¿Qué hago con los niños 15 días en casa? Preguntas y respuestas

¿Llevo al niño al parque o no? ¿A un cumpleaños? ¿Cómo le distraigo? Las vacaciones forzosas de 15 días impuestas a golpe de coronavirus por el Ministerio de Sanidad en los todos los niveles educativos —de la universidad a las guarderías— en Madrid, La Rioja y algunas zonas de Álava para frenar el avance de la enfermedad, ha descolocado a padres y madres que hacen cábalas para compaginar su vida laboral con el cuidado de sus hijos. Los grupos de Whatsapp de padres en los colegios echan chispas con múltiples dudas a la hora de afrontar estos días. En la Comunidad de Madrid la medida afectará a 1,5 millones de estudiantes, y en Álava el cierre se limita a la capital (Vitoria) y algún municipio como Labastida, con más de 53.000 afectados, y La Rioja con 60.000. [Aquí tienes 42 juegos e ideas creativas para que los niños sin cole se entretengan en casa]

¿Tengo que mantener a los niños en casa o pueden jugar en el parque?

“Estar al aire libre, en la calle, es bueno, porque los niños lo necesitan. Si van al parque es mejor que no estén en contacto muy estrecho con otros niños en los columpios o usando los mismos juguetes porque el coronavirus se contagia por la saliva, es mejor que corran, salten, monten en bicicleta en espacios abiertos...”, explica Carolina Rubio, médico de atención primaria especializada en pediatría de la Sociedad Española de Médicos de Atención Primaria (SEMERGEN).

La OMS explica que la enfermedad puede propagarse a través de las gotas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o estornuda. Estas gotas caen sobre los objetos y superficies cercanas, de modo que otras personas pueden contraer la Covid-19 si tocan estos objetos o superficies y luego se tocan los ojos, la nariz o la boca.

¿Es buena idea que asistan a campamentos ofrecidos por empresas privadas para cuidarlos?

Desde ayer, muchos padres están recibiendo ofertas de empresas para cuidar a los niños en lo que llaman campamentos urbanos, con talleres y animación. Pero no es buena idea, porque la decisión de cerrar colegios se ha tomado para que no se propague el virus, y esta forma de cuidarlos lo que hace es crear miniescuelas, en las que están todos los niños juntos. "Se reproduce la situación que se está intentando evitar”, explica Rubio.

¿Se puede dejar a los niños con los abuelos?

Muchas familias piden a los abuelos ayuda para cuidar a los niños cuando los padres están trabajando. El problema es que constituyen un grupo de riesgo cara a la enfermedad. “Suelen ser personas mayores y la situación se complica si tienen una patología de base como bronquitis crónicas o si están inmunodeprimidos. Si se contagian puedes crear más pacientes con una mayor posibilidad de que sean casos graves”, puntualiza la doctora Rubio. Si están sanos y sin patologías previas no debería existir problema.

Precisamente por la vulnerabilidad de este grupo, Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, se había mostrado poco partidario de cancelar las clases porque, según aclaró, “no reduciría el riesgo de transmisión de forma significativa y podría incrementarlo para algunos grupos”.

La OMS advierte de que parece que las personas mayores y las que padecen afecciones médicas preexistentes (como hipertensión arterial, enfermedades cardiacas o diabetes) desarrollan casos graves de la enfermedad con más frecuencia que otras.

¿Es fácil que los niños se contagien?

Los expertos insisten en que las infecciones del coronavirus en niños no son preocupantes. Según diversos estudios, no se han registrado muertes de niños entre los 0 y 9 años y entre los 9 y 18 solo han fallecido un 0,2%. Lo único que inquieta, si acaso, es su posible poder de contagio, como en la gripe, donde son potenciales transmisores. Los niños pueden ser portadores asintomáticos y eso constituye otro peligro, porque no se detecta si están enfermos y pueden contagiar a los abuelos si están con ellos.

¿Cómo les explico lo que está pasando?

Hay una serie de pautas comunes para aplicar con los niños en situaciones de urgencias o catástrofes, especifica Francisco Estupiñá, profesor de la Facultad de Psicología de la Complutense y coordinador de PSICALL, servicio de atención psicológica telemática para estudiantes. “Es importante saber que son pequeños, pero no tontos y se dan cuenta de la situación de excepcionalidad, además de ser muy sensibles al estado emocional de los adultos, así que es mejor explicarles lo que ocurre”, apunta. “Lo importante es darles la información que puedan entender: honesta, sencilla, no alarmista y adaptada al nivel de desarrollo del niño. No es lo mismo tener cinco años que 10”. Se les puede explicar que los abuelos pueden tener problemas, con un mensaje como: “No vamos a ver al abuelo, porque es mayor y es la mejor forma de cuidarle ahora”. Los niños son sensibles a la inconsistencia, y si un padre le dice que no está asustado, pero su comportamiento lo contradice, el niño se va a asustar. “No pasa nada por nada decir estoy preocupado, pero con tranquilidad”, añade Estupiñá.

El Ministerio de Sanidad recomienda comenzar preguntando a los pequeños qué saben sobre el coronavirus, respondiendo de forma sencilla y transmitiendo calma. Por ejemplo: es un nuevo virus que se descubrió en China en diciembre de 2019, que provoca fiebre, tos y sensación de falta de aire. Los síntomas suelen ser leves.

¿Qué medidas tomar para evitar el contagio?

Hay que recordarles que está en su mano protegerse, y repetirles las recomendaciones —las mismas que para los adultos— todas las veces que sean necesarias. Además, recuerda el Ministerio, “es un momento crucial para enseñarles buenas medidas de higiene para toda su vida”.

- Al toser o estornudar cúbrete la boca y la nariz con el codo flexionado o con un pañuelo desechable y tíralo a la basura

- Evita tocarte los ojos, la nariz y la boca, ya que las manos facilitan la transmisión

- Si te encuentras mal, avisa a un adulto

¿Les puede afectar psicológicamente?

Estupiñá considera que es un poco prematuro pensar que pueden existir consecuencias psicológicas, porque no hay demasiados estudios en relación con estos sucesos epidémicos. En su opinión, lo que tiene capacidad para producir consecuencias no son los sucesos en sí, como ver el supermercado vacío, sino la reacción que experimentan los adultos. “Si experimentamos pánico ante una determinada situación, transmitimos la idea de que la enfermedad es un enemigo temible ante el que estamos indefensos, eso puede condicionar al niño en respuestas futuras ante la enfermedad”, explica. “En general”, continúa Estupiñá, “los niños son bastante más resistentes psicológicamente de lo que los adultos pensamos y la forma en la que les tratamos tiene que ver más con nuestro propio miedo”. Un niño de cinco años no sabe si lo que está pasando es normal, se orienta por sus padres y la reacción de estos contribuirá, o no, a que se asocie a una situación normal.

¿A qué pueden dedicar el tiempo durante estas dos semanas?

La Comunidad de Madrid ha indicado esta mañana que el profesorado debe acudir a los centros, menos el de las escuelas infantiles y deberán coordinar actividades educativas que puedan desarrollar los alumnos en sus domicilios. “Es importante que la rutina no varíe, es razonable que se levanten a la misma hora y que realicen actividades. Las actividades de los más pequeños son sobre todo sociales y las van a echar en falta, pero eso no quiere decir que se incrementen las horas de televisión o el uso de la tablet”, concluye Estupiñá.

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