La defensa del líder de La Luz del Mundo se concentra en conseguir una rebaja de la fianza
Naasón Joaquín García, acusado de abusos de menores, pasará en prisión preventiva al menos diez días más mientras sus abogados intentan que el juez reconsidere los 50 millones de dólares
El líder de la iglesia La Luz del Mundo, Naasón Joaquín García, pasará al menos diez días más en una cárcel del condado de Los Ángeles después de que este lunes sus abogados pidieran más tiempo para preparar la vista preliminar. García compareció por primera vez ante el juez el pasado miércoles, dos días después de su detención, y su defensa pidió de plazo hasta este lunes. El objetivo de los retrasos es reunir la información financiera necesaria para rebajar la fianza de 50 millones de dólares, que la defensa considera desproporcionada.
El propio fiscal general de California, Xavier Becerra, reconoció en una rueda de prensa el pasado jueves que no recordaba una fianza tan alta en la historia del Estado. Becerra explicó que la fiscalía había pedido una cifra lo más alta posible cuando se dio cuenta, según “información” que no reveló, de que García podía llegar a reunir entre sus fieles los 25 millones de dólares que pedía inicialmente. Según Becerra, existía un peligro real de que el líder religioso se fugara del país si conseguía salir en libertad con cargos. García, que se hace llamar El Apóstol de Jesucristo, es venerado como un enviado de Dios por millones de personas en todo el mundo.
“Es como si detienen al presidente de IBM y le ponen una fianza basándose en el valor bursátil de la compañía”, decía a EL PAÍS en los pasillos de los juzgados de Los Ángeles Allen Sawyer, miembro del equipo de abogados de García. “¿Por qué no hacen lo mismo con los acusados de la iglesia católica, que tienen un escándalo tras otro?”. Su argumento es que la fianza debe basarse en la situación financiera de García, no en la capacidad de su iglesia. Sawyer explicó que necesitan más tiempo para presentar al juez un estudio pormenorizado del sueldo que García recibe de la iglesia así como sus propiedades.
La defensa de García planteó otra serie de cuestiones previas al juez Francis Bennett, dirigidas a proteger la imagen pública del acusado. Primero, los abogados intentaron impedir la presencia de cámaras en la sala, algo que el juez Bennett denegó de nuevo. También trataron de que el juez permitiera a García vestirse con un traje, en vez de la ropa de la cárcel. La defensa considera que el daño que hace a su imagen pública el ser fotografiado entre rejas y vestido de presidiario no está justificado. El juez denegó la moción y García compareció con un mono azul de la cárcel del condado de Los Ángeles y las manos esposadas.
Junto a García estaban las dos mujeres detenidas con él y que supuestamente le facilitaron las víctimas menores de las que abusó sexualmente y de las que obtuvo pornografía. Según el escrito de acusación, Alondra Ocampo y Susana Medina Oaxaca buscaron a víctimas menores, relacionadas con la congregación, y les dijeron que ir contra los deseos sexuales de García era ir contra la voluntad de Dios. García abusó de al menos dos, según la denuncia.
Ocampo y Oaxaca comparecieron este lunes vestidas con monos naranjas de presidiarias. Se escondieron durante toda la sesión detrás de sus abogados para no ser fotografiadas. El juez mantuvo la fianza de 25 millones de dólares para Ocampo y 5 millones para Oaxaca. Volverán al juzgado el próximo viernes, 21 de junio, junto con García.
Los tres fueron detenidos el pasado lunes dentro de una operación contra el abuso de menores y la pornografía infantil. La denuncia cita a cuatro víctimas anónimas, tres de ellas menores, que fueron explotadas sexualmente por orden de García. La Luz del Mundo es un culto religioso con origen en México y de inspiración evangélica que afirma tener cinco millones de seguidores en todo el mundo, un millón de ellos en Estados Unidos.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.