Un vuelo da vueltas cada lunes 20 minutos hasta que abre el aeropuerto de Santander

No por mucho madrugar amanece más temprano. El popular refrán lo conocen bien los pasajeros habituales del vuelo de Ryanair que cada lunes une Barcelona con Santander. El avión que opera la compañía irlandesa tiene fijada la hora de despegue en el aeropuerto de El Prat a las 6.10 y, según las estadísticas de Flightradar, el trayecto hasta la capital cántabra dura menos de una hora.

El Boeing 737-800 de Ryanair que cubre el trayecto podría así aterrizar en las pistas del aeropuerto Seve Ballesteros poco después de las siete de la mañana, pero no puede hacerlo hasta las 7.30, cuando el personal aeroportuario pone en marcha la instalación. El avión espera el momento volando en círculos.

Según una información avanzada por la Cadena SER, durante este tiempo de espera el aparato llega a consumir casi mil litros de queroseno y emite más de dos toneladas de CO2.

Fuentes del aeropuerto cántabro ponen de relieve que su horario es el mismo desde hace años y remiten a Ryanair a la hora de hallar una respuesta al caso. Un portavoz oficial de Ryanair ha indicado que la compañía "no comentará nada respecto del vuelo Barcelona- Santander".

Personal de la compañía explica que operar con márgenes de tiempo es una práctica habitual en el sector aeronáutico para paliar retrasos y que las maniobras de espera hasta tener la luz verde para aterrizar no son un hecho extraordinario.

El aeropuerto Seve Ballesteros apunta desconocer los motivos que empujan a Ryanair a programar un vuelo que llega siempre antes del horario de apertura de la pista. Aena dice tener constancia de algunas quejas de pasajeros por las rutinarias maniobras de sobrevuelo, pero niega que tales prácticas, sus emisiones y el consecuente ruido, hayan provocado el reproche de los vecinos de la zona. Ryanair solo opera los lunes el vuelo matinal de Barcelona a Santander, pero a lo largo de la semana ofrece otras cuatro conexiones, siempre en franjas más avanzadas del día.