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“Es prácticamente imposible erradicar el virus del Nilo, pero es posible controlarlo”

Jordi Figuerola, investigador especializado en transmisión de enfermedades a través de mosquitos, alerta sobre próximos brotes mortales del patógeno

Javier Martín-Arroyo
El investigador Jordi Figuerola, con una caja de mosquitos en la sede de Sevilla de la Estación Biológica de Doñana.
El investigador Jordi Figuerola, con una caja de mosquitos en la sede de Sevilla de la Estación Biológica de Doñana.PACO PUENTES (EL PAÍS)

El primer brote mortal del virus del Nilo en España ha provocado ya cinco fallecidos en Sevilla y Cádiz por meningoencefalitis, medio centenar de hospitalizados, 70 caballos infectados y un notable perjuicio a las economías locales cercanas al río Guadalquivir, ya maltrechas por el coronavirus. Jordi Figuerola (Barcelona, 1971), investigador y exvicedirector de la Estación Biológica de Doñana, especializado en ecología de campo y dinámica de transmisión de enfermedades infecciosas a través de mosquitos, lleva 17 años estudiando estos insectos y sus infecciones hacia personas.

Pregunta. ¿Era cuestión de tiempo que le tocara a España después de brotes con centenares de muertos en Italia, Grecia o Rumanía en los últimos años?

Respuesta. Sí, era evidente que en algún momento íbamos a tener algún brote de este tipo.

P. ¿Lo podían haber previsto las autoridades?

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La Junta de Andalucía ignoró durante años informes para prevenir brotes del virus del Nilo

R. (Silencio). Es complicado. En un mundo ideal se tendría que controlar estas cosas… ¿Se podría haber prevenido? Sí. ¿En qué orden de prioridad lo pongo respecto al cáncer, el sida o la tuberculosis? Ahí está el problema. Estamos en un lugar donde hay transmisión del virus del Nilo. Erradicarlo es prácticamente imposible, y aunque lo consiguiéramos con este virus actual, en dos o tres años tendríamos otro virus del Nilo nuevo, la erradicación es muy complicada, pero sí es posible controlarlo.

P. ¿La coincidencia del virus del Nilo y el coronavirus es mera casualidad?

R. El salto de virus desde animales a humanos lleva mucho tiempo pasando, el 70% de las enfermedades infecciosas tienen un origen zoonótico, como la viruela. Siempre se han producido estos saltos, pero ahora hay más investigación y es más fácil detectarlos. La cría de animales intensivos favorece mucho la aparición de patógenos, el uso de antibióticos en granjas favorece que aparezcan cepas resistentes. Y la elevada conectividad hace que lo que aparece en un lugar, se puede dispersar rápidamente al otro lado del mundo. También las especies invasoras. Desde que en 2000 llegó el mosquito tigre, puede transmitir enfermedades y ya hemos tenido dos ejemplos de transmisión local de dengue en Cataluña y Murcia.

P. ¿Estamos en el pico del brote?

R. Probablemente. En el pico ya bajando.

P. ¿Qué incidencia tiene las fumigaciones con drones y el fin del verano?

R. Las dos cosas contribuyen, los tratamientos de control están reduciendo la población de culex perexiguus, que suele bajar mucho en septiembre. Sin embargo, debido al clima de Andalucía podemos tener transmisión durante todo septiembre incluso en octubre. Para terminar con la transmisión lo mejor son periodos de frío.

P. Hay cientos de miles de vecinos de dos provincias en alerta ¿Cuándo podrán bajar la guardia?

R. Ahora mismo no. Cuando llegue el frío de verdad, sí. Pero no esta semana, que viene lluvias y luego volverá el calor. Estos días hemos tenido capturas de 10 ó 15 gramos en las trampas, que significa entre 10.000 y 15.000 mosquitos. Las dinámicas de crecimiento de estos bichos son muy rápidas si hay calor y agua. El problema del brote de ahora es que empezó muy pronto, a principios de agosto, por eso tiene este volumen. Hasta ahora los casos se detectaban en septiembre u octubre, al final de las temporadas de transmisión. ¿Por qué? Probablemente porque mayo fue muy lluvioso. Y mucha agua a principio de temporada, mucho lugar para criar, temperaturas elevadas, el ciclo de criar mosquitos va aceleradísimo.

