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“Fuimos a denunciar los abusos y el director nos echó del despacho”

Una cuarta víctima en el colegio de los jesuitas en Gijón acusa a un sacerdote en los años noventa, que fue apartado en 2001 por hacer fotos de niñas en el centro

Íñigo Domínguez
Fachada del colegio de los jesuitas en Logroño, donde daba clase hasta ahora el primero de los jesuitas acusados de abusos en el centro de la orden en Gijón.
Fachada del colegio de los jesuitas en Logroño, donde daba clase hasta ahora el primero de los jesuitas acusados de abusos en el centro de la orden en Gijón.EFE

Los jesuitas del colegio la Inmaculada de Gijón apartaron en 2001 a uno de sus profesores religiosos, Cándido Alonso, tras recibir quejas de familias de alumnos por su comportamiento con menores y porque, admiten ahora, ya en los años noventa se había registrado otra protesta similar de una familia. En concreto, ha explicado la orden, tomaba fotografías de las niñas en el patio. Portavoces de la Compañía de Jesús han reconocido que durante una década no se tomaron medidas contra este religioso. Tras hallar esta información “en los archivos”, han confirmado los datos a EL PAÍS, que ha encontrado una mujer que acusa de abusos a este jesuita, fallecido en 2013. Se trata del cuarto caso de presuntos abusos en este colegio, protagonista de un nuevo escándalo desde hace diez días tras varias noticias aparecidas en la prensa local.

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Esta persona, que no desea revelar su identidad, acusa a Alonso, que fue su profesor de ciencias naturales a principios de los noventa, de tocamientos cuando estaba en los últimos cursos de EGB. “Era conocido en todo el colegio, ya las compañeras del año anterior nos advertían de que tenía la mano muy larga. Íbamos siempre con las carpetas en el pecho delante de él. A mí una vez me llevó a un pasillo, en un lugar donde no podía escapar y me tocó los pechos. Me quedé helada. Llegó a llamarme a mi casa para proponerme vernos a solas y una vez intentó llevarme a su cuarto”, relata. Añade que, en efecto, era habitual que Alonso se paseara con una cámara de fotos por el colegio.

La Compañía admite acusaciones contra 7 docentes en Cataluña

Los jesuitas de Cataluña, la primera orden en España en abrir una investigación interna a raíz de las informaciones de EL PAÍS, hizo público el viernes un primer balance de sus averiguaciones, después de tres meses. Ha recibido correos electrónicos de 19 personas que denuncian abusos cuando fueron alumnos de sus colegios, 11 hombres y 8 mujeres. Acusan a siete jesuitas de cuatro centros, la mitad de los que la orden tiene en Cataluña. Pero esta semana se ha sumado una nueva acusación contra otro, por abusos en 1965, revelado por la emisora RAC1. Es el cuarto caso denunciado en el colegio de Sant Ignasi de Barcelona, donde han surgido varias acusaciones este mes en la prensa catalana.

Según los jesuitas, la persona más citada en las denucias es Lluís Tó, ya fallecido. En 1992 fue condenado a dos años de prisión y seis de inhabilitación por abusos sexuales sobre una menor, y después fue destinado a Bolivia. Otras víctimas han señalado a los religiosos Pere Sala, denunciado en los Mossos d'Esquadra, y Antoni Roigé.

En los noventa fueron las primeras protestas desoídas contra el religioso que admite el colegio, y esta mujer también acusa al director del centro en aquella época de encubrir el caso: “Conté todo en mi casa, y fui con un familiar a hablar con el director, a denunciar los abusos, pero nos echó del despacho. Llevo 25 años callando esto, buscando a alguien más a quien le haya pasado y solo me he animado ahora al ver que sale a la luz”.

La Compañía de Jesús reconoce que no abrió a Alonso un proceso canónico y ha mostrado su pesar por este caso: “Hoy, ante la más mínima acusación con apariencia de veracidad, las medidas habrían sido mucho más tajantes desde el primer momento para prevenir cualquier posibilidad de conducta impropia o de abuso. Reiteramos nuestro deseo de hacer luz, nuestro pesar y vergüenza por aquellos compañeros que abusaron de la confianza de las familias y de los menores, nuestra petición de perdón, y nuestro deseo de ayudar a las posibles víctimas de cualquier tipo de abusos”.

Cándido Alonso fue profesor en Gijón de 1965 a 1968 y era prefecto de disciplina. De 1968 a 1973 estuvo en el colegio de la orden en Vigo. Siguió en Oviedo de 1973 a 1979, como subdirector de EGB y profesor. En 1979 regresó a Gijón, donde permaneció hasta que fue apartado del centro en 2001.

El primero de los casos conocidos este mes en los jesuitas de Gijón se destapó el pasado 12 de marzo, tras una denuncia de una exalumna, que ahora tiene 25 años. La presentó en enero y es investigada por el juzgado de instrucción número 2 de Gijón. La acusación de abusos, cuando la joven era menor, es contra el actual superior de los jesuitas en La Rioja, Jorge Enríquez Muñoz, que fue profesor de filosofía y religión entre 2005 y 2008 en el centro asturiano. En este momento se encontraba en el colegio Sagrado Corazón de la orden en Logroño, y fue la dirección de este centro la que hizo pública la noticia. La orden lo trasladó a otra ciudad “mientras se clarifica lo sucedido” y le impuso medidas cautelares. Enríquez, de 48 años, se ordenó en 2004 y Gijón fue su primer destino. Luego fue enviado a México, regresó a La Coruña, donde permaneció cinco años, y al final recaló en Logroño. En 2018 fue nombrado máximo responsable de los jesuitas en La Rioja. En este mismo colegio de Logroño es donde fue enviado otro jesuita acusado de abusos en Salamanca, José María Nieto, de 1984 a 1997, según reveló EL PAÍS.

La prensa asturiana luego se ha hecho eco de otros dos casos en los jesuitas de Gijón. Un antiguo alumno escribió al correo electrónico que abrió la orden «para hacer llegar comportamientos impropios de algún miembro» y denunció abusos de otro religioso en los años ochenta. El colegio también apartó de la docencia a un profesor, en este caso laico, en 2010, según La Nueva España. Fue tras la denuncia de una alumna en el centro, que le acusó de abusos en casa del docente, durante las clases particulares que ofrecía a los escolares. La familia de la menor no lo denunció por vía judicial y el docente fue expulsado.

Si conoce algún caso de abusos sexuales que no haya visto la luz, escríbanos con su denuncia a abusos@elpais.es.

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Sobre la firma

Íñigo Domínguez
Es periodista en EL PAÍS desde 2015. Antes fue corresponsal en Roma para El Correo y Vocento durante casi 15 años. Es autor de Crónicas de la Mafia; su segunda parte, Paletos Salvajes; y otros dos libros de viajes y reportajes.

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