La filósofa Martha Nussbaum, Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales
El jurado destaca su concepción universal de los derechos de la mujer para superar los límites del relativismo cultural
La filósofa estadounidense Martha C. Nussbaum (Nueva York, 1947) ha sido galardonada hoy en Oviedo con el Premio Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales 2012. El jurado ha destacado su contribución a las humanidades, a la filosofía del derecho y de la política y su concepción ética del desarrollo económico.
El acta del tribunal, al que ha dado lectura este mediodía su presidente, el exministro de Educación Aurelio Menéndez, señala que Nussbaum, profunda conocedora del pensamiento griego, es una de las voces más innovadoras e influyentes de la filosofía actual y que sostiene una concepción universal de la dignidad humana y de los derechos de la mujer para superar los límites del relativismo cultural. Según el jurado, las teorías de la filósofa estadounidense se basan en el convencimiento de que quienes entienden de distinta manera lo que es el bien "pueden ponerse de acuerdo sobre principios éticos universales, aplicables allí donde se dé una situación de injusticia o discriminación".
Nussbaum, que ya había sido calificada ayer por el jurado como máxima favorita, se ha impuesto en las últimas votaciones al sociólogo español Manuel Castells y al demógrafo italiano Massimo Livi-Bacci. A este premio, segundo que concede en la presente edición la Fundación Príncipe de Asturias, se habían presentado 27 candidaturas de 14 países.
Profesora actualmente de la Universidad de Chicago, el jurado incide en la labor de Nussbaum como defensora del papel de las humanidades en la educación como elemento imprescindible para la calidad de la democracia y en que ha abordado el estudio del desarrollo económico y de la ética al entender la pobreza como una privación de capacidades humanas, "planteamiento que ha tenido una gran repercusión en diversos organismos internacionales". Esta dimensión ética, añade el jurado, está presente en toda su obra, ya que Nussbaum ha participado activamente en los más importantes debates sociales y económicos de nuestro tiempo.
Procedente de una familia acomodada, en 1975 Nussbaum se doctoró en filosofía por la Universidad de Harvard, después de estudiar arte dramático y estudios clásicos en la Universidad de Nueva York. Colaboradora del Nobel de Economía Amartya Sen en temas relacionados con el desarrollo y la ética, impartió clases en Harvard y después en la Universidad de Brown (Rhode Island, EE UU), desde donde participó con diferentes instituciones académicas.
Uno de sus libros más relevantes es La fragilidad del bien: fortuna y ética en la tragedia y la filosofía griega (1995), que versa sobre la ética antigua y que la convirtió en una reconocida figura en el ámbito de las ciencias sociales. De la veintena de obras que ha publicado, destacan entre las más recientes La terapia del deseo (2003), El conocimiento del amor (2005), El ocultamiento de lo humano (2006) o Las fronteras de la justicia (2007), El cultivo de la humanidad o Crear capacidades, estas dos últimas de 2012. Nussbaum fue candidata al Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales en las ediciones de 2008, 2009 y 2010. Posee numerosas distinciones y en septiembre de 2005 las revistas Foreign policy y Prospect la incluyeron entre los cien intelectuales más influyentes del mundo.
El Príncipe de Asturias de Ciencias Sociales se concede a aquellas personas cuya labor creadora o de investigación representa una contribución relevante en beneficio de la humanidad en los campos de la historia, el derecho, la linguística, la pedagogía, la ciencia política, psicología, ética, filosofía, geografía, economía, demografía y antropología.
El año pasado recayó en el científico Howard Gardner y, entre otros, está en posesión del antropólogo y ensayista Julio Caro Baroja, los juristas Eduardo García de Enterría y Aurelio Menéndez, el psicólogo José Luis Pinillos, los economistas Enrique Fuentes Quintana, Juan Velarde y Paul Krugman, y el hispanista británico Raymond Carr y la expresidenta irlandesa Mary Robinson.
El premio está dotado con 50.000 euros, la escultura creada y donada expresamente por Joan Miró para estos galardones y un diploma y una insignia acreditativos.
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