Sanidad notifica 38.865 nuevos diagnósticos, el peor dato de los registros

El dato de nuevos positivos que dio este miércoles el Ministerio de Sanidad, 38.869 registrados en 24 horas, es con diferencia el peor nunca comunicado. El récord anterior estaba en 25.595, el 30 de octubre. La cifra es un 53% superior a la del día anterior, y triplica la máxima comunicada durante la primera ola, aunque hay que tener en cuenta que entonces solo se hacían pruebas a los casos más graves y se calcula que dos tercios quedaron sin diagnosticar. Pero, incluso así, los 38.000 de este miércoles estarían en los niveles máximos (y más si se tiene en cuenta que tampoco ahora se hace prueba a todos los infectados, ya que quedan asintomáticos que no van al médico y se calcula que estos son un 20% o 30% del total). Este informe incluye ya 2.176.089 positivos.

El ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien compareció después del Consejo Interterritorial pero antes de que se publicaran los datos, ya advirtió de un “alza importante”, que él refirió a la incidencia acumulada por 100.000 habitantes en 14 días, el indicador preferido para seguir la evolución. Esta ha pasado en 24 horas de 454,22 a 492,88, una subida del 8%; un alza del 66% en una semana y del 94% desde el 23 de diciembre, el día antes de que empezaran las vacaciones a las que todos los especialistas achacan este incremento. Las comunidades de Baleares (613), Castilla-La Mancha (636), Castilla y León (539), Cataluña (527), Valencia (609), Extremadura (1.131), Madrid (628), Murcia (713) y La Rioja (650) ya están por encima de 500, un nivel de riesgo extremo, como lo calificó la ministra de Política Territorial, Carolina Darias.

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La gran diferencia con la primera ola es la mortalidad. Al récord de casos no se corresponde —todavía al menos— uno de fallecimientos, aunque estos sí suben. Tomando los notificados en los últimos siete días, son 1.439 muertes, al nivel del 13 de diciembre, cuando la pandemia estaba en incidencias de alrededor de 200, cerca del mínimo de la segunda ola (189). El informe recoge ya 52.878 fallecidos.

Y si los casos han subido, el impacto es ya notable en las hospitalizaciones. Actualmente el 14,64% de las camas hospitalarias (18.215 personas) están ocupadas por personas con covid, cuando hace un mes lo estaba el 9,22%, 11.648 enfermos. Y la ocupación de las UCI se acelera: ya dedican el 24,76% a personas con coronavirus cuando el 11 de diciembre era el 9,22%.

“Los datos actuales son muy malos y es posible que vayan a peor en las próximas semanas, ya que los efectos de la Navidad y concretamente de final de año aún no se han visto”, dice la epidemióloga de la Universidad Europea de Valencia Patricia Guillem. “Pienso que debería ser una prioridad bajar las cifras y que para eso el único método es el confinamiento más estricto porque aunque se tomen medidas parciales todavía hay mucho movimiento de la población. Estas medidas se deberían de adoptar desde una única dirección, ya que si no tenemos 17 formas diferentes de entender las restricciones”.

“Mira que habíamos avisado, pero solo pensábamos en poder salvar las Navidades y ya estaba demostrado que las reuniones familiares y sociales eran demoledoras”, comenta con evidente desánimo la enfermera especialista en administración sanitaria Guadalupe Fontán.

Ante esta situación, Illa espera que la contundencia de las medidas que se tomen —y recordó que el estado de alarma que las ampara dura hasta el 9 de mayo— puedan doblegar este avance, aunque quedan “semanas muy duras”, avisa.

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