Prisión sin fianza para la pareja de Dana Leonte, desaparecida en Málaga desde junio
La juez, que ha levantado hoy el secreto de sumario que pesaba sobre las actuaciones, le atribuye un presunto delito de homicidio
El Juzgado de Primera Instancia e Instrucción número 1 de Vélez-Málaga, en funciones de guardia, ha ordenado este sábado, a petición de la Fiscalía, el ingreso en prisión provisional, comunicada y sin fianza del varón detenido en relación con la desaparición de su pareja sentimental. Sergio R. fue puesto a disposición judicial por la Guardia Civil a las 12 del mediodía de este sábado, poco antes de que se cumplieran las 72 horas tras su detención en la tarde del pasado miércoles por su presunta implicación en la desaparición de la mujer de 31 años.
La juez, que ha levantado este sábado el secreto de sumario que pesaba sobre las actuaciones, le atribuye un presunto delito de homicidio. Como medida cautelar, y también a petición del Ministerio Público, la juez le ha retirado la patria potestad sobre la hija de 10 meses que tienen en común y le ha impuesto una orden de alejamiento sobre la misma. Durante su declaración, el investigado ha negado los hechos que se le atribuyen.
El hallazgo de un hueso humano, hace unos días, por un vecino de la zona, aceleró la detención de Sergio. Fuentes de la investigación han explicado que se practicaron pruebas de ADN y los resultados determinaron que pertenece a Dana. Para la Guardia Civil, el novio de la chica ha sido siempre el principal sospechoso, tanto por su sobreactuación como por las contradicciones de lo que ha ido declarando. También por la geolocalización de su teléfono móvil, que lo sitúan muy cerca de la zona donde ha sido encontrado el resto óseo humano. El caso está bajo secreto de sumario.
El malagueño -que es el único investigado por la desaparición de la mujer- sigue defendiendo su inocencia, tal y como ha subrayado en repetidas ocasiones su abogado, Juanjo Romero, en los últimos días. El letrado ha indicado también que no tiene "ninguna confirmación oficial” de las pruebas de ADN. Y ha explicado que Sergio siempre ha pensado que Dana se había marchado a Rumanía. “La teoría que él tenía es que lo había abandonado porque ya venía tiempo anunciándoselo. Que se iba a marchar agobiada por la situación generada por la situación de las deudas”, dijo Romero, que también dejó caer que otra de las situaciones con las que la joven “no se sentía cómoda” era con su hija.
Tanto el jueves como el viernes, la Guardia Civil ha realizado diversas diligencias de investigación en el domicilio que Dana y Sergio comparten en el municipio de Arenas. Hasta allí se desplazaron equipos del Servicio de Criminalística tanto de Madrid como de Málaga, que han inspeccionado palmo a palmo la vivienda en busca de pruebas. Los agentes han buscado cualquier tipo de pista que les pueda ayudar a esclarecer qué ha ocurrido con la joven rumana, de la que no se sabe nada desde hace tres meses y medio. El registro también se produjo a finales de junio pasado, cuando los agentes se sorprendieron al comprobar que Sergio había limpiado la casa con lejía y blanqueando algunas paredes. Según su abogado, lo hizo para “desinfectar” la suciedad causada por sus perros y para adecentar el hogar familiar ante la inminente visita de los Servicios Sociales para comprobar la situación en la que vivía con su hija.
De manera paralela, cerca de medio centenar de guardias civiles han intensificado durante la última semana las labores de búsqueda en las zonas montañosas de alrededor de Arenas. Un trabajo en el que participan agentes pertenecientes a unidades especializadas como el Grupo de Actividades Subacuáticas (GEAS), el Equipo de Montaña, el Servicio de Protección a la Naturaleza (Seprona) y un helicóptero del Servicio Aéreo, así como el Grupo Cinológico, con perros adiestrados.
La última vez que se vio a Dana Leonte -1,60 metros de estatura, pelo largo castaño, ojos marrones y de complexión delgada- fue el pasado 12 de junio. El último contacto que se tuvo con ella fue esa noche a las 22.36, cuando su teléfono móvil aparecía en línea en WhatsApp, según contó el ahora detenido. En aquellos días él denunció coacciones por parte de la Guardia Civil para obtener su confesión. “Pero cómo voy a confesar, si no he sido yo”, dijo entonces Sergio a los medios de comunicación.
