Así son y así han pasado este año en libertad los miembros de La Manada
Los cinco condenados han seguido con su vida y pocos han logrado pasar desapercibidos
José Ángel Prenda, Alfonso Jesús Cabezuelo, Antonio Manuel Guerrero, Ángel Boza y Jesús Escudero son los cinco integrantes de La Manada que el 7 de julio de 2016 violaron en grupo a una joven durante los sanfermines. Hoy el Tribunal Supremo ha confirmado la agresión sexual y ha elevado las penas de prisión a 15 años. El 22 de junio salieron en libertad condicional y este viernes, casi un año después han vuelto a ser detenidos, ante el riesgo de fuga.
En estos meses han tratado de hacer una vida discreta, refugiados en sus familias, pero la situación y diversos hechos han impedido que pasen desapercibidos: el incidente con la renovación de un pasaporte de Guerrero, el robo de unas gafas de sol por parte de Boza y lo que, por el vídeo que grabó aquel momento, fue un intento de atropello a un guardia de seguridad, lo devolvieron a la cárcel, la confirmación del procesamiento por otro caso supuesto caso de abuso sexual en Pozoblanco, Córdoba, dos meses antes que el de Pamplona, y, sobre todo, la presión de una sociedad que no ha tolerado su comportamiento.
José Ángel Prenda
Nacido en 1989, es quizás el más mediático de los integrantes de La Manada. En estos meses ha sido el único que ha intercambiado palabras con los medios de comunicación a su entrada y salida de los juzgados o en las inmediaciones de su casa, en el barrio de Amate, uno de los más humildes de Sevilla. Hijo de panadero, no se le conocía ningún oficio en concreto antes de ser detenido por la violación de la joven en los Sanfermines. Fue él, precisamente, quien entabló contacto con la víctima en Pamplona el 7 de julio. Hincha del Sevilla, es miembro de la peña ultra Biris Norte. Prenda tenía antecedentes por un delito de robo con fuerza cometido en 2009 por el que fue condenado por un juzgado de Huelva a dos años de cárcel. En estos meses ha tratado de mantener la vida y las aficiones que tenía antes de 2016. Se le pudo ver en la Feria de Sevilla con su sobrino y este mismo miércoles asistió al tradicional acto de Fieles de Nervión que el Sevilla F. C. organiza todos los años para sus socios más veteranos, junto con el militar de La Manada, Alfonso Jesús Cabezuelo. Regresó a su casa en autobús.
Alfonso Jesús Cabezuelo
Soldado de profesión, estaba destinado a la Unidad Militar de Emergencia (UME) de Morón de la Frontera, en Sevilla, cuando en 2016 fue a los sanfermines. Hijo de mecánico, como Prenda, es miembro de los Biris y también tenía antecedentes penales por lesiones, riña tumultuaria y desorden público. En 2015, la Audiencia de Sevilla le condenó a dos años de prisión por un delito de lesiones cometido en 2013. Tras conocerse su ingreso en la cárcel por la agresión sexual de Pamplona, el militar fue suspendido de funciones y a finales de octubre del año pasado el Ministerio de Defensa decidió expulsarlo del Ejército. Cabezuelo es el máximo imputado por los supuestos abusos sexuales cometidos contra una joven el 1 de mayo en Pozoblanco (Córdoba). En las imágenes que La Manada grabó se le ve manoseando a la chica, en estado de inconsciencia, y según el relato de los hechos, la abofeteó cuando esta se negó a practicarle una felación. Esa agresión le ha valido que, además de los cargos de abuso sexual, se le haya atribuido otro de maltrato en ese caso de Pozoblanco.
