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Detenidos cuatro familiares de una discapacitada por abusos y maltrato

Seis acusados de quemar con cera a la joven de 26 años en Sevilla

Javier Martín-Arroyo

Una joven discapacitada ha protagonizado sórdidos abusos en Sevilla. La policía ha detenido a seis personas, cuatro de ellas familiares de la víctima, por haber provocado contusiones, quemaduras y erosiones a la mujer, de 26 años y con el 65% de discapacidad intelectual. “Le quemaban los cigarrillos en la espalda. Cuando se quejaba la rapaban y la encerraban desnuda en el baño. Y cuando debía cobrar la paga, la llevaban al banco con la cara cubierta para esconder las heridas”, relata Cinta Rodríguez, pareja del padre de la víctima y que ahora la cuida en su vivienda de Huelva.

La operación policial se desarrolló a mediados de septiembre, cuando los agentes descubrieron a la víctima, que había permanecido maniatada durante días y presentaba múltiples contusiones, tres costillas rotas y neumotórax. La crueldad del caso es sorprendente: los familiares incluso habían derramado cera derretida de una vela sobre el cuerpo de la discapacitada “con el único fin de divertirse”, matizó el comunicado policial difundido este lunes.

El juez puso en libertad a los detenidos tras acusarles de torturas y malos tratos en el ámbito familiar. El supuesto móvil de los abusos era la paga de 350 euros de la joven, dinero que los maltratadores destinaban al alquiler de su vivienda. La joven vivía con sus familiares en el barrio de Los Bermejales, al sur de la capital andaluza, y todos ellos se aprovechaban de esta prestación por invalidez, que era “el único sustento económico de la familia”, subrayó la policía.

La mujer estuvo maniatada durante días y  presentaba múltiples contusiones

El padre de la joven, Eduardo López, separado de la madre, sospechó que su hija sufría abusos y acudió a comisaría para denunciar que su hija estaba siendo maltratada por varias personas, entre ellas algunos familiares. El hombre denunció que había intentado hacerse cargo de la joven, pero que los parientes se lo habían impedido. “Está un poquito mejor, aunque tenía el pulmón desplazado”, describía este lunes López sobre la gravedad de las heridas. La víctima vivía con una prima y su pareja, que la habían trasladado desde la casa que compartía con su madre y una tía meses atrás.

Tras el primer aviso, los policías acudieron al lugar y después de una primera inspección comprobaron las heridas sin curar de la mujer y las contusiones en su cara. Los familiares dieron explicaciones sobre las heridas que no convencieron a los agentes, por lo que el Servicio de Atención a la Familia (SAF) inició la investigación mientras la mujer era trasladada al hospital.

La joven había estado maniatada durante días y tenía múltiples contusiones, quemaduras y erosiones en un claro ejemplo de brutalidad e impiedad. Mientras, los vecinos del edificio de viviendas sociales donde la joven sufrió los abusos aseguraban este lunes desconocer el caso. La perplejidad era evidente.

Tras llegar al domicilio en la primera inspección, los especialistas de la policía evidenciaron la existencia de malos tratos por parte de los familiares sobre la víctima, que tenía hematomas por agresiones continuadas y marcas en sus extremidades, señal de que esta había sido maniatada durante días. Tras explorar a la mujer, esta fue ingresada en el hospital Juan Ramón Jiménez de Huelva, donde se le intervino quirúrgicamente de urgencia y pasó 15 días ingresada. Los médicos certificaron que la joven también presentaba síntomas de desnutrición, quemaduras y erosiones múltiples.

Además de los cuatro familiares, la policía detuvo a dos jóvenes que el pasado verano también vejaron y lesionaron a la víctima. La investigación ha sido realizada por el Servicio de Atención a la Familia y la Brigada de Seguridad Ciudadana de Sevilla.

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Sobre la firma

Javier Martín-Arroyo
Es redactor especializado en temas sociales (medio ambiente, educación y sanidad). Comenzó en EL PAÍS en 2006 como corresponsal en Marbella y Granada, y más tarde en Sevilla cubrió información de tribunales. Antes trabajó en Cadena Ser y en la promoción cinematográfica. Es licenciado en Periodismo por la Universidad de Sevilla y máster de EL PAÍS.

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