Así fallan los datos oficiales: van con retraso y subestiman los ingresos y las muertes
El sistema SiViES, que desde mayo reúne gran parte de la información de la epidemia, sigue dando problemas. El ministerio no publica datos por municipios, relevantes para tomar decisiones sobre las restricciones
El sistema del Ministerio de Sanidad que recoge los datos del coronavirus, SiViES, sigue teniendo problemas sin resolver siete meses después del inicio de la pandemia. Es la plataforma donde se organizan cifras clave para conocer la situación de la pandemia y para tomar decisiones. Se nutre de la información que facilitan las comunidades autónomas, pero arroja una foto incompleta: los ingresos que contabiliza son la mitad de los que constan en los hospitales; hay datos confusos que subestiman los casos y las hospitalizaciones; y la información que llega de algunas autonomías recoge menos fallecidos. Además, algunos datos fundamentales, como la incidencia del virus por municipios, nunca se han publicado.
Algunos de estos problemas ya existían en la primera ola. Y, además, se han añadido otros. A continuación repasamos los más relevantes.
1/ El ministerio reporta menos muertes que las comunidades. Desde el 1 de julio hasta este jueves, los datos de Sanidad han sumado 4.123 fallecimientos en España, pero las autonomías han reportado 5.450 a través de las estadísticas que publican en sus notas de prensa o en sus páginas web. Un 32% más.
La diferencia se debe sobre todo a Madrid y Cataluña. La primera informa de 1.784 muertes hasta esta semana, mientras que al ministerio solo le constan 1.208. En Cataluña la diferencia es aún mayor: el ministerio informa de 190 muertes, pero la Generalitat cuenta 853, incluyendo casos “sospechosos” de covid (Sanidad solo incluye los fallecidos con una PCR positiva). También comunican más decesos otras autonomías, como Castilla-La Mancha (94), País Vasco (49), Asturias (36) o Extremadura (19).
Es probable que el hecho de que Sanidad subestime la cifra de muertes se deba a que acumulan retrasos, pero la responsabilidad es compartida con las autonomías. Las comunidades mandan los datos que publica el ministerio: desde mayo llegan a través de SiViES, el Sistema de Vigilancia en España del Centro Nacional de Epidemiología. Los funcionarios de los servicios de Salud Pública de cada región notifican a este sistema todos los casos de forma individualizada y con un proceso manual: se registra el positivo y su fecha de diagnóstico, los síntomas, el momento de ingreso en el hospital y la posible defunción. El sistema se diseñó para hacer una “detección temprana”, pero ha tenido problemas y ahora mismo parece ir con retraso.
Es seguro que al ministerio le faltan muertes por contabilizar, pero esto le pasa también a algunas comunidades cuyas cifras están desfasadas. Repasando una a una las estadísticas regionales se encuentran autonomías que no informan de ningún muerto durante días, para después reportar 25 o 30 de golpe. Esto, que ocurre cada semana, explica que a veces el ministerio contabilice más muertes que la comunidad: a Sanidad se le notifican muertes anteriores con retraso (de semanas o incluso meses) y la comunidad no envía a tiempos actualizaciones masivas.
2/ El ministerio reporta menos ingresos que los hospitales. Esta semana el ministerio ha notificado 2.500 nuevos ingresos hospitalarios a través de SiViES. En el mismo documento donde da esa cifra, dice que según los hospitales se produjeron 4.600 ingresos, casi el doble. No es un caso aislado: desde que existen datos, los hospitales reportan el doble de ingresos que los que le constan a Sanidad.
Los datos de los propios hospitales se publican desde el 20 de agosto, cuando el ministerio los incorporó a su informe diario. Gracias a esta información se conoce la ocupación de camas de UCI y, de paso, también se tiene acceso directo a un indicador sin los retrasos de SiViES.
El indicio más fuerte de los retrasos y la infranotificación de SiViES la ofrecen los datos de ingresos hospitalarios. Por un lado, faltan ingresos, pero a menudo los que sí están llegan tarde. Para apreciarlo es útil fijarse en el pico con más hospitalizaciones: según la base de datos de los hospitales fue el 23 de septiembre, pero según SIViES no fue hasta una semana después.
El ministerio ha dado una explicación parcial: dice que los hospitales también cuentan como pacientes de covid-19 los ingresos de personas “sospechosas” de tener la enfermedad, aunque luego no se confirmen como casos. Eso puede explicar una pequeña parte de la diferencia, pero no que sus datos reporten el doble (implicaría que los hospitales tienen la mitad de camas covid ocupadas por pacientes que en realidad no están infectados). Si hay otras posibles explicaciones, no son públicas ni las ha aportado Sanidad a las preguntas de este periódico.
El retraso es distinto entre comunidades. Hay lugares donde SiViES se acerca mucho a los datos de los hospitales, como Canarias, La Rioja o Extremadura, donde parecen actualizados y equivalentes. Pero en la mayoría no. Desde que se publica la estadística hospitalaria, los ingresos según SiViES para Madrid son la mitad que según sus hospitales. Son todavía menos en Cataluña o en Castilla-La Mancha, donde solo alcanzan el 40%. Mención aparte merece País Vasco donde, hasta el 15 de septiembre, no representaban ni uno de cada veinte (su consejería de Sanidad no ha contestado a las preguntas de este diario sobre las posibles causas).