Antonio Manuel Guerrero
El guardia civil de La Manada nació en 1989 y se licenció como agente en el Cuerpo en 2015 con modestos resultados. En el momento de su detención estaba haciendo prácticas en Pozoblanco. Aunque a primera vista pudiera parecer que Prenda era el líder del grupo, quienes conocen a su entorno aseguran que Guerrero era el cerebro y el más calculador. Él fue quien grabó a la joven durante su violación en el portal de Pamplona y quien le sustrajo el móvil para tirarlo a la basura, impidiendo que la chica pudiera buscar ayuda o denunciar lo ocurrido de manera inmediata. Fue él también quien invitó a Prenda, Escudero y Cabezuelo a las fiestas de Pozoblanco, en las que perpetraron el supuesto abuso sexual a otra joven en el interior de un coche, por el han sido imputados. Él, precisamente, era el dueño del vehículo y quien estaba al volante mientras empezaron a propasarse con ella y suyo era el móvil con el que Prenda grabó las vejaciones. Durante su estancia en la cárcel por la violación de los sanfermines, dejó embarazada a su novia en el primer vis a vis. Tras obtener la libertad condicional, se ha ido distanciando del resto de La Manada, centrado en el cuidado de su hija. El hecho de que hasta hace pocos meses tuviera un abogado distinto al de sus otros cuatro compañeros y que su línea de defensa no fuera similar, ha ahondado en esa separación. Él es el único que siempre ha acudido solo a firmar a los juzgados. En este tiempo, tuvo que enfrentarse a una vista en la que la Audiencia de Navarra pidió su reingreso en prisión por haber solicitado la renovación de su pasaporte cuando tenía prohibido tenerlo en su poder, como parte de las medidas cautelares. Guerrero, que se ha mudado a la casa de la madre de su hijo, fue suspendido de sus funciones como guardia civil en diciembre de 2018. Mientras estuvo en activo solió hacerse cargo de denuncias sobre maltrato y violencia de género. El fallo del Supremo sobre el caso de La Manada le da dos años más que el resto por el robo con intimidación del móvil de la víctima.
Ángel Boza
Es el más joven de los cinco y el que estaba menos integrado en el momento de ir a los sanfermines en 2016. De hecho, la participación en la violación en grupo de Pamplona pudo tratarse de un rito de iniciación para incorporarse a La Manada, ya que ni formaba parte del grupo de WhatsApp que llevaba ese apelativo ni fue avisado dos meses antes para ir a Pozoblanco, donde los cuatro otros componentes perpetraron otro abuso sexual sobre otra joven en un coche. Boza, nacido en 1991, es, sin embargo, el que más antecedentes penales tiene de todos, aunque por delitos menores. De carácter impulsivo, según sus allegados, su afición por las gafas de sol le llevó en agosto del año pasado a robar un par valorado en casi 200 euros en un Corte Inglés del centro de Sevilla, golpeando con su coche a la salida del aparcamiento a uno de los vigilantes que lo perseguían cuando intentaba huir. En prisión desde ese momento, fue condenado por delito de hurto por esos hechos y puesto en libertad en noviembre. Boza fue el único que no fue detenido este mediodía por la Policía Nacional, sino que se ha entregado voluntariamente a primera hora de la tarde.
Jesús Escudero
Conocido como el peluquero de La Manada, por su profesión, es el que ha pasado más desapercibido a lo largo del poco menos de un año que ha permanecido en libertad condicional. Empleado en la peluquería de su tío, en Triana, la presión en el barrio en repulsa por la agresión sexual de los sanfermines obligó a su familia a despedirle. Fue el último en salir del portal de la calle pamplonesa donde violaron a la joven y su reloj, que aparecía en una de las cámaras de seguridad, fue clave para la identificación del grupo. Nacido en 1990, es primo del guardia civil de La Manada, Antonio Manuel Guerrero.
Agustín Martínez Becerra, el abogado de La Manada
El abogado de los miembros de La Manada se ha convertido en uno de los personajes más mediáticos tras asumir la defensa de cuatro de sus integrantes, a la que en los últimos meses se ha sumado la de Antonio Manuel Guerrero, quien durante todo el proceso fue asesorado por otro letrado. Martínez Becerra se considera a sí mismo “un humilde abogado de provincias”, que, sostiene, no se esperaba en lo que iba a devenir el caso, cuando se hizo cargo del mismo el 8 de julio de 2016. Su primer cliente fue Prenda, que contactó con él a través del líder de los Biris, con el que Martínez Becerra mantiene una relación mercantil. Sin embargo, a quien primero se dirigieron fue al abogado al que la peña ultra suele acudir para sus procesos administrativos, de multas y sanciones. Ese letrado decidió no aceptar la causa por estar muy vinculado a una hermandad de Sevilla. Es así como la familia de Prenda acabó contactando con Martínez Becerra. Frente a los rumores que aseguran que es la peña Biri o el propio Sevilla F. C. quien cubre la minuta del abogado, él es tajante: “El esfuerzo lo están haciendo las familias”.
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