“Probablemente estemos en el pico del brote. En el pico ya bajando”

P. ¿Qué acción preventiva era de esperar?

R. El problema es que en los pueblos no se realizaban acciones eficientes de control de mosquitos [tarea que compete a los Ayuntamientos]. Una cosa es que estos pueblos estén cerca de los arrozales, pero no puede ser que los mosquitos estén criando dentro de los pueblos. Por ese lado sí se podría haber evitado este volumen de afectados, llegar al caso cero es muy difícil, para empezar porque tenemos la seria sospecha de que el virus está infradiagnosticado por falta de síntomas o sin detectar.

P. ¿A qué achaca esa falta de fumigación?

R. Hablamos mucho de fumigación, pero ha habido una falta de control sobre las poblaciones de mosquitos, que sencillamente con una pastillita en los imbornales o colocar un poco de Bti, la toxina bacteriana que mata las larvas, se hubiera solucionado. No hablamos de fumigar los pueblos, el control de mosquitos ha evolucionado mucho y ya hay productos específicos y maneras de controlar los mosquitos en las ciudades, antes que echar pesticidas por todos lados o fumigar desde una avioneta el pueblo, que luego da otro tipo de problema rs. Son necesarios tratamientos dirigidos a las zonas donde sabemos que hay mosquitos.

P. ¿Por qué ignoró la Junta durante años los informes elaborados por la Estación Biológica de Doñana para implantar programas de control?

R. Creo que por razones presupuestarias y de competencias, esa es mi sensación. Las enfermedades zoonóticas tienen un encaje muy extraño porque depende de todos y al final no depende de nadie. Llega un mosquito invasor tigre y ¿quién tiene que erradicarlo? Salud dice que para ellos no es un problema, Agricultura dice que para vacas y caballos tampoco es un problema, y Medio Ambiente dice que es una especie invasora pero que tienen muchas y no es su prioridad. Hasta que ese mosquito no se ha establecido, se ha reproducido y da problemas de salud, no se reacciona.

P. ¿En esas reuniones había técnicos o políticos?

R. Había técnicos que elevaban el tema a los políticos.

P. ¿Esas reuniones tuvieron continuidad en el tiempo?

R. Cada vez que había un brote.

P. ¿Y la respuesta siempre fue igual desde 2011?

R. El mecanismo siempre era el mismo: Caramba que hay un brote en caballos, reunión con el servicio de control de mosquitos y la Estación Biológica de Doñana. Y preguntaban: ¿vosotros podéis hacer tal y cual? No, ahora en pleno brote no es para actuar, pero os podemos preparar un protocolo para que el año que viene no os pille desprevenidos. Ah, vale, preparadlo. Se entregaba y nunca más se sabía nada, hasta que volvía a surgir otro brote.

P. ¿Eso pasó tres veces?

R. Cuatro. Otro brote y preguntaban de nuevo.

P. ¿No se aburrían los técnicos de elevar los informes a los políticos?

R. Les daba vergüenza pedirnos los mismos protocolos, pero lo hacían. Se entregaban, pero no sé por qué nunca entró en las prioridades del servicio. Entiendo que el presupuesto es limitado y tienen que escoger… Lo importante es que se den cuenta de que en España va a haber problemas con los mosquitos.

Es necesario que por un lado los Ayuntamientos se den cuenta de que los planes de control de ratas y cucarachas deben incluir los mosquitos, y los que estén en zonas con problemas demasiado grandes se tienen que organizar por mancomunidades o diputaciones.

P. No parece además que el presupuesto sea elevadísimo.

R. No, se trata de prevenir. Imagínese que este año no hay coronavirus. El impacto del virus del Nilo en el turismo español sería brutal, estaríamos en las teles cada día, con los ingleses anulando viajes… el impacto económico puede ser muy importante.

