“El Popocatépetl despertó en 1994 y no sabemos cuándo se calmará”
El doctor del Instituto de Geofísica de la UNAM, Hugo Delgado Granados, no descarta que veamos ríos de lava fluir por los flancos del volcán
La actividad continúa en el Popocatépetl mientras miles de mexicanos del Estado de Puebla ponen sus ojos en él y amanecen preguntándose si este será el día en el que el volcán se despierte definitivamente. Durante los primeros minutos del viernes una explosión cubrió de fragmentos incandescentes las laderas externas del cráter y generó una columna de cenizas de al menos tres kilómetros de altura. El doctor Hugo Delgado Granados también vigila a ‘Don Goyo’, como se le conoce popularmente, a diario. Lo hace como investigador del Departamento de Vulcanología del Instituto de Geofísica de la UNAM y miembro del Comité Científico Asesor de la Secretaría de Gobernación para el estudio de la actividad del Popocatépetl.
Mientras el Ejército mexicano está preparado para evacuar a las 70.000 personas que viven a la sombra del gigante, Delgado insiste en transmitir un mensaje claro a los mexicanos: hay que estar informados y preparados para cualquier escenario, desde que la actividad decaiga a que veamos la lava derramarse
Pregunta. ¿Cuál es la situación actual de la actividad del Popocatépetl?
Respuesta. El volcán está en erupción desde 1994 y a lo largo de estos años ha tenido incrementos de actividad alternados con periodos de reposo. Para entendernos, a lo largo de estos 19 años - desde que el volcán volvió a entrar en erupción - se han producido distintos episodios y cada episodio está compuesto por eventos como las explosiones. Ahora mismo estamos viviendo un nuevo episodio que no sabemos cuánto durará y que comenzó en abril, aunque fue antecedido por una serie de eventos en marzo.
P. ¿Cuándo fue la última vez que el volcán estuvo en una situación similar a la actual?
R. El volcán entró en erupción en 1920 y 1927. Después volvió a estar en reposo hasta 1994 y esa erupción aún no ha terminado. Dentro de los últimos 19 años, el último periodo prolongado de actividad tuvo lugar en diciembre de 2000 y enero de 2001. Aunque también hubo explosiones en abril de 2012 en un episodio de menor duración.
P. ¿Qué significa el nivel Amarillo-Fase 3 en el que nos encontramos ahora, un paso previo a la fase roja?
R. Hay que señalar que el nivel de alerta que se da a la población es responsabilidad de las autoridades de Protección Civil. Quienes observamos el volcán desde el punto de vista científico y técnico hacemos un seguimiento de la actividad con distintos parámetros como la sismicidad. Desde el punto de vista del Centro Nacional de Prevención de Desastres (CENAPRED), este nivel corresponde al mensaje: “Permanece atento y prepárate para una posible evacuación”. Las autoridades ya han previsto protocolos para evacuar a los ciudadanos si lo consideran necesario.
P. ¿Es posible hacer un pronóstico sobre qué va a ocurrir?
R. Es prácticamente imposible incluso con el monitoreo que realizamos. Cuando un volcán está en reposo y va incrementando su actividad se puede hacer un pronóstico de cuándo va a entrar en erupción pero una vez que ya comenzó, es muy difícil. Y el Popocatépetl despertó en 1994.
P. ¿Qué escenarios contemplan los expertos?
R. Hay un cuerpo de magma que está ascendiendo por el interior del volcán. Ese cuerpo puede llegar a la superficie y derramarse por los flancos. También puede ser que el ritmo con el que sale la lava sea muy rápido y derive en una erupción explosiva de distintas magnitudes o incluso que la lava ascienda sin suficiente volumen como para salir a la superficie y se estanque en el interior del edificio volcánico. Es muy difícil saber qué ocurrirá.
P. ¿Qué tienen que saber los ciudadanos que habitan cerca del Popocatépetl?
R. A lo largo de estos 18 años, desde que entró en erupción, las autoridades han insistido en que la población tiene que entender que viven junto a un volcán activo, grande y con posibilidad de desarrollar diferentes procesos eruptivos. En esta etapa es importante que la población esté muy informada y atenta a los anuncios de las autoridades por si deciden la evacuación. Generalmente la gente tiene miedo a los flujos de lava pero hay otros fenómenos que también son muy peligrosos como los flujos piroclásticos: las explosiones crean una columna eruptiva muy alta que puede colapsar y venirse abajo a velocidades de más de 200 km. por hora.
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