Un compromiso con la tele pública
Tan preocupante es cambiar por decreto ley la composición y elección del Consejo de Administración y presidente de RTVE, porque afecta a su independencia, como recortarle más de 200 millones de euros, porque tiene graves consecuencias tanto para el servicio público que presta como para el crecimiento y el empleo del sector.
RTVE, primera empresa audiovisual del país, puede paliar esos efectos negativos y activar el crecimiento, incentivar el empleo si, ante la nueva realidad económica y empresarial, clarifica su estrategia en clave de utilidad, compromiso y responsabilidad pública. Sin renunciar al modelo que tan buenos resultados ha dado en audiencia, independencia y equilibrio presupuestario -aunque mejorable en producción interna-, debe maridar la prestación de un servicio público plural, de calidad y con más producción propia con la dinamización de la industria española audiovisual, cinematográfica y tecnológica.
RTVE, con una mermada capacidad de inversión y compras, debe elegir, apostar por la industria española y europea o mantenerse en otros mercados, principalmente el norteamericano. Su margen de maniobra está limitado por los efectos del recorte sobre el coste de plantilla, un mercado peculiar donde se asumen compromisos con meses y años de antelación y la necesidad de reducir o abaratar su oferta de canales y contenidos para conseguir equilibrio presupuestario. En esta coyuntura adversa urge reorientar la estrategia de gasto, gestión y oferta hacia cinco prioridades:
De lo que decida ahora RTVE depende el futuro del servicio público
1. Optimizar el uso de recursos propios, aumentando sustancialmente la producción interna para garantizar la eficacia empresarial y el mantenimiento de los puestos de trabajo, objetivo irrenunciable. Producir los programas informativos, culturales y actualidad e incrementar su participación en infantiles, deportivos, ficción...
2. Contratar preferentemente con la industria española de contenidos y servicios, priorizando en parrilla la producción independiente y reforzando la inversión, estímulo y emisión de producciones cinematográficas españolas y europeas. Series como Cuéntame o Águila Roja no pueden desaparecer por razones económicas. En función de audiencia, coste y calidad, TVE no saldría perjudicada y la industria y el empleo se beneficiarían. La película de estreno norteamericana más vista este año en TVE, La momia: la tumba del emperador dragón, emitida en el mismo horario y con coste similar a un capítulo de ficción española, tuvo 3,3 millones de espectadores, 18,7% de cuota. El último capítulo de Águila Roja, 6,1 millones y 30%. La media de la serie, 5,9 millones y 31,1%. Cuéntame cerró temporada con 5,1 millones de media y 25,5%. Sin contar los ingresos por su venta al mercado nacional e internacional.
3. Adquirir preferentemente derechos sobre eventos deportivos subastados en el mercado interno, anteponiendo la contratación de competiciones españolas -o con representación oficial española- y de interés general a aquellas donde puedan participar españoles pero no a título oficial.
Consecuentemente, RTVE debe, inmediata o progresivamente relegar la contratación de producciones no europeas, vender o subrogar derechos ya adquiridos y/o renunciar a renovar o contratar ex novo series y cine de las majors norteamericanas o acontecimientos deportivos no prioritarios. Asimismo, reforzar los criterios de austeridad en el gasto, diversificación de proveedores, transparencia y eficacia en la contratación, favoreciendo estrategias conjuntas con empresas públicas y explotando las posibilidades legales de ingresos.
4. Apostar por I+D+i al definir formatos y contenidos y primar las inversiones en nuevas tecnologías, HD, HBBTV, 3D...
5. Desarrollar la participación social y profesional y el derecho de acceso y reforzar el Consejo Asesor, dotándole de un reglamento de funcionamiento para su operatividad y eficacia.
De lo que decida RTVE depende el futuro de la Corporación, de sus trabajadores, del servicio público y de buena parte de la industria audiovisual. El sector debe colaborar y crear complicidades; el Gobierno, ayudar, no asfixiar económicamente, y firmar un contrato programa que garantice empleo, estructura territorial, suficiencia financiera y equilibrio presupuestario.
Miguel Ángel Sacaluga es consejero de CRTVE. Firman también este artículo Jesús Trancho (secretario general de UGT-CRTVE), Dolores Arocha (secretaria general de CC OO-CRTVE) y Alejandro Perales (presidente de AUC).
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