Israel inicia una desescalada muy gradual tras un mes de confinamiento duro
Los nuevos diagnósticos, que llegaron a alcanzar los 9.000 diarios (con un 15% de positividad en las pruebas), caen por debajo de los 2.000
Israel, el primer país desarrollado en reimponer un confinamiento general en la segunda ola de la pandemia, se dispone a iniciar la desescalada con extrema cautela. Un mes después de haber establecido las restricciones, el gabinete ministerial que hace frente a la crisis sanitaria ha aprobado este jueves la primera fase para su levantamiento. “Si no retiramos las medidas de forma gradual y controlada, corremos el riesgo de un tercer confinamiento”, ha advertido el primer ministro, Benjamín Netanyahu. La acelerada desescalada aplicada el pasado mayo para reactivar la economía a toda costa ya obligó a restablecer con urgencia algunas restricciones durante el verano.
Una vez que el Gobierno en pleno dé luz verde final, los israelíes van a recuperar la plena movilidad a partir del domingo, después de haber permanecido confinados en el radio de un kilómetro de sus casas desde el 18 septiembre, dentro de unas limitaciones que se agravaron siete días más tarde.
Los contagios diarios, que llegaron a dispararse hasta los 9.000 diarios (con un 15% de positividad en las pruebas), se han visto reducidos ahora por debajo de los 2.000. Cada dos semanas, el Gobierno tiene previsto revisar los datos sobre infecciones por coronavirus y ocupación hospitalaria de casos graves de covid-19 antes de pasar a la siguiente fase. “Si observamos un incremento, reimpondremos las restricciones”, ha precisado Netanyahu.
Las guarderías y escuelas infantiles serán los primeros centros educativos en reabrir sus puertas en la primera fase. Los restaurantes podrán servir comida para llevar, además de enviarla a domicilio, pero solo los negocios que no atienden directamente podrán reanudar normalmente su actividad.
Además de permitirse las reuniones de hasta 10 personas en lugares cerrados y de 20 en recintos abiertos, los ciudadanos podrán retornar libremente a playas y parques naturales. El culto se permitirá de nuevo, en pequeños grupos de fieles, en el Muro de las Lamentaciones, la mezquita de Al Aqsa y la basílica del Santo Sepulcro, lugares sagrados emblemáticos de las tres religiones monoteístas en la Ciudad Vieja de Jerusalén.
El coordinador nacional para la pandemia, el médico Ronni Gamzu, ha respaldado la decisión gubernamental a la vista de la reducción del número de nuevos casos y del índice de positividad, que se sitúa ya por debajo de 5% de las pruebas de detección efectuadas. El gabinete aún tiene que decidir cuáles serán las ciudades y los distritos que seguirán clausurados a causa de su alta tasa de contagios. En la lista que circula en la prensa hebrea figuran las principales poblaciones ultraortodoxas judías y algunos barrios jaredíes de Jerusalén, que concentran cerca de un 40% de las infecciones registradas.
La epidemióloga Ronit Calderón-Margalit ha achacado este jueves el pico de contagios experimentado durante la segunda oleada de covid-19 en Israel a las multitudinarias reuniones familiares del verano y al temprano inicio del curso en las yeshivas (internados rabínicos) y el resto del sistema educativo. “Pero el confinamiento se ha debido ante todo a la saturación de los cuidados intensivos por el ingreso de pacientes de coronavirus en estado grave”, ha puntualizado en un encuentro virtual con periodistas esta profesora de la Universidad Hebrea y el hospital Hadasah de Jerusalén.
En otra medida de supresión de las restricciones a la movilidad, el Gobierno israelí ha ordenado reabrir a partir de este viernes el aeropuerto Ben Gurion de Tel Aviv, la principal puerta de Israel al exterior, que permanecía cerrado para las salidas de israelíes desde el 25 de septiembre. Una gran mayoría de los extranjeros siguen teniendo prohibida la entrada en el país a causa de la pandemia y todos los viajeros que llegan a Ben Gurion –excepto los procedentes de dos decenas de países ‘verdes’, con escasa morbilidad– deben aislarse y someterse a dos semanas de cuarentena.
Los medios de comunicación israelíes apuntan a que la desescalada puede prolongarse durante los próximos cuatro meses. Las fases de dos semanas se irían sucediendo así desde el inicio de noviembre, con la reincorporación a las aulas de los alumnos de primaria menores de 10 años, y con la reapertura de comercios en la segunda mitad del mes, y de restaurantes y cafés en la siguiente fase en diciembre.
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