Salir de la residencia para pasar la cuarentena con la familia
Comunidades como Cataluña o Aragón permiten a los usuarios que no tengan coronavirus salir de los centros
Ante la situación que viven algunas residencias de mayores debido a la pandemia de coronavirus, comunidades como Cataluña o Aragón han aclarado que los ancianos que viven en estos centros pueden irse con sus familias, si así lo desean, siempre que no estén contagiados. En Aragón, si alguien con síntomas quiere irse a casa, deberá decidir Sanidad, en función de las condiciones en las que se encuentre. Las autonomías son competentes en el ámbito de las residencias y cada una está decidiendo cómo actuar. Ceuta y La Rioja, por ejemplo, lo impiden, amparándose en la importancia de garantizar la seguridad de los usuarios. Extremadura prioriza la permanencia en el centro. En ninguna de estas tres últimas constan traslados de este tipo, algo que repiten gran parte de las comunidades consultadas: no han registrado casos.
El anuncio en Cataluña llegó este jueves. El consejero de Trabajo, Asuntos Sociales y Familia de la Generalitat de Cataluña, Chakir El Homrani, explicó en una entrevista en Catalunya Ràdio que se permitiría el traslado de los usuarios de residencias siempre que la autoridad médica del centro certifique que el usuario no está contagiado. No se perderá la plaza y no se cobrará la cuota durante el periodo de confinamiento. “Las residencias son el ámbito más complejo y delicado que tenemos”, destacó el consejero. En las residencias catalanas ha habido casos en más de 70 centros, y han muerto 150 usuarios por la Covid-19. El miércoles, el Govern decidió intervenir una residencia privada de Reus (Tarragona) ante el colapso por un brote de coronavirus. “No estaban consiguiendo salir adelante, y les retiramos la titularidad de la residencia. No pasa nada, si hay que tomar esta decisión la tomaremos”, afirmó este jueves el consejero, que recordó que, además de garantizar la salud de los usuarios, “hay que asegurar que el personal no se tenga que confinar y que no abandone”.
Ante el creciente temor por el impacto que tiene el coronavirus en las residencias de ancianos, Cataluña argumenta esta medida por dos razones. Por un lado, dar una solución a las familias que desde hace más de una semana no ven a sus padres y abuelos y apenas pueden comunicarse con ellos, a la vez que son conscientes del avance de la enfermedad en algunos de estos centros. Y por otro, rebajar la presión que tienen las residencias, donde la falta de equipos de protección individual (EPI) y las bajas de personal en unas plantillas ya de por sí muy reducidas han llevado a algunas residencias a estar desbordadas.
Las comunidades autónomas tienen competencia en la materia y cada una está decidiendo cómo operar. Fuentes del Instituto de Mayores y Servicios Sociales (Imserso) consideran que sería recomendable que si un usuario sale de una residencia se haga el test antes de salir y que su familia también se estudie, para evitar contagios.
En comunidades como Galicia y Navarra se permite a los usuarios salir de las residencias para pasar la cuarentena junto a sus familias y se les garantiza que no perderán la plaza. "La medida del ingreso residencial es voluntaria y se puede revertir cuando la persona quiera. No hay un protocolo, pero nos tendrían que garantizar que la persona puede ser atendida por sus familiares en condiciones”, explica un portavoz del Gobierno de Navarra. En Andalucía y Castilla y León se permitirá el traslado siempre que sea en centros donde no se han registrado casos positivos de Covid-19 y siempre que los usuarios estén sanos. En la diputación de Bizkaia, competente en este ámbito, especifican que en caso de que salgan de la residencia, perderían la plaza en 30 días.
En la Comunidad de Madrid, la consejería de Políticas Sociales explica que el traslado no está prohibido, pero para que un familiar pueda llevarse a un usuario es necesario un test para demostrar que no está infectado. Carmen García, una vecina de Alcorcón, asegura, sin embargo, que no tuvo que hacer la prueba para sacar a su madre de la residencia. “El martes me enteré de que había un primer caso de coronavirus en el centro, y al día siguiente fui a buscarla, porque creo que ahí tendría más riesgo. Ahora estoy pendiente de si tengo que pagar la cuota del próximo mes, pero entiendo que me conservan la plaza”, explica por teléfono. Tomó la decisión en poco tiempo, apoyada por el hecho de que su madre no tiene dependencia física. “Tiene 58 años, es de las más jóvenes, pero tiene pérdidas de memoria constantemente, no tiene cuidado, es como una niña pequeña”, admite Carmen, que trabaja en una empresa de supermercados. “Dejaré a mi madre sola muchas horas, pero la iré llamando y le dejaré todo escrito para que sepa qué puede hacer en casa y qué no. Es verdad que está un poco expuesta porque yo trabajo, pero creo que es mejor que quedarse en la residencia”, afirma.
Desde la Coordinadora 5+1, que representa a familiares de varias residencias de Cataluña, explican que muchos quieren llevarse a sus padres a casa, pero señalan que en la mayoría de los casos el grado de dependencia o los cuidados necesarios son demasiado costosos. La asociación, más que las facilidades para que sus familiares salgan de los centros, reclama que se refuercen las plantillas y se habiliten espacios de aislamiento fuera de las residencias para los que han dado positivo.
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