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Dimite la directora del suplemento femenino del periódico del Vaticano por los intentos de silenciarlo

Lucetta Scaraffia y su equipo se marchan denunciando el retorno a la cultura de “la mujer obediente” en la Iglesia y la imposibilidad de abrir un "diálogo libre y valiente"

Daniel Verdú
Lucetta Scaraffia, exdirectora del suplemento femenino de 'L'Osservatore Romano'.
Lucetta Scaraffia, exdirectora del suplemento femenino de 'L'Osservatore Romano'.Domenico Stinellis (AP)

El Vaticano y el Papa han sufrido una nueva baja que cuestiona directamente la apertura de la Iglesia a las mujeres y a la libertad de expresión. La directora del suplemento mensual femenino de L’Osservatore Romano, Lucetta Scaraffia, y todo su equipo de 11 mujeres ha dimitido de sus funciones. En su despedida, siete años después de lanzar el primer número, la redacción denuncia el intento de “silenciar una iniciativa útil”, la vuelta al clericalismo y a la cultura de “mujeres obedientes”. La dimisión aísla más al pontificado de Francisco, que pierde simpatías a ambos lados del esquema ideológico y social.

La directora de Mujeres, Iglesia, Mundo y su redacción han escrito una carta al Papa para explicar sus motivos. Algo que también detallarán en el número que saldrá el próximo 1 de abril, pero que ya ha sido adelantado. Denuncian que su línea editorial "no ha encontrado el apoyo de la nueva dirección de L'Osservatore Romano" [hubo un brusco cese del anterior director, Giovanni Maria Vian, el pasado diciembre] y que "se ha vuelto a la selección de mujeres de arriba, a la elección de colaboradores que aseguran obediencia y a renunciar a cualquier posibilidad de abrir un verdadero diálogo, libre y valiente”.

La redacción explica en su carta al papa Francisco que tiran la toalla porque se sienten rodeadas de "un clima de desconfianza y deslegitimación progresiva, desde una mirada sin estima y crédito para continuar la colaboración". "Con el cierre de Donne Chiesa Mondo se rompe, por primera vez, una experiencia nueva y excepcional para la Iglesia: un grupo de mujeres, que se han organizado de forma autónoma, que han votado entre ellas la incorporación de nuevas colaboradoras, que han podido trabajar en el corazón del Vaticano y de la comunicación de la Santa Sede con inteligencia y corazón libres, gracias al consentimiento y apoyo de dos papas”.

Menos peso para 'L'Osservatore Romano'

Los cambios en el departamento de comunicación, en permanente restructuración desde la llegada del papa Francisco, están reduciendo el histórico peso de L'Osservatore Romano. Se trata de la publicación de referencia en las cancillerías para conocer la opinión de la Santa Sede en determinados asuntos. Pero el nuevo prefecto, Paolo Ruffini —su prededcesor dimitió por falsear información— trata de otorgar peso a la nueva web (vatican news), un artefecto de comunicación institucional que, en el fondo, compite con los medios que cubren habitualmente el Vaticano utilizando sus propias fuentes. Ruffini destituyó primero al prestigioso director de L'Osservatore de los últimos 11 años, Giovanni Maria Vian. Ahora, entre otras cosas, su nuevo repsonsable, Andrea Monda, ni siquiera podrá acompañar al papa en sus viajes. Una decisión histórica que habla del peso se otorgará en adelante a la centenaria publicación.

Scaraffia explica a este periódico parte de los motivos de su renuncia y la de un heterogéneo equipo donde no todas sus componentes eran católicas. "Si tenían dudas sobre nuetra línea editorial, tenían que haber propuesto debates abiertos en lugar de poner en el en diario [en la publicación diaria de L'Osservatore romano] una línea completamente opuesta a la del suplemento. Nos hemos sentido desautorizadas, nos deslegitimaban", señala. La ex directora de la publicación prefiere no poner ejemplos. Pero hace 10 días se publicó en el periódico una reseña de Monica Mondo, periodista cercana al nuevo equipo de comunicación del Vaticano, que echaba por tierra el documental sobre los abusos a monjas. Un tema que había convertido en una bandera Donne, Chiesa, Mondo. Las declaraciones del Papa en la última cumbre sobre los abusos, donde dijo que "cualquier feminismo termina siendo un machismo con falda" tampoco ayudaron.

El suplemento, creado durante la fructífera dirección del anterior responsable del periódico del Vaticano, Giovanni Maria Vian, fue una publicación contracultural dentro de los muros de una institución masculina. Scaraffia impulsó la publicación de grandes temas, incluido el del largamente silenciado abuso a las monjas por parte de sacerdotes. Este reportaje, que sacó a la luz una realidad incómoda para la Iglesia, cayó como una bomba en la Santa Sede. Justo cuando la Iglesia empezaba a afrontar el tema del abuso a menores, se encontró con un nuevo frente para el que no estaba preparada.

El propio director de la publicación, Andrea Monda, ha contestado hoy a la dimisión del equipo y niega que el suplemento vaya a dejar de publicarse. "En estos pocos meses, desde que he sido nombrado director, he garantizado para Scaraffia y para el equipo editorial de mujeres, la misma autonomía y la misma libertad que han caracterizado la revista mensual desde que nació, absteniéndome de interferir de cualquier manera en la creación del suplemento mensual del periódico". Monda ha negado cualquier tipo de injerencia al tiempo que ha señalado que el suplemento femenino de L'Osservatore Romano "no se interrumpe" y va a continuar "sin ningún tipo de clericalismo".

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Sobre la firma

Daniel Verdú
Nació en Barcelona en 1980. Aprendió el oficio en la sección de Local de Madrid de El País. Pasó por las áreas de Cultura y Reportajes, desde donde fue también enviado a diversos atentados islamistas en Francia o a Fukushima. Hoy es corresponsal en Roma y el Vaticano. Cada lunes firma una columna sobre los ritos del 'calcio'.

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