Vuelven los bares, vuelven todos
La desescalada del confinamiento supone una luz al final del túnel para la hostelería, pero el golpe económico será difícil de superar. Banco Santander también está volviendo a la normalidad y ha lanzado un programa específico para ayudar a este sector
La desescalada progresa en todo el territorio español y muchos bares y restaurantes han empezado a reabrir sus puertas dentro de los límites impuestos por la Administración. Hacen todo lo que está a su alcance para superar la crisis que prevé el sector hostelero para estos meses. Según un estudio de la consultora Foqus y la Universidad de Valencia, la parálisis del consumo producida por el confinamiento afectará a alrededor de un millón de puestos de trabajo de la hostelería, que tendrá perdidas por ventas de entre 54.500 y 67.000 millones de euros.
Las empresas españolas se han lanzado a ayudar con su experiencia al sector para sacarlo a flote. Banco Santander, que ya tiene abierta, desde el 25 de mayo, el 62% de su red de sucursales (2.034 oficinas), ha reforzado una sección específica enfocada a Horeca (hoteles, restaurantes y cafeterías) para que estos negocios puedan hacer frente a problemas como la falta de caja, las pérdidas tras varios meses sin facturar o la toma de decisiones sobre cuándo y cómo abrir sus locales.
Las ayudas pueden ser para el negocio, para su dueño y para sus empleados. Banco Santander ha puesto a disposición de los negocios distintos préstamos a corto y largo plazo para que puedan mantener su liquidez.
A corto plazo, por ejemplo, contemplan una financiación de tres meses para el pago de IVA, IRPF o del impuesto sobre sociedades si el importe supera los 500 euros; o líneas de crédito para necesidades profesionales como pago de nóminas, seguros sociales, impuestos o descuentos comerciales.
A largo plazo, la entidad ofrece, entre otras cosas, préstamos de eficiencia energética, apostando por el cuidado del medioambiente, para todos los que quieran reformar sus establecimientos con la intención de adaptarse a una energía más limpia y barata: sustitución de equipos de iluminación ineficiente por equipos LED, aislamiento térmico de cubiertas y fachadas, instalación de válvulas termostáticas en radiadores, reemplazo de sistemas de aire acondicionado o sustitución de la caldera convencional por una de condensación de gas natural / biomasa.
Dentro de las alternativas de financiación a la hora de reformar las instalaciones o la maquinaria de los distintos locales, Santander promueve un programa de leasing, que según el banco, es “la opción de financiación con mayor ahorro fiscal”. El préstamo bajo ese formato permite financiar el 100% del precio de compra de distintos activos orientados a renovar los negocios y deducir el IVA según la fiscalidad de cada cliente. En una línea similar, ofrece un alquiler de equipamiento de cocinas o refrigeración, por ejemplo, que puede ir renovándose periódicamente, para mantener a los comercios actualizados.
Para los dueños de los negocios, Banco Santander ha creado una serie de préstamos dispuestos a financiar sus proyectos. Para los empleados de estos comercios ha lanzado ventajas a la hora de abrir cuentas y solicitar tarjetas teniendo en cuenta la nueva situación de cada uno.
Con la idea de solventar las dudas que puedan surgir a los negocios, la entidad cuenta con Santander Personal Negocios, un equipo de gestores especializados en clientes con esta clase de comercios, que los atiende en cualquier momento.
Pero, además de la atención al cliente, Banco Santander pone a su disposición diversas herramientas y apps para facilitar el manejo digital de las finanzas. La app Santander sirve para gestionar las cuentas desde el móvil, Mi Comercio agrupa toda la información del negocio y de los clientes, Santander Empresas ayuda a controlar las finanzas de la empresa también desde el dispositivo móvil, y Santander Shopping pone a los negocios en contacto con otros clientes del banco para que puedan ver las ofertas, la localización o incluso el sitio web de cada uno de ellos.
La hostelería comienza a salir del confinamiento y las terrazas vuelven a llenarse, pero el golpe económico no será fácil de superar. Muchos de sus ingresos se dan gracias al turismo internacional, aún paralizado. Todos los apoyos son necesarios.