El taxista que dice que trasladó a Delgado declara el próximo lunes

El taxista que aseguró haber trasladado al imputado del caso Marta Javier Delgado la noche del crimen prestará declaración como testigo el próximo lunes en el juicio. El tribunal ha dictado un auto esta mañana en el que acepta su testimonio tras haber declarado ante la policía y luego la fiscalía pedir su comparecencia como testigo. El relato del taxista Francisco José A. dejaría sin coartada a Delgado en caso de que el tribunal lo estimara verídico, ya que el testigo sorpresa asegura que trasladó al acusado desde su bar de copas hasta su domicilio en la casa León XIII, donde se produjo el crimen, entre las 0.15 y las 0.30. Delgado sostiene que estuvo desde las 23.00 hasta las 3.00 en su local trabajando.

Los jueces apoyan su decisión en la "flexibilidad mostrada por la jurisprudencia más reciente del Tribunal Supremo" para admitir las testificales. "La situación así planteada es de una enorme excepcionalidad", resaltan los magistrados en su auto. "Hasta el punto de que podemos decir que en los 85 años de experiencia profesional que suman los integrantes de este tribunal en la jurisdicción penal, es la primera vez que una situación así se les plantea", añaden.

El tribunal admite que el taxista declare junto a su mujer, de iniciales E. N. M., propuesto por la fiscalía y la acusación particular, pero ha rechazado otros dos testigos propuestos por la acusación particular. Además, los magistrados conceden a las defensas un plazo de una semana para proponer nuevas pruebas "para combatir" las testificales del taxista y su mujer.

Los jueces recuerdan que ha sido imposible que el ministerio público presentara la propuesta antes porque el testigo se presentó voluntariamente el pasado jueves en comisaría porque pensaba que existían pruebas suficientes contra Delgado. Con su testimonio, que será previsiblemente tan detallado como el que expuso ante la policía, la defensa del principal acusado de encubrir el crimen, se complica para que este resulte absuelto.

El taxista Francisco José A. declaró a la policía la semana pasada que reconoció unas fotos y la voz del acusado Javier Delgado "sin ningún género de dudas" como la del cliente que trasladó la noche del crimen de la joven sevillana. Hace ya casi tres años, pero el taxista detalló a los agentes paso por paso los movimientos de Delgado entre las 0.15 y las 0.30 de la madrugada durante el trayecto que realizaron juntos entre su bar de copas y su domicilio, escena del crimen ocurrido unas horas antes.

"Reconoce sin ningún género de dudas" a Delgado en la fotografía número 85 de las que le fueron mostradas, subraya el acta de reconocimiento fotográfico redactada por el Grupo de Menores de la policía. ¿Por qué tardó tanto tiempo en informar a la policía del traslado del acusado? "Mi mujer me decía que si ya estaban detenidos, la policía tendría los suficientes datos para haberlo hecho", declaró el taxista a los agentes.

Después de casi tres años, los detalles que aportó el taxista traslucen una asombrosa retentiva: "Recuerdo que al ir a pagar el cliente, me fijé en las manos, y pude observar en una mano una pulsera de cuero y en la otra mano un reloj o una esclava plateada. En esto me fijé porque es mi costumbre observar las manos del cliente cuando me van a pagar". El testigo describe cómo Delgado llevaba supuestamente "una bolsa de plástico de color blanca anudada con dos nudos" y que contenía líquido con botellas de plástico. "De los ojos recuerdo la mirada profunda, puesto que al ser de noche suelo estar pendiente con los clientes que llevo detrás".

El taxista recuerda que Delgado "tenía una voz algo ronca, un tono de voz algo peculiar". Sobre esa noche, subraya que al llegar a la calle León XIII donde vivía Delgado, "había un coche aparcado en doble fila, que no me permitía el paso ligero, por lo que tuve que pasar con cuidado de no dar a su coche". De su aspecto,el hombre detalla que tenía "el pelo corto, algo canoso, y barba de varios días". A continuación, añade: "En el lado izquierdo de la cara tenía una especie de mancha, verruga, o lunar visible". Al llegar al destino, Delgado pagó supuestamente con un billete de 10 euros el servicio, que costó ocho euros.

"Al ir a devolverle el dinero restante, este individuo le dejó de propina la vuelta y le dijo 'déjelo, buen servicio", describe el acta de la declaración policial. El problema del testimonio del taxista es que ciertos detalles de su descripción física podrían estar contaminados por la difusión de las imágenes de Delgado en televisión, recordaron las defensas del caso al oponerse a que el taxista pueda declarar y su testimonio incorporarse al juicio, opinión que ha ignorado hoy el tribunal.