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Especial Publicidad

Ciencia al auxilio del planeta

La multinacional 3M aplica la innovación y la investigación en el desarrollo de productos que ayudan a combatir el cambio climático. Un desafío sin precedentes

Imagine por un momento que un nuevo material, aplicado sobre nuestros tejados, convirtiese cada teja en una superficie para reducir la contaminación del aire, utilizando el sol y la lluvia. O ahorrar un 30% de energía gracias a unas partículas capaces de aligerar el peso de los aviones y de los automóviles en los que viajamos. O que unas láminas invisibles consiguieran que nuestras ventanas bloqueen hasta un 97% de los rayos infrarrojos del sol manteniendo los interiores frescos y confortables, reduciendo el uso de los sistemas de enfriamiento… Son algunos ejemplos reales de cómo la multinacional 3M aplica la innovación y la investigación en el desarrollo de productos que ayudan a combatir el cambio climático. Un desafío sin precedentes.

El impacto que el hombre ha tenido sobre el cambio climático y sus temibles consecuencias para el crecimiento sostenible de las generaciones futuras es una realidad. Por eso, la implicación de la ciencia para mitigar sus efectos se hace más necesaria que nunca. Y la participación de la comunidad científica y empresarial es indispensable. Las empresas han de ser capaces de impactar sobre los diferentes mercados e industrias clave, de ahí su papel fundamental en la lucha contra el calentamiento global.

Este es el caso de la multinacional 3M que, a través de la ciencia y la innovación, ha asumido el reto de aportar soluciones prácticas en ámbitos tan diversos como la contaminación, la accesibilidad al agua potable, la eficiencia de las instalaciones de energía renovable, la seguridad alimentaria, el procesado de residuos, la mejora de la calidad del aire, la salud y la protección de las personas. Y siempre con innovaciones inspiradas en mejorar la vida de las personas de forma sostenible.

Con presencia en más de 200 países y unos 90.000 empleados en todo el mundo, 3M considera que “la ciencia es solo ciencia, hasta que se aplica para cambiar el mundo”. De ahí que, de forma proactiva, lleve décadas afrontando el problema de la crisis climática con políticas y soluciones concretas, incluido el desarrollo de nuevos productos bajo la premisa de “hacer que las cosas ocurran”.

Con una trayectoria de más de un siglo y políticas pioneras de protección del medio ambiente, la compañía anunció en 2018 un nuevo Marco Estratégico de Sostenibilidad para dirigir sus esfuerzos hacia tres áreas prioritarias en las que puede contribuir con un mayor impacto: diseñar soluciones que consigan mejores resultados con menos materiales, avanzando hacia una economía circular; innovar para descarbonizar la industria y crear un mundo más positivo a través de la ciencia, inspirando a la gente para colaborar en ese objetivo.

Compromiso y sostenibilidad

“La sostenibilidad es un problema global que solo puede ser abordado con la colaboración de gobiernos, industrias, empresas y consumidores. Nos enfrentamos a complejos desafíos que debemos afrontar de forma inmediata y responsable. Solo trabajando juntos podremos conseguirlo”, sostiene Gayle Schueller, vicepresidenta y directora mundial de sostenibilidad de 3M. Schueller ha avanzado que, a partir de ahora, cada nuevo producto que lance 3M al mercado, “tendrá que demostrar primero que cuenta con un Valor de Compromiso de Sostenibilidad, mostrando previa y claramente cuál será su impacto”. Si se tiene en cuenta que 3M lanza aproximadamente 1.000 nuevos productos cada año en todo tipo de sectores industriales, “se trata de una medida muy relevante a nivel global”, insiste Schueller.

Que el cambio climático es el mayor desafío al que se enfrenta la humanidad es indudable. Su impacto es generalizado y sus riesgos no están limitados por continente, industria o incluso especies. Los desastres climáticos extremos son cada vez más frecuentes y generan un importante impacto económico. Los ecosistemas se enfrentan al colapso y la biodiversidad se ve amenazada. En este contexto, 3M refuerza su compromiso con el pacto global establecido en los Acuerdos de París de 2015 y ya está adoptando medidas concretas.

Desde este año, la sede mundial de 3M solo utiliza energías renovables. El objetivo es que todas sus operaciones globales funcionen al 100% con energía limpia y avanzar así para un futuro libre de carbono. Además, sus 45 plataformas tecnológicas trabajan para conseguir que la ciencia y la innovación tengan como resultado nuevos productos que ayuden a mitigar y controlar el impacto humano en el clima del planeta, y crear así un futuro sostenible para las nuevas generaciones.

Ciencia aplicada a la vida

Por ejemplo, los gránulos 3M Smog-reducing aplicados sobre los tejados aprovechan el poder del sol para convertir las tejas en una superficie de lucha contra la contaminación. Cuando los rayos ultravioleta inciden sobre ellos, su recubrimiento foto catalítico transforma los agentes contaminantes (óxidos de nitrógeno) en iones solubles al agua que se eliminan luego con la lluvia. Cada tonelada de estos gránulos tiene la capacidad de reducir la contaminación del aire en una cantidad anual equivalente a la producida por un automóvil conducido durante 4.828 kilómetros. Diversos fabricantes de techos de asfalto ya trabajan en el desarrollo de esta novedosa tecnología, reconocida como una de las mejores innovaciones de 2018 por la revista TIME.

Asimismo, las microesferas de vidrio 3M Glass Bubbles ayudan a reducir el peso de los vehículos, lo que significa llenar el depósito con menos frecuencia o mantener una carga durante más tiempo en el caso de los coches eléctricos. En la industria aeronáutica, las microesferas de 3M empleadas en la fabricación de la cabina de un avión, contribuyen a que sea más ligero, consuma menos combustible y reduzca su impacto medioambiental. En toda una flota, los fabricantes pueden cumplir más fácilmente los objetivos de reducción de peso y los estándares de emisiones.

Otro ejemplo de utilización de esta tecnología de 3M se encuentra en diversas industrias pesadas, evitando que las maquinarias se colapsen bajo su propio peso mientras trabajan a grandes presiones y bajo temperaturas extremas.

Por último, las láminas de control solar 3M Window Films consiguen un importante ahorro de energía al aplicarse sobre los cristales de las ventanas en viviendas y todo tipo de edificios. Las láminas rechazan hasta un 97% de los rayos infrarrojos del sol para mantener los interiores frescos y reducir la carga en los sistemas de enfriamiento, por lo que ahorran energía y proporcionan confort a sus habitantes.

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