Vista desde la cima del volcán de la urbanización de las antiguas tierras agrícolas de Xico. De fondo se divisa la laguna que está renaciendo a causa del hundimiento del terreno por la sobreexplotación del manto acuífero. Xico fue hasta hace poco más de un siglo un lugar lacustre. Desde el Museo se propone recuperar la laguna por sus posibles beneficios ecológicos y urbanos.RODOLFO VALTIERRAFotografía de la laguna que renace, tomada por la artista brasileña María Thereza Alves, que está haciendo un proyecto artístico y documental sobre la lucha comunitaria del Museo de Xico y sus aspectos históricos, medioambientales y políticos.MARÍA THEREZA ALVESUna señal del museo en el terreno donde está su sede, en una antigua hacienda que perteneció a Íñigo Noriega, el empresario español que secó el lago de Xico para explotar la tierra con agricultura intensiva.RODOLFO VALTIERRAImagen de la urbanización que se construyó en los últimos años en las faldas del volcán. El Museo de Xico ha denunciado que al removerse las tierras para urbanizar se destruyó una zona donde había restos arqueológicos.RODOLFO VALTIERRAEn el museo se exhibe este cráneo prehispánico. Sobre el agujero, se considera que pudo tratarse de un intento rudimentario de cirugía.RODOLFO VALTIERRAEn el museo, que tiene un total de 50 metros cuadrados, han habilitado un espacio que funciona como taller de pintura para niños de Xico.RODOLFO VALTIERRA