Una explicación posible de este desajuste es que las comunidades, a través de sus sistemas de Salud Pública, están reportando los casos en SiViES tarde e incluso con omisiones. Esta sospecha viene de lejos: se conocen retrasos en las cifras de hospitalizaciones del ministerio desde el mes de julio. Entonces lo publicó este periódico (entre otros medios) y lo confirmó María José Sierra, directora adjunta del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias (CCAES): “Hay muchos más hospitalizados en Cataluña de los que hay en nuestro informe”, explicó. “Estamos pidiendo a las comunidades autónomas que nos actualicen toda la base de datos de una manera constante. No siempre se puede”.
¿Podrían estos retrasos ser una negligencia? ¿Se están tomando decisiones con tardanza por ese retardo? Sanidad tiene fuentes más ágiles, como los datos de positivos que le envían los laboratorios, pero el grueso de su información viene de SiViES. Eso significa que unos retrasos en el sistema afectarían a sus cifras de casos, hospitalizaciones y fallecimientos.
Ese sistema lo alimenta, como hemos dicho, el personal de Salud Pública de las comunidades autónomas. Unas plantillas que también participan en el rastreo de contactos, que con frecuencia han reclamado ser reforzadas y que ahora mismo parece no tener manos suficientes.
3/ Los fallecidos en hospitales cuentan como altas. Si SiViES tiene retrasos, las cifras de muertes pueden ser superiores a las conocidas. Quizás no sea así, pero es difícil tener certezas. Para reducir esas dudas el ministerio podría completar la información que publica a partir de los sistemas de información de los hospitales: ahora mismo comunica la ocupación de planta y salas UCI, además de los datos de ingresos y de altas. Pero dentro de la columna “altas” se incluyen dos circunstancias antagónicas: las personas que se marchan a su casa ya curadas y las que fallecen en el hospital, como ha confirmado el propio ministerio a preguntas de este periódico. Esos datos podrían desglosarse y así tendríamos una cifra sólida de las muertes diarias de pacientes covid que constan, al menos, en los hospitales españoles.
4/ Una fuente de confusión: los ingresos en siete días. Otra complicación de los informes diarios está en cómo se presentan los datos de ingresos. El ministerio tiene una columna de total y otra “con fecha de ingreso en los últimos siete días”. El problema es que, como muchos ingresos se conocen con retrasos de más de una semana, esa columna los subestima continuamente. El jueves, por ejemplo, solo se conocían 2.452 ingresos de los siete días anteriores, aunque en total se habían notificado 4.347 esa semana y los hospitales contaban 5.807. Es decir, la columna en cuestión no representa ni la mitad de los ingresos reales, según los hospitales.
Este problema se produce en casi todas las comunidades porque la mayoría notifica los ingresos con más de siete días de retardo. Pero hay algunos casos que superan la media: este mismo jueves, los datos de siete días de Castilla-La Mancha o Cantabria no llegaban al 30% de los ingresos que les constan a sus hospitales; en el caso de Aragón, Madrid o Cataluña apenas alcanzaban el 20% y en País Vasco, al 5%.
Este problema se reproduce con los casos. En la primera página del informe diario que difunde Sanidad se reportan los casos “diagnosticados el día previo”, “en los últimos siete días” y “en los últimos 14 días”. Pero las tres cifras subestiman los casos, porque existen retrasos. El problema es extremo con la cifra diaria: el viernes se notificaron 12.788 casos nuevos, pero la columna de “casos diagnosticados el día anterior” solo recogía 5.988. Todos los demás eran más antiguos. Quizás es lógico que no conozcamos todos los diagnósticos al día siguiente, pero la columna tal y como se presenta es engañosa: sería útil añadir una columna de “casos notificados el día anterior”, con los 12.788.
5/ ¿No hay datos por municipios? Desde hace semanas, una parte del debate nacional gira en torno a las restricciones que se imponen (o no) en diferentes localidades. Esas medidas dependen en parte de las cifras de casos —el umbral de 500 casos de incidencia por 100.000 habitantes en 14 días— y de positividad. El ministerio tiene en sus sistemas esa información por municipio, e incluso código postal, pero jamás ha publicado nada con mayor detalle que el provincial.
Además de ser una falta de transparencia que Sanidad no publique información por municipios, puede provocar problemas de compatibilidad y coordinación. Ahora mismo se puede estimar la incidencia por localidades de algunas comunidades que sí ofrecen esos datos. Pero, ya que las cifras no son siempre homogéneas y cambian por fechas y por metodología, un municipio puede bajar de cierto umbral según los datos de su autonomía, pero no según los datos —no públicos— del ministerio. Como pedía también un grupo de científicos e investigadores en The Lancet esta semana, lo razonable es que Sanidad, a través del CNE o del CCAES, que tiene por misión “coordinar la gestión de la información”, ofrezca indicadores municipales de manera integrada, homogénea, reutilizable y con el menor retraso posible.
Todo lo anterior puede parecer un ejercicio de contabilidad minuciosa, pero se trata de los informes centrales para la comunicación de las Administraciones sobre la pandemia. El sistema funciona con retraso, presenta cifras que subestiman la gravedad de la situación y no informa sobre datos básicos.