La Generalitat valenciana investiga si el obispo de Alicante se vacunó de manera irregular
Jesús Murgui, de 74 años, recibió la primera dosis en una casa sacerdotal considerada una residencia de mayores
El obispo de la diócesis de Orihuela-Alicante, Jesús Murgui, de 74 años, recibió la primera dosis de la vacuna de Pfizer el pasado 8 de enero, junto a otros sacerdotes vinculados a la Casa Sacerdotal de Alicante, según ha confirmado el propio Obispado en un comunicado firmado por el vicario general, Vicente Martínez. Murgui no se ha inoculado la segunda dosis, que estaba prevista para el 29 de enero pero se pospuso después del brote que surgió en la casa sacerdotal. Ahora, la consejería de Sanidad Universal y Salud Pública de la Generalitat valenciana estudia si Murgui ha accedido a la vacuna de manera irregular.
Sanidad señala que la Casa Sacerdotal alicantina está considerada como “una residencia más en la que vive gente mayor”, por lo que se procedió a la vacunación “de todo el personal socio-sanitario y de los residentes”, según apuntan fuentes del gabinete de la consejera Ana Barceló. El asunto estriba ahora en comprobar si “el obispo es un residente más”, ya que vive en la residencia episcopal, vinculada “sanitariamente a la Casa Sacerdotal por la proximidad entre ambos edificios”, tal como alega el comunicado del obispado. “Si no es así”, continúan las fuentes de Sanidad, “tendrá que abrirse un expediente”.
La confirmación de la vacunación de Murgui llega después de que el diario El Confidencial publicara su participación en el proceso de inmunización de los residentes y trabajadores del inmueble. El vicario general apunta que el servicio médico del obispo “es el común a todos los sacerdotes” que se alojan en el edificio. “Siempre que ha tenido lugar alguna campaña de vacunación en la que se ha convocado a los miembros de este centro”, prosigue Martínez, como la anual de la gripe, “el obispo también ha sido convocado”.
Tras recibir la primera dosis, y “ante la sospecha de algún caso de coronavirus en dichas instalaciones”, Murgui se realizó una prueba PCR“ y ha estado confinado el tiempo que se ha señalado, como el resto de sacerdotes, siguiendo los protocolos sanitarios”, relata el representante episcopal. El obispo “no ha buscado ningún trato de favor sanitario”, concluye, “sino que ha cumplido el protocolo prescrito, como en las demás situaciones sanitarias que ha vivido”.
Más que sospecha, la comunidad religiosa de Alicante sufrió un brote de contagios que afectó a 24 personas de la Casa Sacerdotal, entre religiosos y plantilla externa, según ratificó el propio Murgui en un comunicado del pasado 25 de enero. Entre los contagiados figura su antecesor en el cargo, Rafael Palmero, que tuvo que ser ingresado en un hospital junto a otros cuatro sacerdotes, todos de avanzada edad. El brote obligó al confinamiento de 35 personas, entre las que no se encontraba el obispo, cuya jubilación está próxima, ya que cumplirá 75 años en abril.
No es el primer caso de posible vacunación irregular en la Comunidad Valenciana. La consejera de Sanidad, Ana Barceló, informó este martes de que su departamento ha detectado 233 casos cuya vacunación podía ser objeto de análisis por no ajustarse a los grupos de riesgo correspondientes contemplados en la primera etapa de vacunación, de los que 171 están “justificados” finalmente y 62 se continúan investigando por la constatación de irregularidades y para depurar responsabilidades. De estos, 10 son cargos públicos. Representan un 0,041% de las 149.000 vacunas administradas hasta el martes. Barceló recordó en la misma rueda de prensa que ordenó que a los casos de vacunación irregular no se les administrara la segunda dosis hasta valorar la trascendencia médica que pueda tener esta decisión y teniendo en cuenta la posición del Comité de Bioética de la Comunidad Valenciana.
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