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Las pruebas de selectividad se retrasan para 217.000 estudiantes por el coronavirus

Las administraciones no han decidido todavía la nueva fecha del examen. Dependerá de cuándo se termine el estado de alarma

Silvia Rodríguez, de 18 años, estudia para la selectividad durante la cuarentena escolar por el coronavirus, en Valdemoro (Madrid)
Silvia Rodríguez, de 18 años, estudia para la selectividad durante la cuarentena escolar por el coronavirus, en Valdemoro (Madrid)EL PAÍS

A Silvia Rodríguez, de 18 años, la noticia le pilló ayer peleándose con un problema de genética. La prueba para acceder a la universidad que la mantenía con el alma en vilo, la selectividad, se retrasadebido a la crisis del coronavirus. “Menos mal porque vamos lentísimos con el sistema de educación a distancia”, explicó por teléfono. El Ministerio de Educación, el de Universidades, la Conferencia de Rectores y las comunidades autónomas decidieron ayer, tras reunirse de forma telemática durante más de seis horas, que la prueba se retrasaría. Unos 217.000 estudiantes de segundo de Bachillerato de toda España estaban pendientes de esta prueba.

La nueva fecha del examen aún no se ha decidido y dependerá de la duración del estado de alarma actual y el cierre de los centros educativos, que en ciudades como Vitoria y Madrid, lleva ya más de una semana. Cerca de 10 millones de estudiantes de todas las etapas están afectados por esta cuarentena educativa.

Algunos sectores, como el Sindicato de Estudiantes, habían solicitado no realizar la prueba para evitar tener que alterar el calendario universitario el próximo curso. Pero esta posibilidad “se descartó durante la reunión”, explicaron fuentes de Educación.

Estos días se han planteado varias opciones posibles como realizar la prueba en septiembre. “Se están barajando todos los escenarios posibles de aquí a final de año para establecer una nueva fecha pero no hay nada concreto”, según el Ministerio de Universidades. Desde la Conferencia de Rectores (CRUE) insistieron, no obstante en que el aplazamiento de la del examen de acceso “no vaya más allá de la primera semana de julio para garantizar el correcto desarrollo de su corrección y los subsiguientes trámites administrativos”, según informaron ayer.

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La prueba condicionará también el calendario de matrícula universitaria, según explicaron en una nota conjunta los ministerios de Educación y FP y Universidades. El decreto ley que regula la prueba de acceso a la universidad fijaba el límite para el examen en el 19 de junio antes de la crisis del coronavirus.

Pero no daba tiempo a mantenerla en caso de que se prolongara la alerta, como ya avanzó el lunes José Luis Ábalos, el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana. El secretario de Estado de Educación, Alejandro Tiana, aseguró que “las pruebas de evaluación se harán con criterios de equidad y justicia y teniendo en cuenta la situación excepcional por la que se está pasando”. Entre las posibilidades que se están barajando es que el examen sea diferente a lo habitual “pero lo estamos mirando de forma muy cuidadosa para no incurrir en un agravio comparativo y para ajustarnos a la legalidad”, matizaron.

Incertidumbre

“Si segundo ya es un estrés, con la presión de que tienes que sacar nota, pues te agobia montón. Yo quiero estudiar física y tengo que sacar un 12,7 sobre 14 y es muy difícil. Lo estaba consiguiendo pero ahora es como si nos hubieran soltado de la mano y tenemos que hacerlo todo por nuestra cuenta, y a saber si lo estamos haciendo bien”, explica Silvia Rodríguez.

Pablo es profesor de matemáticas de segundo de Bachillerato y coincide en que esta situación se está haciendo muy cuesta arriba para los alumnos. “La incertidumbre es bestial, y la transición al modo online ha sido de un día para otro y hay profesores que no han encendido un ordenador en su vida y de pronto, bienvenidos a la tele educación… Muy loco todo”, añade.

En la misma reunión se decidió flexibilizar las prácticas de los alumnos de Formación Profesional, necesarias para poder titular y que actualmente se encuentran suspendidas, y las pruebas de acceso para quienes no cuenten con los requisitos académicos necesarios.

Se adaptará el calendario de la matrícula y las pruebas de acceso a esta Formación Profesional y se mantendrá una reserva de plazas “para que ningún estudiante se quede sin posibilidades de acceso”. Estas iniciativas se concretarán con más detalle en una reunión de la Comisión de Formación Profesional que se celebrará la próxima semana.

Además de estas medidas, el Ministerio de Educación ha puesto a disposición de las comunidades autónomas y de la comunidad educativa en su conjunto todos los recursos digitales disponibles y está trabajando en otras iniciativas, como ya adelantó este diario, como utilizar la televisión pública para difundir contenidos curriculares, que permitan reducir la brecha digital entre los alumnos con menos recursos ya que el 17% de los hogares españoles no dispone de Internet mientras que el 99% de ellos dispone de televisión.

Las universidades barajan no reanudar las clases físicas

Las universidades barajan no reanudar las clases físicas Las universidades ya barajan la posibilidad de que las clases físicas no puedan reanudarse este curso. “Ya están trabajando en los planes de acción necesarios para pasar de un formato presencial a uno telemático y poder acabar así el curso de forma virtual”, explicaron desde el Ministerio de Universidades. Aunque todo ello debe acordarse con las Comunidades Autónomas correspondientes con quien se desarrollarán los planes necesarios. En muchas universidades las clases estaban previsto que concluyeran en la primera semana de mayo. Si las clases se mantienen un mes más cerradas, no tendría sentido reanudarlas. Además, los científicos están planteando todo tipo de posibilidades, una de ellas contempla la posibilidad de que se levante la alerta pero se siga manteniendo a la población juvenil aislada, "y esa posibilidad también hay que barajarla porque en ese caso la opción de las clases no presenciales sería una posibilidad”, explicaron desde el Gobierno. Desde varias universidades españolas ya se están impartiendo clases on line, formando a los profesores vía telemática y estableciendo distintas posibilidades para adaptar la docencia a un modo virtual. Sin embargo, la gran tarea pendiente, según varios profesores, es mejorar las conexiones de las plataformas.

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