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El asesino de El Salobral se suicida tras el cerco de la Guardia Civil

El hombre que mató a una menor se ha disparado en la caseta donde estaba atrincherado Los agentes y su padre intentaron sin éxito negociar su rendición

FOTO: DAVID RODRÍGUEZ OLIVAS / VÍDEO: ATLASFoto: atlas
Mónica Ceberio Belaza

Juan Carlos Alfaro, el presunto homicida que mató el pasado sábado en El Salobral a una menor de 13 años, de la que decía estar enamorado, y a otro vecino de la localidad albaceteña, se ha suicidado a la puerta de la caseta donde permanecía atrincherado desde primera hora de esta mañana tras ser descubierto por la Guardia Civil. El presunto asesino, de 39 años, que iba armado con un fusil y una pistola y era un excelente tirador, salió de la caseta en torno a las tres de la tarde y se pegó un tiro en la cabeza después de soportar un cerco de unas seis horas. Aunque en el traslado en helicóptero al Hospital de Albacete el hombre perdió el pulso y se pensó que había muerto, personal sanitario del centro hospitalario consiguió reanimarlo a su llegada allí y mantener sus constantes vitales porque era donante de órganos, hasta su fallecimiento, certificado a las 18.30.

La Guardia Civil, después de un día y medio de búsqueda, lo había localizado sobre las nueve de la mañana en una zona cercana a una finca perteneciente a su familia. A partir de se momento, los agentes trataron de convencerle de que se entregara de forma pacífica. Otros familiares, entre ellos unos tíos muy cercanos, se trasladaron a la zona y pidieron también hablar con él.

Durante el tiempo que permaneció cercado, Alfaro aseguró que no dispararía si los agentes no disparaban contra él. A media mañana pidió tabaco y un teléfono móvil para comunicarse mejor con las fuerzas de seguridad, después de que el suyo se quedara sin batería. Un centenar de efectivos de las fuerzas de seguridad y del servicio de Información de la Comandancia de Albacete rodearon el lugar donde se atrincheraba, dentro de una caseta en la zona que la madre de la menor había señalado a la policía como posible escondite del presunto asesino. Cerca de estos terrenos posee una finca la familia de Alfaro y también uno de los hermanos de Agustín Delicado, el vecino al que supuestamente mató el sábado. La Guardia Civil pidió la asistencia de una UVI medicalizada por si hubiera heridos.

Mariano Zafra / El País

Hasta localizar a Alfaro esta mañana, los agentes, con la ayuda de perros y de un helicóptero, peinaron cada metro cuadrado de los alrededores de la pedanía albaceteña desde el sábado, después de que Alfaro se diera a la fuga tras cometer su crimen. El entierro de la menor ha tenido lugar a las 15.00 en el cementerio de Albacete y el de Agustín Delicado a las 17.00 en El Salobral.

El crimen ocurrió el sábado por la tarde. El presunto asesino, mecánico en paro, conocido como El Fraguel, experto tirador y con 15 armas en casa, cogió una pistola y salió a matar a Almudena. Ella paseaba con unos amigos por el centro de El Salobral, una pequeña pedanía con poco más de 1.000 habitantes a 14 kilómetros de Albacete, cuando Alfaro le salió al paso. Eran las siete y veinte de la tarde, más o menos. Le descerrajó cuatro tiros en la calle La Luz, una pequeña callejuela, y salió corriendo en dirección a su casa, según las versiones de los vecinos. En ese momento llamó al servicio de emergencias y les informó de que había matado a la adolescente.

Adela, madre de Almudena, la niña asesinada, a su llegada al cementerio de Albacete.
Adela, madre de Almudena, la niña asesinada, a su llegada al cementerio de Albacete.Cristóbal Manuel

Después entró en su casa, en una de las esquinas de la Plaza Mayor, frente a la iglesia del pueblo, y cogió un rifle. Con este en mano, se dirigió a la calle Mayor y lanzó una ráfaga de tiros hacia delante. Hasta 15 impactos de bala pueden verse aún en los edificios. Una de ellas alcanzó a un vecino que había salido al portal de su casa a fumar un cigarro para no molestar. Era Agustín Delicado, de 40 años, conocido como Pepsicolo, camionero en paro con una niña de 11 años. Murió en el acto.

En ese momento estaba hablando con él su vecino de portal, Francisco Martínez. “Casi ni le vimos”, señala. “Estábamos hablando tranquilamente uno frente a otro cuando comenzamos a escuchar los tiros. Cuando miré, Agustín  estaba en el suelo”. Casualmente, el marido de la abuela de Almudena entraba en un coche en ese momento por la calle Mayor. A él también le alcanzó uno de los tiros, pero tuvo más suerte que Delicado. Resultó herido leve en un brazo y fue dado de alta el sábado de madrugada. Almudena vivía con él y con su mujer. El domingo esperaba conmocionado el cuerpo de Almudena en el mortuorio del hospital, con el brazo en cabestrillo, junto a su mujer y la madre de Almudena.

Foto del presunto asesino obtenida de su perfil en Facebook.
Foto del presunto asesino obtenida de su perfil en Facebook.

Alfaro se fue corriendo. La Guardia Civil cree que huyó a pie. No lo hizo, desde luego, ni en su coche ni en su moto -los agentes tenían ambos controlados-, aunque tampoco pueden asegurar que no usara el vehículo de algún amigo para huir. La noche de los dos asesinatos era oscura y llovía a mares, lo que facilitó que pudiera esconderse y escapar. Los agentes lo llamaron por teléfono para tratar de que se entregara. Hablaron con él, pero sin éxito. A las once de la noche desconectó el teléfono. Ahí se perdió su rastro. El domingo la búsqueda fue especialmente cuidadosa por la zona por la que supuestamente habló por el móvil por última vez, pero no han logrado encontrarlo hasta esta mañana.

Alfaro sembró el pánico en el pueblo. Después del triple ataque, la Guardia Civil cerró los accesos a El Salobral y recomendó a todos los vecinos que no salieran de casa. Algunos de ellos, con miedo de que el homicida pudiera aparecer en cualquier calle, pidieron a los agentes que les acompañaran a casa, según ha explicado el alcalde, Ángel Sánchez. La Consejería de Educación ha suspendido las clases este lunes en el colegio de El Salobral y en el IES de Aguas Nuevas (Albacete), donde cursaba sus estudios la menor asesinada.

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Sobre la firma

Mónica Ceberio Belaza
Reportera y coordinadora de proyectos especiales. Ex directora adjunta de EL PAÍS. Especializada en temas sociales, contó en exclusiva los encuentros entre presos de ETA y sus víctimas. Premio Ortega y Gasset 2014 por 'En la calle, una historia de desahucios' y del Ministerio de Igualdad en 2009 por la serie sobre trata ‘La esclavitud invisible’.

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