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“Ningún país es ajeno a la tortura”

El jefe internacional de Medicina Legal ha visto horrores en países democráticos

Carmen Morán Breña
Duarte Nuno, presidente de la Academia Nacional de Medicina Legal de Portugal.
Duarte Nuno, presidente de la Academia Nacional de Medicina Legal de Portugal.GORKA LEJARCEGI

Duarte Nuno Vieira (Coímbra, Portugal, 1959) estudiaba Ginecología, pero metió la nariz en un curso para forenses y quedó más contento que un aficionado de CSI. El cambio de especialidad con el que acabó la carrera no le gustó a nadie en su familia, pero todos se equivocaban, menos él. Hoy es presidente de la Academia Internacional de Medicina Legal y su pasión por el asunto no ha remitido un ápice. “Pensamos en los vivos, en las familias; es un servicio para ellos, no para los muertos. Cuando empiezas una autopsia no sabes lo que te vas a encontrar, crees que es un accidente y resulta un homicidio. Esta profesión es necesaria para castigar a los culpables, impedir que sea injustamente condenado alguien o castigado el que se lo merece. Es un servicio al otro, es apasionante”, dice.

Nuno Vieira ha llegado a España para hablar del papel de la medicina forense en las catástrofes, pero quien dice catástrofes dice guerras y quien dice guerras dice cadáveres en las cunetas sin identificar, con un tiro en la nuca, un reloj de bolsillo, una peineta perdida; la historia enterrada. “Y heridas sin cicatrizar y sufrimiento”, añade este forense, que hace un alto en el congreso organizado por el Grupo Mémora, una firma de servicios funerarios, para atender esta entrevista. “La violación de los derechos humanos, los crímenes masivos en muchas dictaduras, no prescriben. Las familias tienen derecho a la memoria y a la verdad de lo que pasó y es un derecho individual, de cada uno, el ser identificado y devuelto a su familia. Eso se reconoce hasta en los protocolos de la Interpol. Si mi padre y mi hermano hubieran desaparecido, yo querría saber, pero también hay que respetar a aquellas familias que no quieren hacerlo”, explica.

Nuno Vieira, dice, sin embargo, que “a menos que la familia pare el proceso, es obligación del Estado iniciarlo. Eso en Estados Unidos lo hacen muy bien. Aún hoy buscan a los soldados muertos en Vietnam. Saber que te buscarán también es una garantía para el soldado”.

Las familias tienen derecho a la memoria y a la verdad de lo que pasó

Pero el portugués no quiere despistarse. Lo que le trae a Madrid es un congreso sobre grandes catástrofes y el mensaje que quiere transmitir a toda costa es la necesaria colaboración y coordinación de los profesionales de todos los países que se unen en la ayuda en momentos así, sea un tsunami o un terremoto. “Han de conocer los protocolos internacionales, que existen, y estar formados en consecuencia”, dice Nuno Vieira.

También preside el Consejo Europeo de Medicina Legal, pero ha sido como voluntario de la ONU cuando ha visto “a seres humanos vivir en unas condiciones que no se permiten ni para los animales de laboratorio”. “A veces ocurren cosas terribles en países democráticos que sus presidentes desconocen”, asegura.

Con el café terminado habla de las violaciones masivas de mujeres en países en conflicto; y de las torturas, que no siempre se dan en zonas oscuras del mundo: “Ningún país puede decir que no aplica tratamientos crueles ni que es ajeno a la tortura, es un tema transversal. Afortunadamente, no hay solo santos ni solo pecadores. A veces los intereses económicos generan tolerancia con los países dictatoriales, pero los derechos humanos han de estar por encima de los económicos”, afirma. Pues mal vamos, ¿no? “Vamos mejor, la justicia, aunque tarde, acaba llegando”. Si es tarde, no es justicia. “No es tan justicia, pero es mejor que ninguna”, matiza.

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Sobre la firma

Carmen Morán Breña
Trabaja en EL PAÍS desde 1997 donde ha sido jefa de sección en Sociedad, Nacional y Cultura. Ha tratado a fondo temas de educación, asuntos sociales e igualdad. Ahora se desempeña como reportera en México.

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