Las víctimas advierten de que la muerte de Jeffrey Epstein no pone fin al caso de explotación sexual
Las investigaciones revelan fallos en la custodia del financiero en la cárcel federal y el presidente se hace eco de las teorías conspiratorias que cuestionan su suicidio
La muerte el sábado del multimillonario Jeffrey Epstein, hallado inconsciente en la celda de la prisión de alta seguridad de Nueva York donde esperaba su juicio por explotar sexualmente a decenas de niñas, en lo que la policía ha descrito como un suicidio, ha suscitado numerosas incógnitas. Una de ellas, la del futuro de la investigación sobre la red global de tráfico sexual que supuestamente coordinaba el financiero, la han empezado a despejar los abogados de los demandantes.
Fallecido Epstein, que se enfrentaba a hasta 45 años de prisión, la causa criminal contra él queda cerrada. Pero eso no quiere decir que se vayan a cerrar también las pesquisas sobre el caso. Los investigadores pueden dirigirse ahora contra otras personas acusadas de estar vinculadas a la red. Los abogados de algunas de las víctimas ya han anunciado que continuarán buscando justicia para ellas.
“Hay toda una red que permitió que esto ocurriera, y es hora de que todos los que formaban parte de ella respondan ante la justicia”, dijo Kimberly Lerner, una de las abogadas, que aseguró que la muerte de Epstein “no es el final, sino un nuevo comienzo”. Su clienta, Jennifer Araoz, que acusa al financiero de haberla violado cuando ella tenía 15 años, dejó claro sus sentimientos tras la muerte de Epstein. “Deberemos vivir con las cicatrices de sus acciones el resto de nuestras vidas, mientras que él no se enfrentará nunca a las consecuencias de los crímenes que cometió”, dijo en un comunicado. “Y espero que las autoridades continúen y acusen a sus cómplices y posibilitadores, para asegurar la reparación de las víctimas”.
El día antes de su muerte en la prisión federal de Manhattan, los jueces hicieron públicos documentos que revelan nuevos detalles sobre el caso. Forman parte de una demanda interpuesta en 2017 contra una mujer acusada de reclutar chicas menores de edad para Epstein. La demandante menciona a dos políticos demócratas y al príncipe Andrés de Inglaterra.
Nuevos caminos en la investigación
Los nuevos caminos de la investigación sobre el caso correrán, pues, en paralelo a las dos otras investigaciones abiertas ayer por el Departamento de Justicia y el FBI sobre las circunstancias de la muerte de Epstein. Diversas irregularidades en la custodia del preso, que ya había protagonizado un intento de suicidio durante su confinamiento, el pasado 23 de julio, no han tardado en emerger. The New York Times publicaba ayer, citando a un agente del orden, que el protocolo obligaba a los guardias a comprobar cada 30 minutos el estado del reo, pero el procedimiento no se siguió en la víspera de su muerte. También, en violación de los procedimientos penitenciarios, se le permitió estar a solas en una celda dos semanas después de que se le retirara la vigilancia especial por riesgo de suicidio.
Las incógnitas alrededor de la muerte de Epstein han desatado una ola de teorías conspiratorias que ponen en duda que se trate de un suicidio, en una saga, salpicada por personajes famosos, poderosos y hasta aristocráticos, que ya ha sido durante años terreno fértil para elucubraciones infundadas. A ellas se sumó ayer el propio presidente, Donald Trump, que retuiteó un mensaje que negaba que se tratara de un suicidio y que apuntaba al expresidente demócrata Bill Clinton (uno de los políticos que tenían una relación de amistad con Epstein) como posible responsable.
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