Un tipo de sanguijuela sobrevive a 196 grados bajo cero durante 24 horas
Los científicos japoneses que han hecho el descubrimiento no tienen explicación del proceso que la mantiene viva en nitrógeno líquido
Una sanguijuela que sobrevive durante meses a temperaturas de -90ºC, y 24 horas sumergida en nitrógeno líquido, a -196ºC. Ese es el descubrimiento que un grupo de científicos japoneses publicó a finales de enero pasado en la revista PLoS ONE. Es más, los investigadores congelaron y descongelaron a distintos especímenes repetidamente, un ciclo que de media aguantaron hasta cuatro veces, pero que algunas sanguijuelas resistieron hasta 12 ocasiones. Los tejidos vivos habitualmente no pueden resistir los cambios rápidos de temperatura a bajo cero, ya que el agua de sus células se congela.
El animal se llama Ozobranchus jantseanus y se alimenta de la sangre de tortugas. Los científicos explican en el informe que no saben gracias a qué proceso puede resistir a temperaturas tan extremas, muy inusual entre los seres vivos. Lo más extraño es que el entorno natural en el que viven no requiere que tengan una tolerancia tan alta a la congelación (criotolerancia), por lo que no creen que su capacidad sea fruto de su adaptación al medio. Además, sostienen que esta sanguijuela es el animal con mayor tolerancia a la congelación (criotolerancia) que se conoce.
"Lo más probable es que tengan una cutícula a base de fibras de colágeno muy resistente", aventura Darío Díaz Cosín, catedrático de Ciencias Biológicas en la Universidad Complutense y experto en anélidos (el filo al que pertenecen las sanguijuelas), aunque se declara asombrado por el descubrimiento.
El experimento fue realizado por investigadores de la Universidad de Tokio de Ciencias Marinas y Tecnología, la Universidad de Kioto, y el Instituto Nacional de Ciencias Agrobiológicas de Tsukuba (Japón). Se completó por fases. Primero, encerraron a los animales en el congelador de -90ºC, y a los tres meses seguían vivos. Los dejaron nueve, y también sobrevivieron todos. Los especímenes comenzaron a morir a partir de los 15 meses, pero 36 meses después de iniciar el experimento todavía quedaba una sanguijuela viva en el congelador. Posteriormente realizaron la prueba del nitrógeno líquido.
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