Seis meses de cárcel para un acosador que abofeteó a una francesa que le plantó cara
El agresor deberá además realizar un curso de sensibilización de violencia sexista
Plantarle cara tras recibir un comentario obsceno le valió este verano a la francesa Marie Laguerre un violento bofetón de su acosador. Las imágenes del momento en que la joven recibe el tortazo del entonces desconocido, registradas por la cámara de seguridad de un bar de París, se hicieron virales y provocaron una oleada de indignación. La justicia abrió una investigación y este jueves se ha pronunciado con contundencia: el agresor ha sido condenado a 12 meses de prisión, seis de ellos en firme.
El agresor, un hombre de 25 años y que ya había sido detenido de forma preventiva, deberá además someterse a un tratamiento y un curso de sensibilización sobre violencia sexista. Asimismo, tiene prohibido acercarse a la víctima, a la que también deberá pagar 2.00 euros en concepto de perjuicio moral, destacó la Agencia France Presse.
Los hechos, sucedidos a finales de julio, sacudieron a un país que se hallaba en pleno debate sobre una ley —que acabó siendo aprobada poco después— que multa el acoso sexual en la calle y que entra en vigor este mismo otoño. La víctima, una estudiante de arquitectura de 22 años, publicó primero en su cuenta de Facebook el vídeo que había obtenido del bar junto al cual sucedieron los hechos. En este, se ve cómo un hombre dice algo (inaudible) a una joven vestida de rojo, Laguerre, quien se vuelve y le responde a los comentarios que según reveló eran lascivos. “Le dije que se callara la boca y seguí caminando”, relató la propia Laguerre. “No tolero ese tipo de comportamiento. No puedo callarme y no debemos callarnos”, agregó. Solo que el hombre decidió cambiar de rumbo y primero se ve cómo coge un cenicero y se lo tira a distancia. Al ver que esta le contestó de nuevo, se volvió a paso rápido hacia la joven y le propina un golpe tan fuerte en la cara que la lanza contra el cristal del establecimiento ante la mirada atónita de los clientes del bar, que apenas tienen tiempo de reaccionar antes de que el agresor desaparezca. El vídeo suscitó indignación tanto nacional como internacional.
En vísperas del juicio, la joven demandante se había manifestado un tanto decepcionada porque la fiscalía decidiera retirar el cargo de “acoso sexual”, al considerar, según explicó la abogada de Laguerre a Libération, “que no se daban las condiciones para calificarlo como tal”, especialmente porque no fue un hecho recurrente sino puntual. El agresor ha sido condenado por el cargo de “violencia con uso o amenaza de uso de un arma”.
Pese a ello, tras el juicio, la abogada, Noémie Saidi-Cottier, aseguró al Huffington Post que tanto ella como su defendida estaban contentas por la sentencia, especialmente por el hecho de que el condenado deberá seguir un curso de sensibilización. “Esperamos que eso le permita adquirir un poco de conciencia sobre el carácter sexista de sus actos”, dijo. La abogada consideró que el hecho de que toda la sala —jueces, abogados y fiscal— fueran mujeres ha permitido que se tuviera en cuenta el carácter sexista de la agresión pese a que se hubiera retirado el cargo de acoso sexual.
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