Rouco reclama una “urgente reforma” de las leyes sobre el matrimonio
Los obispos creen "gravemente injusta la legislación actual porque no garantiza "el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable" El cardenal llama a difundir la instrucción 'La verdad del amor humano'
Los obispos siguen empeñados en execrar del matrimonio entre personas del mismo sexo pese a estar avalado ya por el Tribunal Constitucional. Peor. A la jerarquía del catolicismo español es toda la legislación sobre el matrimonio la que ahora le parece "gravemente injusta" porque, dice, "no reconoce netamente la institución del matrimonio en su especificidad, y no protege el derecho de los contrayentes a ser reconocidos en el ordenamiento jurídico como esposo y esposa; ni garantiza el derecho de los niños y de los jóvenes a ser educados como esposos y esposas del futuro; ni el derecho de los niños a disfrutar de un padre y de una madre en el seno de una familia estable".
Lo dijo esta mañana el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco, que es, además, presidente de la Conferencia Episcopal Española (CEE). Esta institución fue creada en 1966, por mandato del Concilio Vaticano, y celebra esta semana su asamblea general número cien. La llamada 'plenaria' la abrió Rouco con un largo discurso ponderativo de la misión de la CEE, en su opinión una pieza fundamental en este medio siglo para la Iglesia romana en España y también para la sociedad en su conjunto. "Los años postconciliares son inimaginables en cada una de nuestras diócesis y en el conjunto de ellas sin el trabajo llevado a cabo por los obispos en la Conferencia Episcopal", dijo.
Pese a un repaso muy optimista de sus tareas pastorales, el discurso del cardenal presidente fue sombrío, con especial fijación en los asuntos de familia, sobre los que los prelados han fijado una pastoral muy exigente, además de urgente, aprobada en la última plenaria bajo el titulo de La verdad del amor humano. Es en este texto donde los prelados beben la doctrina con la que responden ahora a la decisión del Constitucional acerca de la legislación sobre el matrimonio.
Los obispos deciden esta semana la fecha de beatificación de otros 500 mártires de la II República
Insiste Rouco: "No nos corresponde a los obispos pronunciarnos sobre la pertinencia jurídica de los actos de los tribunales. Pero sí tenemos el deber de ayudar al discernimiento necesario acerca de la justicia de una legislación como la referente al matrimonio, que toca tan de lleno el corazón de la vida de las personas y que condiciona tan decisivamente la vida de la sociedad y el futuro de nuestro pueblo. Por eso, es urgente la reforma de nuestra legislación sobre el matrimonio. Y es tanto o más urgente que la Instrucción sobre La verdad del amor humano sea conocida por todos en nuestras parroquias, colegios y en cada lugar de la actividad apostólica de la Iglesia".
Enfrascado en materias doctrinales y en ponderar y enumerar los muchos frutos del Concilio Vaticano II con motivo del cincuentenario de su inauguración, Rouco tuvo unas pocas palabras sobre la crisis que se vive en España. Dijo: "Es una crisis global y extensiva que no parece tocar fondo, una situación en la que la tensión social crece y en la que determinadas propuestas políticas han venido a añadir elementos de preocupación en momentos de por sí ya difíciles. Exhortamos una vez más a los gestos de ayuda concreta con quienes más sufren las consecuencias de la crisis. Por pequeños que parezcan, los gestos de caridad no solo ayudan a quienes lo necesitan, sino que también ayudan a revisar el propio estilo de vida y a adoptar formas de ser y de actuar más responsables con la familia, los vecinos y la comunidad política".
Entre las acciones que los obispos van a aprobar esta semana dentro de su plan pastoral se encuentra "la preparación y celebración en octubre de 2013 de una ceremonia de beatificación de mártires", en principio no menos de quinientos. La Conferencia Episcopal sostiene que la II República Española (1931-1936) maquinó una persecución religiosa en toda regla y que muchas víctimas católicas de la guerra civil posterior, desatada por un criminal golpe militar respaldado con entusiasmo por la inmensa mayoría de la jerarquía eclesiástica del momento, merecen ser elevadas a los altares de esa iglesia.
Rouco lo explica de esta manera: "Al terminar el Año de la fe, se celebrará la beatificación conjunta de un buen número de mártires del siglo XX en España, procedentes de muchas diócesis, cuyo testimonio e intercesión son de gran valor para el crecimiento en la certeza y en la alegría de la fe de todo el Pueblo de Dios. La Iglesia que peregrina en España ha sido agraciada con un gran número de estos testigos privilegiados del Señor. Los mártires del siglo XX en España son un estímulo muy valioso para una profesión de fe íntegra y valerosa. Los preparativos para la beatificación están avanzados, porque la mayoría de las Causas que integran el grupo ya tienen el decreto correspondiente y se prevé que las otras lo podrán tener antes del verano próximo. De modo que, si Dios quiere, se reunirá un grupo de mártires en torno a los quinientos. En esta Asamblea tenemos previsto determinar el lugar en el que se celebrará esta ceremonia de beatificación interdiocesana, un gran broche de comunión y testimonio para el Año de la fe".
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