La Xunta quiere sancionar al ginecólogo que encabezó el movimiento contra el cierre del paritorio de Verín
El jefe de ginecología del hospital comarcal se enfrenta a un castigo de hasta dos años de inhabilitación profesional
El 1 de diciembre de 2019 la Xunta de Galicia ordenó el cierre del paritorio del hospital comarcal de Verín (Ourense), referente para una población de 30.000 personas. Apelaba inicialmente a la “falta de pericia” de los ginecólogos como consecuencia del “bajo número de nacimientos” y después, a la escasez de pediatras. Tras una oleada de multitudinarias movilizaciones y con las elecciones autonómicas a la vista, el presidente, Alberto Núñez Feijóo, acabó claudicando. Desde entonces se han sucedido los nacimientos: más de un centenar hasta la fecha. Coincidiendo con el aniversario de aquella decisión, la Xunta abre ahora expediente sancionador al ginecólogo que encabezó la protesta. Podría costarle dos años de inhabilitación. “Una venganza”, clama la plataforma ciudadana que luchó contra el cierre. La Xunta no se pronuncia. “Es un procedimiento interno del que solo se informa a los interesados”.
La actuación por la que se incoa el expediente al jefe de ginecología del hospital, Javier Castrillo, se remonta al 30 de noviembre de 2019 cuando en el paritorio de Verín se registró el que habría de ser el último nacimiento en ese hospital, según le consta al ginecólogo. El pequeño vino al mundo “completamente sano y sin complicaciones”, como certificaron en aquel momento el propio Castrillo y las matronas. No obstante, con el anuncio del cierre ya pendiendo sobre la sala de partos , la pediatra de guardia, enviada por el Sergas, recomendó trasladar al bebé a Ourense.
Castrillo se opuso. “No veía motivo para arrancar de los brazos de su madre a un recién nacido y llevarlo por carretera durante más de una hora cuando estaba perfectamente”, recuerda. No obstante puntualiza que ni siquiera discutió con la pediatra. “Solo manifestamos nuestras discrepancias”. Finalmente el pequeño acabó siendo trasladado a Ourense pero el Servicio Gallego de Salud (Sergas) notifica ahora el expediente al ginecólogo por “contravenir la decisión de otra profesional, la pediatra, lo que considera una falta grave”, explica Castrillo.
La plataforma “Verín non se pecha” (“Verín no se cierra”) que aglutinó a un multitudinario y heterogéneo movimiento ciudadano contra la decisión de la Xunta, se ha reactivado para defender al ginecólogo. Ahora bajo el lema “Castrillo non se toca”, el colectivo que hace un año mantuvo un pulso de casi dos meses al Gobierno gallego hasta hacerlo claudicar está dispuesto a dar la misma batalla para impedir la sanción.
En la plataforma ciudadana no tienen duda de que el expediente es “claramente una venganza del gerente del área sanitaria de Ourense”, Félix Rubial, contra el médico por la defensa que este hizo del paritorio.
Castrillo tampoco lo duda. Este mismo lunes ha solicitado en la Inspección copia del contenido de las actuaciones iniciadas contra él, con el fin de poder defenderse.
El PP comarcal, de nuevo contra la Xunta
El PP comarcal no es tan explícito; no argumenta venganza del gerente del Sergas, pero alcaldes y portavoces populares de las comarcas adscritas al hospital han suscrito un manifiesto reclamando a la Consejería de Sanidad que archive el expediente.
“La integridad profesional y personal del doctor Castrillo, con más de dos décadas de ejercicio de la profesión médica en el hospital de Verín, está fuera de toda duda”, sostienen en el escrito. Reclaman que se archive “de manera inmediata y así se le traslade al perjudicado”.
Durante las movilizaciones contra el cierre del paritorio los alcaldes y concejales del PP en la comarca se pusieron de parte de sus vecinos. En pleno conflicto, Nuria Magallanes, enfermera en el Punto de Atención Continuada (PAC) del municipio ourensano de A Gudiña y concejala del PP en ese Ayuntamiento, dio a luz en el paritorio de Verín que su líder autonómico había cerrado. Como en otras dos ocasiones anteriores desde que se ordenó derivar todos los partos a Ourense, los ginecólogos de guardia valoraron que la gestante daría a luz en la carretera si no la asistían allí.
Mientras el presidente de la Xunta y del PP gallego defendía en el Parlamento gallego la clausura del paritorio para “garantizar la seguridad y calidad asistencial” a las mujeres, el presidente del partido en Ourense, José Manuel Baltar, no tuvo inconveniente en declarar que la Xunta “tendrá que rectificar”. Lo hizo. El PP mantuvo sus alcaldías en la comarca.
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