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“Escribiría del Cid Campeador, pero ¿a quién le interesa?”

La autora alemana, que tiene hoy siete millones de lectores, empezó con libros sobre caballos que firmaba como Christiane Gohl

Margot Molina
Lark estudió Magisterio porque se lo pidieron sus padres.
Lark estudió Magisterio porque se lo pidieron sus padres.julián rojas

Es tantas mujeres que, en ocasiones, mezcla el nombre de una con el apellido de otra. La escritora alemana Christiane Gohl (Bochum, 1958) tiene tal cantidad de seudónimos que ha perdido la cuenta. A veces, escribe: “Con cariño, Ricarda Jordan”, aunque en la portada del libro que está dedicando se lee que la autora es Sarah Lark. El galimatías nominal de la que, en adelante, llamaremos Sarah Lark, porque así es como la conocen sus siete millones de lectores de 18 países (“el 80% son mujeres, escribo pensando en ellas”, precisa), no es un capricho.

“Comencé escribiendo sobre caballos, para adultos y para niños, con mi verdadero nombre, en una editorial alemana, pero cuando otras editoriales se interesaron por mí me pidieron que utilizara seudónimos. Así que tengo nombres distintos para cada editorial y cada género”, desvela Sarah Lark en Sevilla, donde este miércoles presentó su último título publicado en castellano, Las olas del destino (Ediciones B), con el que cierra su saga caribeña.

El gran éxito de esta prolífica escritora se basa en la minuciosidad, el rigor y la pasión que le pone a su trabajo. Una combinación que ha convertido su trilogía sobre Nueva Zelanda en un best seller y a ella en la nueva “reina del género landscape”, una mezcla de novela histórica, romance, aventuras y exotismo.

Hotel Petit Palace Santa Cruz. Sevilla

  • Un café con leche.
  • Un café americano.

Cortesía del hotel.

En el patio sevillano de su hotel high tech, a los que Lark es muy aficionada porque así puede bajar al bar y “charlar sobre el mobiliario de la habitación con cualquiera de los otros huéspedes”, la escritora se emociona más hablando de sus caballos que de sus libros.

La “buena chica” que estudió Magisterio porque se lo pidieron sus padres, pero que, después de dos cursos con niños de 6 a 10 años en Helpup, un pueblecito al norte de Westfalia, decidió “huir” de la enseñanza para siempre, consagra a los caballos la mitad de su tiempo. Lark vive en una finca en Los Gallardos (Almería) desde 2003, donde ha creado un refugio para equinos abandonados donde conviven 16 caballos, una mula y una llama, a la que adoptó hace seis semanas porque sus dueños no la querían. Ella la ha bautizado Dalái Lama. “Es un perfecto caballero, no escupe”, puntualiza mientras sorbe un café con leche de la máquina que el hotel tiene a disposición de sus clientes.

Los équidos son lo que Lark considera su familia, que se completa con cuatro perros y Pocahontas, una pequeña gata pelirroja. “Mis hijos tienen todos cuatro patas”, bromea. “También me gustan los niños, pero a una distancia como de aquí a Ghana”, añade la escritora, que asegura donar “mucho dinero” a una escuela en el país africano.

“La mañana se la dedico a los caballos. Por la tarde, sobre las tres, me siento a escribir y hago una media de 10 páginas diarias. Para mí la documentación es importante, soy muy cuidadosa con los datos y casi todos los obtengo por Internet”, explica la autora, que ha estado en Nueva Zelanda “solo tres veces”, cuando trabajaba en una agencia en la que escribía reportajes publicitarios y fue además guía turística. La fórmula le funciona. De momento, va por la tercera trilogía sobre la isla de Oceanía, aunque en español se ha publicado solo la primera. “Me gustaría escribir sobre el Cid Campeador, pero ¿a quién le interesa? A nadie. Lo de las novelas lanscape va por modas y a España no le toca ahora”, concluye.

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Sobre la firma

Margot Molina
Ha desarrollado su carrera en El PAÍS, la mayor parte en la redacción de Andalucía a la que llegó en 1988. Especializada en Cultura, se ha ocupado también de Educación, Sociedad, Viajes y Gastronomía. Licenciada en Periodismo por la Universidad Complutense de Madrid. Ha publicado, entre otras, la guía de viajes 'Sevilla de cerca' de Lonely Planet.

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