P. La Junta andaluza (PP y Ciudadanos) acusó al Centro Nacional de Microbiología, del Ministerio de Ciencia e Innovación, de conocer el brote el 10 de junio y retener la información dos meses. ¿Qué le pareció?

R. Esa información era totalmente falsa. Una polémica estéril. Las muestras provenían de un estudio que estaba en marcha, y en cuanto que surgió el brote se mandaron las muestras con la mayor velocidad para obtener información útil para la gestión del brote. En cuanto se tuvo la información se le comunicó a los técnicos de la Junta andaluza.

P. ¿Y qué gana la Junta generando esa polémica?

R. Son temas políticos, ellos sabrán. A nivel técnico se hizo todo lo posible para que la Junta dispusiera de la máxima de información de un proyecto, que ellos no financiaban, para que estuviera disponible para su gestión. La Junta debería estar agradecida de la información recibida.

P. ¿Hay una estimación presupuestaria para una región como Andalucía?

R. El programa de la Diputación de Huelva cuesta 2,7 millones al año, con presupuestos similares se podría cubrir todas las zonas en riesgo en Sevilla y Cádiz.

“Extremadura y las dos Castillas deben tener programas de vigilancia virológica”

P. El virólogo Miguel Ángel Jiménez comentaba con retranca que parece de locos contar mosquitos. ¿Qué opina de su profesión?

R. (Risas) Parece que a veces nos dedicamos a nuestras cositas y son cosas que no tienen aplicación, pero todo lo que investigamos tiene una aplicación directa, a conservación, salud o gestión. Estos brotes ponen de manifiesto la necesidad de un mayor control e información sobre qué virus están circulando y cómo circulan. De repente parece que si miras los virus en los murciélagos o mosquitos eres un friki, hasta que ese virus te lo encuentras un día en el telediario y entonces hay que saberlo todo de ese virus. Pero mientras tanto, nadie se ha preocupado de invertir el dinero para investigar cómo funcionan estas zoonosis. Y en Andalucía tenemos una larga lista de potenciales virus.

P. ¿Qué otros?

R. Crimea Congo ya pasó a la fama con un muerto este año y ya se detectó en un ciervo hace años. ¿Para qué sirve buscar virus en las garrapatas de los ciervos? Pues para saber que tienes un virus que te puede acabar saltando a los humanos. En los mosquitos tenemos el virus Usutu, que no ha provocado muchas encefalitis en humanos, pero ya se ha registrado en Italia. Virus por flebótomos, los insectos que transmiten el virus Toscana, o el Granada, con casos de encefalitis. Hay una serie de virus localizados, parientes de otros patogénicos, que aún no sabemos si provocan enfermedades. Pero hay que tener un ojo ahí porque en cualquier momento pueden saltar a la gloria.

P. ¿Qué hemos aprendido de esos países con fuertes brotes en el Este europeo?

R. De Grecia, que si descuidas la inversión en sanidad, te crecen los enanos. Y han tenido el resurgir de malaria en humanos. Tenemos que aprender de Francia e Italia a organizar programas de vigilancia a gran escala. En España, además de Andalucía, Extremadura es muy fácil que tenga problemas con el virus del Nilo en humanos, las Castillas también tienen evidencias del virus. Todas estas zonas deberían tener programas de vigilancia en caballos, pero también virológica para ir a buscar los virus en los insectos para tener una descripción exacta de lo que está pasando.

En cada país de Europa el control de mosquitos depende de autoridades distintas. En España el control depende de los Ayuntamientos. Si un vecino tiene la piscina abandonada y es un foco de cría de mosquitos, las autoridades deben acudir al juez para tratar, con todo el papeleo que conlleva. En Francia va el ejército, el control de mosquitos es una prioridad. ¿Cuál es la diferencia? En Francia conocen la distribución de los mosquitos en todo el país y en España para la mayoría de las especies carecemos de información, por falta de investigación.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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