. Me adoraba. Él se cargó eso. Ella tenía pasión por su madre. A él no le importó eso. No le importan sus hijos. Yo soy víctima, pero mis hijos también lo son, de una mente diabólica. Ha conseguido lo que me dijo cuando me separé: “Te vas a cagar, Rociíto”. Y me los ha quitado. Ha hecho que me odien”, dice. “Yo he tenido a mis hijos muertos en vida. He tenido que hacer como que no los tengo estando vivos. Ha ensuciado su mente”, asegura. Su hija fue condenada en 2013 por agredir a Carrasco, a la que tiró al suelo donde la propinó golpes y patadas, el 27 de julio de 2012, cuando tenía 15 años, según contó Vanitatis, que accedió a la sentencia. La resolución también la condenó por un delito de maltrato habitual durante los tres años anteriores, es decir, desde que tenía 12.
Carrasco explica que lleva desde 2011 en tratamiento psicológico y psiquiátrico, por “síndrome ansiosodepresivo moderado y grave”. En 2019 intentó suicidarse. El detonante fue conocer que su hija iba a acudir al plató del programa Gran Hermano VIP para defender a su padre. “Estuve hundida mucho tiempo. No quería salir de mi casa. Me llegó la noticia y por mi cabeza empezaron a pasar todos los 20 años anteriores y todo lo que se me venía encima otra vez, pero ahora con un elemento mayor, que era mi hija en un plató defendiendo a su padre. Yo no veía a mi hija desde el 27 de julio de 2012 [el día en que esta la agredió]. No estaba preparada para verla. No quería volver a sentir miedo, vergüenza, ser cuestionada por todo el mundo. No quería seguir viviendo así. Ese día, 5 de agosto, decidí que no quería seguir viviendo”.
“Cuando mi hija sepa de lo que ha formado parte y de quién es su padre realmente, va a ser el peor día de su vida. No quiero que sufra... A mí nadie me devuelve fines de curso, besos, abrazos, poder ejercer de madre, todo lo que me he perdido de ellos. Que mi hija se fue de casa con 15 años... Nadie me va a devolver todo lo que por culpa de esta persona he perdido. Nadie me devolverá los Reyes, las Navidades... No he podido disfrutar de ellos. Quiero paz, quiero que se haga justicia, que se me deje de juzgar. Quiero vivir”, asegura Carrasco. La hija de Rocío Jurado denunció el maltrato psicológico en 2016, pero en 2018, la Audiencia de Madrid archivó la querella.
Durante la emisión del programa, la ministra de Igualdad dijo en un largo hilo sobre la violencia machista. “Este testimonio ocupará muchas horas de televisión, pero muchas otras mujeres se verán también reflejadas. Una de cada dos mujeres ha sido víctima de algún tipo de violencia machista a lo largo de su vida. Todas y cada una de ellas importan”, afirma. Montero recuerda que “no existe un perfil de mujer maltratada, igual que no existe un perfil de maltratador”, y que las víctimas “te pueden gustar más o menos, pero eso no pone en cuestión su experiencia de maltrato, ni la necesidad de que existan procesos de protección y reparación social para todas ellas”. “Arropar a una mujer que da el paso de contar su experiencia de violencia es fundamental para su proceso de reparación, pero también tiene un efecto colectivo: concienciar y protegernos de la violencia machista”, afirma. La ministra avisa de que “muchas veces los medios de comunicación se convierten, con o sin voluntad, en amplificadores de los discursos que cuestionan a las mujeres, que las ridiculizan o revictimizan”.
Rocío Carrasco denunció ayer la violencia machista. Un testimonio de maltrato que muchos pondrán en duda. Igual que lo hicieron con Ana Orantes. Igual que lo han hecho con tantas y tantas mujeres. Por eso es tan necesario el feminismo #YoSíTeCreo
— Íñigo Errejón (@ierrejon) March 22, 2021
También el líder de Más País, Íñigo Errejón, se ha sumado al apoyo y a la advertencia de la ministra a través de la red social. “Rocío Carrasco denunció ayer la violencia machista. Un testimonio de maltrato que muchos pondrán en duda. Igual que lo hicieron con Ana Orantes. Igual que lo han hecho con tantas y tantas mujeres. Por eso es tan necesario el feminismo”, ha escrito con la etiqueta #YoSíTeCreo.
Precisamente, Telecinco, la cadena que emitió el documental, ha tenido durante estas dos décadas entre sus colaboradores estrella a Flores, en programas como Sálvame, Sálvame Deluxe, Mujeres, hombres y viceversa y Gran Hermano VIP, y ha albergado en su parrilla debates en los que se alimentaba la culpabilización contra Rocío Carrasco por la falta de relación con sus hijos, como ha reconocido una de sus tertulianas habituales, Belén Esteban. Tras el debate generado, muchos tuiteros pidieron que la cadena dejara de contar en nómina con Flores. El grupo Mediaset ha anunciado este lunes que “no hay previsión” de incluirlo en futuros programas, ni en Telecinco ni en Cuatro.
Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre. #rociocarrasco #RocioVerdad1
— Rocio Monasterio (@monasterioR) March 21, 2021
La presidenta de Vox en Madrid, Rocío Monasterio, centró el debate en una de las banderas de su partido, el síndrome de alienación parental (SAP), un argumento esgrimido en algunas resoluciones judiciales y que presupone que uno de los dos progenitores, normalmente la madre, manipula a sus hijos contra el otro. El SAP carece de base científica, es descartado en numerosas sentencias judiciales, y descalificado por la Organización Mundial de la Salud y el Consejo General del Poder Judicial. “Hoy media España ha entendido lo que es el síndrome de alienación parental. Lo sufren miles de niños, unos víctimas de padre, otros de madre”, ha tuiteado.
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