Francia será el país número 12 en reconocer el matrimonio homosexual
Francia se unirá a Holanda, Bélgica, España, Canadá, Sudáfrica, Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina y Dinamarca
Francia acaba de anunciar que en septiembre de 2013 las parejas homosexuales podrán unirse en matrimonio y acogerse a los mismos derechos y obligaciones que las parejas formadas por un hombre y una mujer, incluido el derecho a la adopción. El país galo se convertiría así en el país número 12 en aprobar este tipo de unión para sus ciudadanos. Un club que comenzó en 2001 en los Países Bajos y al que en 2005 se unió España reconociendo todos los derechos.
La carrera empezó mucho antes. Muchos sitúan el inicio en la revolución sexual de los años 60 y 70 que empezó a redefinir los roles sexuales dentro y fuera de la pareja. Las ideas más liberales se fueron abriendo paso y tras los sucesos del 28 de junio de 1969 en Stonewall, que dieron lugar al Orgullo Gay, la idea de que los homosexuales pudieran tener los mismos derechos que el resto de la sociedad empezó a circular.
Pronto se dieron nuevos pasos. La Organización Mundial de la Salud excluyó la homosexualidad de su lista de enfermedades y problemas de salud. Eliminado el estigma, los gais empezaron a luchar por ser equiparados al resto de la sociedad. Muchos países dejaron de perseguirlos y se empezaron a concederles ciertas mejoras en sus legislaciones, pero fue en 2001 cuando Holanda les reconoció por primera vez en la historia occidental el derecho a casarse.
Gran parte de la derecha europea y muchos grupos religiosos, con la Iglesia católica y el islam a la cabeza, emprendieron una ofensiva para evitar que la excepción holandesa se extendiera a más estados. Pero la izquierda política pronto vio la reforma como una nueva forma de extender los derechos sociales a un colectivo que hasta hacía pocos años había sido excluido de la sociedad. De esta forma, la izquierda belga aprobó la medida en 2003, cuando llegó al Gobierno de ese país, aunque en este caso sin derechos de adopción.
Fue España en 2005, con la llegada del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, el primer país en reconocer íntegramente el matrimonio entre dos personas del mismo sexo y en otorgar todas las ventajas y obligaciones que al resto de las parejas. Con este paso dado y ante la falta de consecuencias negativas auguradas por los grupos que estaban en contra, muchos países se apuntaron a modificar sus códigos civiles. Así Canadá lo aprobaba en ese mismo año, siendo el primer país americano en hacerlo. Después fue Sudáfrica, un país situado en uno de los continentes más homófobos del globo. Posteriormente Noruega, Suecia, Portugal, Islandia, Argentina y por último Dinamarca se sumaron a los cambios.
Además, países como Israel o Uruguay reconocen los matrimonios de otras naciones aunque no permitan celebrarlos en su territorio, y otros como Brasil, México o EEUU tienen territorios donde las bodas gais se celebran con total legalidad.
El paso de Francia ahora da algo más de legitimidad a esta modalidad de uniones que sin duda crea polémica en gran parte del mundo. Sólo el tiempo dirá si este nuevo derecho conquistado por los homosexuales se consolida o sigue siendo cosa de un club reducido de naciones.
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