Sanz rechaza la propuesta vasca para resolver la compensación económica

Acuerdo sí, pero no tanto. El presidente de La Rioja, el popular Pedro Sanz, consideró ayer en una rueda de prensa en Logroño "muy positivo" el acuerdo cerrado el miércoles por el que Euskadi y su comunidad zanjan provisionalmente su conflicto sanitario. Sin embargo, insistió en la necesidad de alcanzar un "equilibrio económico como elemento fundamental". La Rioja no pondrá "ni un duro más" en la prestación de servicios sanitarios al País Vasco, recalcó. En esta línea, rechazó la fórmula que plantea el Gobierno de Vitoria y que queda recogida en el acuerdo firmado por el consejero riojano de Sanidad, José Ignacio Nieto y su homólogo vasco, Rafael Bengoa.

Ese texto detalla una serie de compensaciones sanitarias, pero menciona unas hipotéticas contraprestaciones económicas. Establece además que se trabajará para conocer los flujos de pacientes entre ambas comunidades y señala que, si hubiese que fijar un pago, se haría "a través de los fondos existentes [el fondo de cohesión del Ministerio de Sanidad, que financia el 80% de la asistencia a un paciente en una comunidad distinta a la suya cuando en su región de origen no se disponga del servicio necesario] o que se establezcan". También recoge que se eleve esta cuestión al Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud, en el que se sientan el Ministerio de Sanidad y todas las comunidades, ahora mayoritariamente del PP, y prioriza este marco para alcanzar una solución nacional. Si no se lograra, sería entonces cuando habría que establecer un convenio definitivo entre las dos comunidades.

Euskadi solo acepta pagar una contraprestación si hay acuerdo estatal

Sanz recalca que si no se llega a un pacto retomará el veto a pacientes

A pesar de lo firmado, Sanz dijo no ser "partidario" de elevar esta cuestión al Consejo Interterritorial y puso en duda que en este espacio se vaya a acordar una solución. La razón es que "algunos pagaríamos [la asistencia sanitaria] dos veces".

Con estas declaraciones dejó entrever que las dificultades para alcanzar un acuerdo en este punto, en el que más diferencias hay entre los dos Gobiernos vecinos, podrían acentuarse. La fecha establecida para alcanzar un acuerdo definitivo, que, según avanzó Sanz tendrá "pocos cambios" con respecto al transitorio, es el 29 de febrero. Pero recalcó que, si este convenio no llega volverá a cerrar las puertas a los pacientes alaveses.

Su propuesta fue clara: pagar a través del fondo de cohesión los casos que cumplan con los requisitos —de Euskadi a La Rioja ninguno, porque el Hospital San Pedro de Logroño no es un centro de referencia, como explican portavoces del propio Ejecutivo riojano— y, sobre el resto de enfermos, cada comunidad "tendrá que pagar" a la otra.

Lejos de reconocer que su Ejecutivo ha tenido que volver a atender a los pacientes de la Rioja Alavesa sin recibir dinero a cambio, su principal exigencia, Sanz se congratuló de que "La Rioja tenía razón" al decidir plantarse. Consideró "significativo" que Osakidetza vaya a asumir algunas de las especialidades

También retomó las duras críticas al Ejecutivo de Patxi López que ya empleó durante la negociación. Afeó la actuación del Gobierno vasco, al que acusó de deslealtad institucional y de dejar de invertir en infraestructuras sanitarias. De hecho, aconsejó reforzar el Hospital de Leza. Y censuró que el Ejecutivo de Vitoria le tildara de insolidario, lo que consideró una "hipocresía viniendo de donde viene", de un Gobierno que pone polígonos industriales cerca de los límites de Álava, dijo, "para arrebatar empresas a La Rioja y hacer que los impuestos se pagasen en el País Vasco".

Además ve una campaña de "acoso y derribo" en lo personal y lo político contra él y el intento de "imponer y obligar al de al lado" a atender a sus pacientes.