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El empresario de los implantes de mama fraudulentos planeaba volver al negocio

Los dos hijos de Jean-Claude Mas crearon en junio una nueva empresa enfocada a la exportación de prótesis mamarias con silicona

El hombre detrás del escándalo sanitario de los implantes defectuosos, Jean-Claude Mas, fundador en 1991 de Poly Implant Prothese (PIP), planeaba volver al negocio antes del año que viene, según reveló ayer la prensa local. Los dos hijos de Mas crearon en junio una nueva empresa enfocada a la exportación de prótesis mamarias con silicona. El plan de negocios alude a Mas como “consejero tecnico-comercial” y a dos ex directivos de PIP como responsables de calidad y producción. El proyecto se paralizó a raíz de la mediatización en las últimas semanas del caso PIP. Ayer la agencia de productos sanitarios francesa, la Afssaps, elevó a 20 el balance de casos de cáncer detectados en mujeres con implantes PIP, pero insiste en que no hay relación probada entre ambas cosas.

La empresa, denominada France Implant Technologie (FIT), registró sus estatutos ante el tribunal de Comercio de Toulon, en el sur de Francia, con un capital de 4.000 euros y con los dos hijos de Mas, Nicolas Lucciardi, ingeniero en informática de gestión de 27 años, y Peggy Lucciardi, comercial de 24 años, como accionistas. La compañía está domiciliada en la dirección de la madre de sus creadores y ex pareja de Mas, cercana a las instalaciones de PIP. Oficialmente está destinada a “la concepción, la fabricación y la comercialización de dispositivos médicos y de todo producto de bienestar”. El hijo de Mas negó en un primer momento al diario Var Matin cualquier implicación de su padre en el proyecto.

Sin embargo, el mismo diario y la edición digital de Elle, han tenido acceso al plan de negocio redactado en septiembre. Este se refiere en dos ocasiones al fundador de PIP, en un primer momento como “consultor de FIP”, cuya presidencia recae en su hijo, y en otro como “creador con ingenio, 30 años de experiencia en las prótesis mamarias, consultante tecnico-comercial”. Otros dos otros directivos de PIP, en quiebra desde 2009 y que la justicia liquidó en marzo de 2010, aparecen también con cargos de responsables de producción y de calidad.

PIP y su antiguos directivos están siendo investigados por estafa y por homicidio involuntario por haber utilizado un gel industrial, diez veces más barato que el médico, en sus implantes mamarios en los últimos años. Un informe de expertos concluyó que las prótesis presentan un mayor riesgo de rotura y que la silicona puede provocar inflamaciones, razón por la cual el Gobierno ha recomendado a las 30.000 mujeres que llevan estos productos retirárselos. Sin embargo, las investigaciones descartaron que las prótesis elevaran el riesgo de cáncer.

La agencia francesa de seguridad sanitario y de los medicamentos, la Afssaps, anunció ayer que el balance de los casos de cáncer detectados entre las mujeres afectadas, anteriormente situado en nueve, se elevaba a día 28 de diciembre a 20. “Hemos registrado tres casos de linfoma, 15 de adenocarcinoma mamario, un caso de adenocarcinoma pulmonar, una leucemia mieloblástica aguda”, indica la agencia, según el diario Le Monde. Sin embargo “no se ha establecido ninguna imputabilidad a día de hoy entre estos casos de cáncer y los implantes PIP”, añade.

La empresa nueva creada por el hijo de Mas se fijaba como objetivo “vender a muy corto plazo más de 60.000 implantes anuales” y alcanzar una cifra de negocio de 6 millones de euros. Preveía la producción de unas 400 prótesis diarias con un equipo de una veintena de personas. Se orientaba principalmente al mercado latinoamericano –el cual “obedece a la regla de la mejor prótesis es la menos cara”, según la nota- y asiático, así como España, Reino Unido, Suiza y Alemania. La empresa prometía precios un 10% por debajo de la competencia y costes de producción inferiores en un 30%.

El documento aseguraba disponer ya de las instalaciones necesarias y de los contactos con los socios comerciales, por lo que parece indicar que planeaba retomar los laboratorios de PIP, vacíos desde la quiebra de la empresa. Calculaba así estar plenamente operativa y disponer de la documentación necesaria para iniciar la venta en junio del año que viene.

Todo parecía por lo tanto en marcha, pero Lucciardi ha explicado a Elle que “el proyecto no se concretó” debido a la mediatización del caso de los implantes defectuosos PIP y la investigación por estafa y homicidio involuntario de la empresa. “Se ha caído completamente” y “no verá la luz del día”, ha añadido.

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