Los permisos penitenciarios por el coronavirus llegan a 85.000 en Irán
Según la autoridad judicial, la mitad de ellos corresponden a presos políticos
Los permisos penitenciarios concedidos por Irán a causa del coronavirus han alcanzado ya a 85.000 personas, según los últimos datos facilitados este martes por el poder judicial. Su portavoz, Gholamhosein Esmaili, no ha precisado ni la fecha de las excarcelaciones ni la duración de la gracia, pero sí que la mitad de los beneficiados estaban presos por “motivos de seguridad". Eso contradice la línea oficial de que el país no tiene presos políticos. Entre los últimos liberados está la irano-británica Nazanin Zaghari-Ratcliffe.
“Hasta ahora, han quedado en libertad 85.000 reclusos. Alrededor del 50% de los liberados son presos relacionados con la seguridad”, ha declarado Esmaili, citado por los medios iraníes. El portavoz judicial también ha señalado que, dentro de las cárceles, se han tomado “medidas de precaución para hacer frente al brote”.
La República Islámica es el país de Oriente Próximo más afectado por el nuevo coronavirus, con un total de 988 muertos y 16.169 casos diagnosticados, después de que se produjeran 135 nuevas víctimas mortales y 1.178 casos entre el lunes y el martes.
Hace una semana, después de Irán anunciara que había liberado a 70.000 presos, el relator especial de la ONU para los derechos humanos en Irán, Javaid Rehman, dijo que había pedido al Gobierno de Teherán que dejara en libertad de forma temporal a todos los presos políticos. Rehman mostraba su preocupación por el riesgo de expansión del virus en las cárceles iraníes abarrotadas y plagadas de enfermedades.
Según datos oficiales, Irán dispone de 253 penitenciarías con una capacidad para 150.000 reclusos. Sin embargo, la población carcelaria antes de la crisis del coronavirus era de 189.500 personas, según el informe que Rehman presento al Consejo de Derechos Humanos el pasado enero. Si el número de liberados ahora a causa del coronavirus fuera representativo del total, eso significaría, que hay 95.000 presos políticos en el país. Pero incluso con las cifras publicadas suponen al menos 40.000.
No es posible saberlo con precisión porque desde el principio las autoridades han dejado claro que sólo aquellos con penas inferiores a cinco años tienen la posibilidad de solicitar el permiso. Además, deben dar negativo en la prueba de la Covid-19 y poder pagar la fianza que se les imponga. La medida tampoco alcanza a quienes han participado en las recientes protestas antigubernamentales, según explicó Rehman.
A última hora, se ha conocido la liberación provisional de Zaghari-Ratcliffe, cuya familia temió que se hubiera contagiado. El periodista irano-estadounidense Jason Rezaian, que estuvo encarcelado en Irán durante 17 meses hasta un intercambio de presos tras la firma del acuerdo nuclear, ha difundido una imagen de la mujer en cuyo tobillo puede verse un dispositivo electrónico de vigilancia. Estaba detenida desde abril de 2016.
En los últimos días, una docena de activistas han quedado en libertad, según las organizaciones de derechos humanos, pero los más destacados presos políticos, como Nasrin Sotudeh, siguen tras las rejas. Irán también ha rechazado los llamamientos para liberar a los detenidos extranjeros o con doble nacionalidad, a la mayoría de los cuales acusa de espionaje. En esa situación se encuentran por lo menos media docena de estadounidenses y dos franceses, incluida la irano-francesa Fariba Adelkhah.
Después de numerosas críticas, la República Islámica cerró finalmente el lunes los santuarios de Mashhad y Qom, la ciudad desde la que se extendió el virus en el país, a los que seguían acudiendo peregrinos que tocan, besan e incluso lamen los barrotes de los mausoleos. De momento, las autoridades se han negado a cerrar las ciudades más afectadas, aunque han cancelado los rezos de mediodía del viernes y pedido a los ciudadanos que eviten salir a la calle salvo para los asuntos esenciales. Como también pasa en otros países, algunos desoyen las recomendaciones, sobre todo en estas vísperas de Nowruz, el año nuevo persa, en que se acostumbra a salir de compras y reunirse con familiares y amigos.
Información sobre el coronavirus
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