Un estudio pide más educación sexual contra la influencia del porno
“Están a un clic de la violencia extrema y las imágenes sádicas”, señala el trabajo
Sin una adecuada educación sexual, los niños pueden acabar adquiriendo unas ideas distorsionadas a través de la pornografía en Internet. Así lo sugiere el informe Básicamente… el porno está en todas partes, publicado ayer por la Universidad de Middlesex. “Están a un clic de la violencia extrema y las imágenes sádicas”, señala el trabajo.
Sus autores aseguran que “el currículo en formación sexual de los niños tiene que crecer y adquirir más relevancia, además de incluir educación sobre pornografía”. Añaden que el Ministerio de Educación británico y los colegios deberían de comprender la importancia de afrontar el tema: “La única manera de lidiar con la desinformación sexual que ofrece el porno es contraatacando con información de calidad desde las aulas”.
“Es posible exponer a los niños algunos temas clave como consentimiento, género, imagen corporal, relaciones y comportamiento sexual. Estos temas podrían ser introducidos de manera apropiada, año tras año y acorde con las necesidades de cada edad”, explicó ayer Sue Berelowitz, vicepresidenta de la asociación Children’s Commissioner a BBC. Berelowitz encabeza otra de las organizaciones que ha participado en el estudio que lidera la universidad.
Pocos contenidos
En Inglaterra y Gales, los currículos obligatorios de Ciencias incluyen temas sobre la pubertad, el sexo o las de enfermedades de transmisión sexual, y las escuelas públicas y concertadas están obligadas a establecer planes de educación sexual (también hay materias optativas sobre el tema que pueden elegir y desarrollar). En España, sin embargo, la educación sexual en la escuela se limita a unos pocos contenidos en Ciencias, y cualquier otra actividad, refuerzo o programa queda a expensas de la decisión de cada centro escolar. Sin embargo, esas enseñanzas deberían ser obligatorias en todas las escuelas e incluir tiempo de debate sobre el impacto de la pornografía, dice el informe de Middlesex.
El porno llega hoy a la vida de los niños cuando están aún en primaria y la cantidad de material recibido y consumo va aumentando con la edad hasta la adolescencia, añade el texto. La mayoría de las veces, continúa, los niños se topan con la pornografía por casualidad o porque les saltan anuncios, más que porque van ellos a buscarla deliberadamente.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.