Investigados por corrupción rectores y exrectores de 16 universidades públicas de Brasil

El río de dinero público usado para prácticas de corrupción no es sólo típico del mundo político. Ha llegado tambien a una de las instituciones más nobles del Estado, que deberían ser ejemplo de ética ciudadana, como lo es la universidad pública que vive de recursos del Estado. En un reportaje presentado a toda a página hoy domingo, el diario O Globo revela cómo rectores y exrectores de 16 Universidades en 13 Estados del país están siendo investigados bajo sospechas de corrupción.

El mismo Ministerio de Educación tiene en estudio 23 casos de investigación sobre fraudes llevados a cabo en las universidades federales. En algunos casos, como en el de un exrector en Rio Grande do Sul, el fraude alcanza a 44 millones de reales (unos 20 millones de euros), mientras que el rector de la Universidad Federal del Estado de Piauí, Luiz de Sousa Santos Junir, responde nada menos que en ocho procesos, además de abusos con la tarjeta de crédito corporativa y de contratas sin licitaciones.

Los Estados más importantes en los que se investigan fraudes en las universidades del Estado son: Brasilia, Amazonas, Rondõnia, Acre, Minas Gerais, Pará, São Paulo, Sergipe, Pernambuco, Piauí y Rio de Janeiro.

Las acusaciones son varias y de diferente tipo, casi todas irregularidades y fraudes en la administración de las universidades para obtener dinero ilegalmente, además de favorecimientos contra la ley a familiares, otorgándoles, por ejemplo, becas que no les corresponden. Las mayores irregularidades se dan a través de concesiones de obras sin licitación pública así como en abusos en la cobertura de viajes al exterior.

En Rio de Janeiro, el exrector de la Universidad Federal (UFRJ), Aluísio Texeira, ha sido ya sancionado por el Tribunal de Cuentas de la Unión (TCU) con una multa de 20.000 reales por instalaciones irregulares en connivencia con un sindicato.

En Santa Teresina, en el Estado de Piauí, el Ministerio de Educación investiga irregularidades en la aplicación de más de cien millones de reales en la Universidad Pública Federal (UFPI), una institución con 22.024 alumnos, 1.468 profesores y 1.141 técnicos.

Estos escándalos de corrupción, extendidos casi por todo el territorio nacional en los centros universitarios públicos, es una confirmación de lo que ha denunciado el expresidente de la República y sociólogo, el socialdemócrata Fernando Henrique Cardoso. Según él, el problema de la corrupción en Brasil, a todos los niveles, es que no se trata de una corrupción de personas concretas sino que es "sistémica", bajo el viejo lema leninista de que "los fines justifican los medios"; al mismo tiempo que revela que se ha instaurado en el país una especie de "cultura de la corrupción", que lo abraza todo, desde la propina al guardacohes para aparcar tu automóvil en lugar prohibido, a los millones sustraidos ilegalmente por ministros para financiar a sus partidos con los porcentajes ilegales de concesiones de obras públicas.